SAN LUIS - Sabado 28 de Junio de 2025

SAN LUIS - Sabado 28 de Junio de 2025

EN VIVO

Más de 60 robos por día: vivir inseguros en toda la provincia

El Ministerio de Seguridad oculta el crecimiento del delito en todo el territorio. La cifra marca el fracaso de la gestión de Nancy Sosa. En algunos de los casos hay mucha violencia.

Por redacción
| 08 de septiembre de 2024
La ministra Sosa, poca acción para cifras que preocupan. Foto: ANSL.
La inseguridad es una realidad innegable en San Luis. Durante los últimos días de agosto y los primeros de septiembre, los vecinos vivieron una verdadera pesadilla y sufrieron múltiples robos en diferentes puntos de la provincia. Los casos van desde la zona centro hasta el barrio Eva Perón, en San Luis, viviendas de Alto Pelado, El Volcán y La Toma. Villa Mercedes y el resto de la provincia no son la excepción. Nadie parece estar a salvo de la delincuencia que, según muchos, actúa con total impunidad y astucia.
 
Según datos que aportan lectores de El Diario de la República, oyentes de Lafinur FM Radio y el contacto con algunas instituciones, se cometen más de 60 hechos delictivos por día, en su gran mayoría robos y hurtos. Otras fuentes indican que los registros del Ministerio de Seguridad son superiores.
 
Lo que más preocupa además del daño económico que ocasionan los robos en sí, es la sensación de desprotección que está calando hondo en la sociedad puntana. 
 
"Gobernar es prever, Que hagan algo antes de que la gente se canse", le reclamó a fiscales y autoridades policiales el intendente de Santa Rosa del Conlara, Miguel Postiguillo, ante los casos que azotan en esa comunidad (Ver Mesa Cinco).
 
Seguidilla de pesadillas
-El 31 de agosto arrancó con un robo a plena luz del día, a las 13:25 en la calle Lavalle, pleno centro puntano. Un motociclista desprevenido dejó su vehículo estacionado solo para encontrarlo robado minutos después. Pero la historia no termina ahí. Ese mismo día, en el barrio 500 Viviendas Norte, un hogar fue saqueado en plena tarde. Electrodomésticos, ropa y la tranquilidad del hogar desaparecieron sin dejar rastro. Los vecinos del barrio, como tantos otros, no saben si pueden dormir tranquilos.
 
-El domingo 1 de septiembre tampoco fue mejor. Una joven fue atacada en la esquina de Belgrano y Lavalle a las 14:30. Le robaron la cartera después de un forcejeo en pleno centro de la ciudad capital. 
¿Dónde están las cámaras de seguridad? ¿Dónde está la Policía? La pregunta que muchos se formulan es: ¿quién está cuidando a los ciudadanos? San Luis ya no es el lugar tranquilo que muchos recuerdan de hace unos años.
 
-El 2 de septiembre, como si fuera poco, la mañana comenzó con el robo de un vehículo frente a una vivienda en el barrio Jardín San Luis. 
Para quienes creen que solo los barrios más humildes sufren esta realidad, la situación demuestra lo contrario. No hay rincón de la ciudad de San Luis que esté a salvo. Si se deja de lado el dato frío y se considera  en el impacto humano de estos delitos, se ve el verdadero problema: no es solo el bien material lo que se pierde, sino la paz mental, la confianza en la Justicia y el derecho a caminar por la calle sin temor.
 
Hogares saqueados
Según un conteo realizado por un grupo de periodistas de este medio, en solo cinco días hubo casi 30 robos en viviendas de la ciudad capital y localidades aledañas. 
En Alto Pelado, el jueves ingresaron a una vivienda y se llevaron las chapas de un techo. Pero eso no es todo, en una casa de El Volcán también ingresaron y se llevaron una desmalezadora y otras herramientas.
 
Al amparo de la oscuridad
Del mismo relevamiento, y posterior análisis, surge que la mayoría de los robos se dan entre la tarde y la madrugada. Es que los delincuentes aprovechan la oscu
ridad y la menor presencia policial que se observa. “De noche la mayoría de los barrios de San Luis están copados por las banditas. Andan por los fondos de las casas, por los techos, en las esquinas. Los vecinos cuando llega la tardecita ya se guardan en la casa y ni salen”, le dijo un informante a El Diario.
 
¿Por qué la delincuencia parece estar ganando esta batalla? 
Las respuestas no son sencillas, pero la falta de políticas públicas efectivas, la precarización de las fuerzas de seguridad y la Justicia que actúa en muchos casos a paso lento dejan en una situación cada vez más crítica a la población. Mientras tanto, el Gobierno parece haber dado un paso al costado, eliminando políticas de acompañamiento a las víctimas y dejando que la seguridad ciudadana se convierta en un juego de azar.
 
Con los patrulleros no alcanza
La única acción concreta fue la compra de patrulleros, pero de igual manera hay intendentes que dicen estar “abundantes de necesidad”, como aseguró Miguel Postiguillo en una entrevista radial. De igual manera se manifestaron otros jefes comunales, como el titular del Ejecutivo de Tilisarao, Juan Manuel Olguín. Ambos alzaron la voz para hacer llegar el reclamo de sus habitantes a Terrazas del Portezuelo.
 
Un intendente que calla 
Pero la inseguridad también golpea en otras ciudades, como Juana Koslay, a pesar de que su intendente, Jorge “Toti” Videla, se contacte con víctimas de robos para pedirle que “no hagan mucho ruido” y de esa manera evitar que algunos hechos lleguen a conocimiento de los ciudadanos a través de los medios de comunicación.
 
Lo más alarmante es que la escalada de robos no da indicios de que vaya a detenerse. La ciudadanía está harta de esperar respuestas que no llegan. Y mientras tanto, la pregunta que sigue en el aire y que se hacen muchas víctimas es: ¿Cuánto más se puede aguantar? 
La mayor preocupación gira en torno a los asaltos violentos y a los arrebatos en la calle, que dejan una sensación de vulnerabilidad que paraliza. En solo cuatro días hubo cinco asaltos a mano armada, dos en la zona oeste de la capital provincial y los otros tres en el sur.
Pero no solo los asaltos a mano armada son la única forma en que los vecinos son abordados. Los hurtos sin violencia también están a la orden del día. Además la violencia física en casos donde no se produce robo sigue siendo una tendencia significativa, lo que sugiere que no solo los delitos contra la propiedad afectan a la seguridad de los ciudadanos, sino también agresiones sin motivo aparente o sin fines económicos.
 
 
Mordaza a pleno: espiarán a los policías de San Luis
 La desesperación de la ministra de Seguridad Nancy Sosa por ocultar los numerosos hechos de inseguridad que ocurren en todo el territorio policial no tiene límites.
 
Como el mapa del delito ya quedó cubierto de rojo por el fracaso de su gestión, ahora no ha encontrado otra salida que imponer una mordaza sobre todos los integrantes de la tropa. 
 
Lo que pretende es evitar que se conozca todo lo que está sucediendo y que muchas veces se da a conocer porque lo difunde la propia ciudadanía ante la impotencia y bronca que generan los episodios delictivos.
 
Esta actitud de querer ‘tapar el sol con las manos’, se plasmó en una circular en la que intimida a los efectivos con aplicarle días de arresto e incluso con la expulsión de la fuerza de seguridad, si trasciende algún detalle de los diversos procedimientos en los que les toca intervenir. Es decir, que van a trabajar amenazados, literalmente como si le pusieran “un cuchillo en la panza”.
 
La aplicación del ‘bozal’, que según supo El Diario de la República, fue transmitida por los jefes de las unidades regionales y de las diferentes divisiones, incluye la advertencia de que los expertos del área Informática se encargarán de espiar los aparatos celulares y computadoras de los efectivos que “podría caber investigar”.
 
Desde que asumió Nancy Sosa implementó una ‘cacería de brujas’ en la Policía. Además de pasar a retiro obligatorio a casi un centenar de comisarios que todavía no cumplían los años de servicio, le redujo beneficios y como si esto fuera poco, facilitó el desembarco de Gendarmería Nacional como una muestra de desconfianza y descrédito de la capacidad de la Policía puntana.
Para continuar leyendo, ingresá a tu Suscripción
¿No tenes Suscripción? Elegí tu plan:
La inseguridad es una realidad innegable en San Luis. Durante los últimos días de agosto y los primeros de septiembre, los vecinos vivieron una verdadera pesadilla y sufrieron múltiples robos en diferentes puntos de la provincia. Los casos van desde la zona centro hasta el barrio Eva Perón, en San Luis, viviendas de Alto Pelado, El Volcán y La Toma. Villa Mercedes y el resto de la provincia no son la excepción. Nadie parece estar a salvo de la delincuencia que, según muchos, actúa con total impunidad y astucia.
 
Según datos que aportan lectores de El Diario de la República, oyentes de Lafinur FM Radio y el contacto con algunas instituciones, se cometen más de 60 hechos delictivos por día, en su gran mayoría robos y hurtos. Otras fuentes indican que los registros del Ministerio de Seguridad son superiores.
 
Lo que más preocupa además del daño económico que ocasionan los robos en sí, es la sensación de desprotección que está calando hondo en la sociedad puntana. 
 
"Gobernar es prever, Que hagan algo antes de que la gente se canse", le reclamó a fiscales y autoridades policiales el intendente de Santa Rosa del Conlara, Miguel Postiguillo, ante los casos que azotan en esa comunidad (Ver Mesa Cinco).
 
Seguidilla de pesadillas
-El 31 de agosto arrancó con un robo a plena luz del día, a las 13:25 en la calle Lavalle, pleno centro puntano. Un motociclista desprevenido dejó su vehículo estacionado solo para encontrarlo robado minutos después. Pero la historia no termina ahí. Ese mismo día, en el barrio 500 Viviendas Norte, un hogar fue saqueado en plena tarde. Electrodomésticos, ropa y la tranquilidad del hogar desaparecieron sin dejar rastro. Los vecinos del barrio, como tantos otros, no saben si pueden dormir tranquilos.
 
-El domingo 1 de septiembre tampoco fue mejor. Una joven fue atacada en la esquina de Belgrano y Lavalle a las 14:30. Le robaron la cartera después de un forcejeo en pleno centro de la ciudad capital. 
¿Dónde están las cámaras de seguridad? ¿Dónde está la Policía? La pregunta que muchos se formulan es: ¿quién está cuidando a los ciudadanos? San Luis ya no es el lugar tranquilo que muchos recuerdan de hace unos años.
 
-El 2 de septiembre, como si fuera poco, la mañana comenzó con el robo de un vehículo frente a una vivienda en el barrio Jardín San Luis. 
Para quienes creen que solo los barrios más humildes sufren esta realidad, la situación demuestra lo contrario. No hay rincón de la ciudad de San Luis que esté a salvo. Si se deja de lado el dato frío y se considera  en el impacto humano de estos delitos, se ve el verdadero problema: no es solo el bien material lo que se pierde, sino la paz mental, la confianza en la Justicia y el derecho a caminar por la calle sin temor.
 
Hogares saqueados
Según un conteo realizado por un grupo de periodistas de este medio, en solo cinco días hubo casi 30 robos en viviendas de la ciudad capital y localidades aledañas. 
En Alto Pelado, el jueves ingresaron a una vivienda y se llevaron las chapas de un techo. Pero eso no es todo, en una casa de El Volcán también ingresaron y se llevaron una desmalezadora y otras herramientas.
 
Al amparo de la oscuridad
Del mismo relevamiento, y posterior análisis, surge que la mayoría de los robos se dan entre la tarde y la madrugada. Es que los delincuentes aprovechan la oscu
ridad y la menor presencia policial que se observa. “De noche la mayoría de los barrios de San Luis están copados por las banditas. Andan por los fondos de las casas, por los techos, en las esquinas. Los vecinos cuando llega la tardecita ya se guardan en la casa y ni salen”, le dijo un informante a El Diario.
 
¿Por qué la delincuencia parece estar ganando esta batalla? 
Las respuestas no son sencillas, pero la falta de políticas públicas efectivas, la precarización de las fuerzas de seguridad y la Justicia que actúa en muchos casos a paso lento dejan en una situación cada vez más crítica a la población. Mientras tanto, el Gobierno parece haber dado un paso al costado, eliminando políticas de acompañamiento a las víctimas y dejando que la seguridad ciudadana se convierta en un juego de azar.
 
Con los patrulleros no alcanza
La única acción concreta fue la compra de patrulleros, pero de igual manera hay intendentes que dicen estar “abundantes de necesidad”, como aseguró Miguel Postiguillo en una entrevista radial. De igual manera se manifestaron otros jefes comunales, como el titular del Ejecutivo de Tilisarao, Juan Manuel Olguín. Ambos alzaron la voz para hacer llegar el reclamo de sus habitantes a Terrazas del Portezuelo.
 
Un intendente que calla 
Pero la inseguridad también golpea en otras ciudades, como Juana Koslay, a pesar de que su intendente, Jorge “Toti” Videla, se contacte con víctimas de robos para pedirle que “no hagan mucho ruido” y de esa manera evitar que algunos hechos lleguen a conocimiento de los ciudadanos a través de los medios de comunicación.
 
Lo más alarmante es que la escalada de robos no da indicios de que vaya a detenerse. La ciudadanía está harta de esperar respuestas que no llegan. Y mientras tanto, la pregunta que sigue en el aire y que se hacen muchas víctimas es: ¿Cuánto más se puede aguantar? 
La mayor preocupación gira en torno a los asaltos violentos y a los arrebatos en la calle, que dejan una sensación de vulnerabilidad que paraliza. En solo cuatro días hubo cinco asaltos a mano armada, dos en la zona oeste de la capital provincial y los otros tres en el sur.
Pero no solo los asaltos a mano armada son la única forma en que los vecinos son abordados. Los hurtos sin violencia también están a la orden del día. Además la violencia física en casos donde no se produce robo sigue siendo una tendencia significativa, lo que sugiere que no solo los delitos contra la propiedad afectan a la seguridad de los ciudadanos, sino también agresiones sin motivo aparente o sin fines económicos.
 
 
Mordaza a pleno: espiarán a los policías de San Luis
 La desesperación de la ministra de Seguridad Nancy Sosa por ocultar los numerosos hechos de inseguridad que ocurren en todo el territorio policial no tiene límites.
 
Como el mapa del delito ya quedó cubierto de rojo por el fracaso de su gestión, ahora no ha encontrado otra salida que imponer una mordaza sobre todos los integrantes de la tropa. 
 
Lo que pretende es evitar que se conozca todo lo que está sucediendo y que muchas veces se da a conocer porque lo difunde la propia ciudadanía ante la impotencia y bronca que generan los episodios delictivos.
 
Esta actitud de querer ‘tapar el sol con las manos’, se plasmó en una circular en la que intimida a los efectivos con aplicarle días de arresto e incluso con la expulsión de la fuerza de seguridad, si trasciende algún detalle de los diversos procedimientos en los que les toca intervenir. Es decir, que van a trabajar amenazados, literalmente como si le pusieran “un cuchillo en la panza”.
 
La aplicación del ‘bozal’, que según supo El Diario de la República, fue transmitida por los jefes de las unidades regionales y de las diferentes divisiones, incluye la advertencia de que los expertos del área Informática se encargarán de espiar los aparatos celulares y computadoras de los efectivos que “podría caber investigar”.
 
Desde que asumió Nancy Sosa implementó una ‘cacería de brujas’ en la Policía. Además de pasar a retiro obligatorio a casi un centenar de comisarios que todavía no cumplían los años de servicio, le redujo beneficios y como si esto fuera poco, facilitó el desembarco de Gendarmería Nacional como una muestra de desconfianza y descrédito de la capacidad de la Policía puntana.
La inseguridad es una realidad innegable en San Luis. Durante los últimos días de agosto y los primeros de septiembre, los vecinos vivieron una verdadera pesadilla y sufrieron múltiples robos en diferentes puntos de la provincia. Los casos van desde la zona centro hasta el barrio Eva Perón, en San Luis, viviendas de Alto Pelado, El Volcán y La Toma. Villa Mercedes y el resto de la provincia no son la excepción. Nadie parece estar a salvo de la delincuencia que, según muchos, actúa con total impunidad y astucia.
 
Según datos que aportan lectores de El Diario de la República, oyentes de Lafinur FM Radio y el contacto con algunas instituciones, se cometen más de 60 hechos delictivos por día, en su gran mayoría robos y hurtos. Otras fuentes indican que los registros del Ministerio de Seguridad son superiores.
 
Lo que más preocupa además del daño económico que ocasionan los robos en sí, es la sensación de desprotección que está calando hondo en la sociedad puntana. 
 
"Gobernar es prever, Que hagan algo antes de que la gente se canse", le reclamó a fiscales y autoridades policiales el intendente de Santa Rosa del Conlara, Miguel Postiguillo, ante los casos que azotan en esa comunidad (Ver Mesa Cinco).
 
Seguidilla de pesadillas
-El 31 de agosto arrancó con un robo a plena luz del día, a las 13:25 en la calle Lavalle, pleno centro puntano. Un motociclista desprevenido dejó su vehículo estacionado solo para encontrarlo robado minutos después. Pero la historia no termina ahí. Ese mismo día, en el barrio 500 Viviendas Norte, un hogar fue saqueado en plena tarde. Electrodomésticos, ropa y la tranquilidad del hogar desaparecieron sin dejar rastro. Los vecinos del barrio, como tantos otros, no saben si pueden dormir tranquilos.
 
-El domingo 1 de septiembre tampoco fue mejor. Una joven fue atacada en la esquina de Belgrano y Lavalle a las 14:30. Le robaron la cartera después de un forcejeo en pleno centro de la ciudad capital. 
¿Dónde están las cámaras de seguridad? ¿Dónde está la Policía? La pregunta que muchos se formulan es: ¿quién está cuidando a los ciudadanos? San Luis ya no es el lugar tranquilo que muchos recuerdan de hace unos años.
 
-El 2 de septiembre, como si fuera poco, la mañana comenzó con el robo de un vehículo frente a una vivienda en el barrio Jardín San Luis. 
Para quienes creen que solo los barrios más humildes sufren esta realidad, la situación demuestra lo contrario. No hay rincón de la ciudad de San Luis que esté a salvo. Si se deja de lado el dato frío y se considera  en el impacto humano de estos delitos, se ve el verdadero problema: no es solo el bien material lo que se pierde, sino la paz mental, la confianza en la Justicia y el derecho a caminar por la calle sin temor.
 
Hogares saqueados
Según un conteo realizado por un grupo de periodistas de este medio, en solo cinco días hubo casi 30 robos en viviendas de la ciudad capital y localidades aledañas. 
En Alto Pelado, el jueves ingresaron a una vivienda y se llevaron las chapas de un techo. Pero eso no es todo, en una casa de El Volcán también ingresaron y se llevaron una desmalezadora y otras herramientas.
 
Al amparo de la oscuridad
Del mismo relevamiento, y posterior análisis, surge que la mayoría de los robos se dan entre la tarde y la madrugada. Es que los delincuentes aprovechan la oscu
ridad y la menor presencia policial que se observa. “De noche la mayoría de los barrios de San Luis están copados por las banditas. Andan por los fondos de las casas, por los techos, en las esquinas. Los vecinos cuando llega la tardecita ya se guardan en la casa y ni salen”, le dijo un informante a El Diario.
 
¿Por qué la delincuencia parece estar ganando esta batalla? 
Las respuestas no son sencillas, pero la falta de políticas públicas efectivas, la precarización de las fuerzas de seguridad y la Justicia que actúa en muchos casos a paso lento dejan en una situación cada vez más crítica a la población. Mientras tanto, el Gobierno parece haber dado un paso al costado, eliminando políticas de acompañamiento a las víctimas y dejando que la seguridad ciudadana se convierta en un juego de azar.
 
Con los patrulleros no alcanza
La única acción concreta fue la compra de patrulleros, pero de igual manera hay intendentes que dicen estar “abundantes de necesidad”, como aseguró Miguel Postiguillo en una entrevista radial. De igual manera se manifestaron otros jefes comunales, como el titular del Ejecutivo de Tilisarao, Juan Manuel Olguín. Ambos alzaron la voz para hacer llegar el reclamo de sus habitantes a Terrazas del Portezuelo.
 
Un intendente que calla 
Pero la inseguridad también golpea en otras ciudades, como Juana Koslay, a pesar de que su intendente, Jorge “Toti” Videla, se contacte con víctimas de robos para pedirle que “no hagan mucho ruido” y de esa manera evitar que algunos hechos lleguen a conocimiento de los ciudadanos a través de los medios de comunicación.
 
Lo más alarmante es que la escalada de robos no da indicios de que vaya a detenerse. La ciudadanía está harta de esperar respuestas que no llegan. Y mientras tanto, la pregunta que sigue en el aire y que se hacen muchas víctimas es: ¿Cuánto más se puede aguantar? 
La mayor preocupación gira en torno a los asaltos violentos y a los arrebatos en la calle, que dejan una sensación de vulnerabilidad que paraliza. En solo cuatro días hubo cinco asaltos a mano armada, dos en la zona oeste de la capital provincial y los otros tres en el sur.
Pero no solo los asaltos a mano armada son la única forma en que los vecinos son abordados. Los hurtos sin violencia también están a la orden del día. Además la violencia física en casos donde no se produce robo sigue siendo una tendencia significativa, lo que sugiere que no solo los delitos contra la propiedad afectan a la seguridad de los ciudadanos, sino también agresiones sin motivo aparente o sin fines económicos.
 
 
Mordaza a pleno: espiarán a los policías de San Luis
 La desesperación de la ministra de Seguridad Nancy Sosa por ocultar los numerosos hechos de inseguridad que ocurren en todo el territorio policial no tiene límites.
 
Como el mapa del delito ya quedó cubierto de rojo por el fracaso de su gestión, ahora no ha encontrado otra salida que imponer una mordaza sobre todos los integrantes de la tropa. 
 
Lo que pretende es evitar que se conozca todo lo que está sucediendo y que muchas veces se da a conocer porque lo difunde la propia ciudadanía ante la impotencia y bronca que generan los episodios delictivos.
 
Esta actitud de querer ‘tapar el sol con las manos’, se plasmó en una circular en la que intimida a los efectivos con aplicarle días de arresto e incluso con la expulsión de la fuerza de seguridad, si trasciende algún detalle de los diversos procedimientos en los que les toca intervenir. Es decir, que van a trabajar amenazados, literalmente como si le pusieran “un cuchillo en la panza”.
 
La aplicación del ‘bozal’, que según supo El Diario de la República, fue transmitida por los jefes de las unidades regionales y de las diferentes divisiones, incluye la advertencia de que los expertos del área Informática se encargarán de espiar los aparatos celulares y computadoras de los efectivos que “podría caber investigar”.
 
Desde que asumió Nancy Sosa implementó una ‘cacería de brujas’ en la Policía. Además de pasar a retiro obligatorio a casi un centenar de comisarios que todavía no cumplían los años de servicio, le redujo beneficios y como si esto fuera poco, facilitó el desembarco de Gendarmería Nacional como una muestra de desconfianza y descrédito de la capacidad de la Policía puntana.
Para continuar leyendo, ingresá a tu Suscripción
¿No tenes Suscripción? Elegí tu plan:

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo