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Empezará a correr maratones junto a su hijo en silla de ruedas

El hombre, de 45 años, bajó casi 30 kilos para iniciarse en la actividad atlética. Buscan patrocinadores para modificar la silla que usa el joven.

Por redacción
| 07 de septiembre de 2024
Daniel Muñoz adelgazó casi 30 kilos para emprender la aventura de correr junto a su hijo. Foto: Gentileza
Daniel Muñoz, un vecino de Villa Mercedes, empezará a correr maratones junto a su hijo Jeremías, un joven de 20 años que utiliza una silla de ruedas por una discapacidad que tiene desde su nacimiento. Buscan patrocinadores o donaciones que los puedan ayudar con una serie de gastos que necesitan.
 
El padre, quien cumplirá los 45 años el sábado 14, contó que la idea surgió casi de casualidad, en 2023. “Fue como una llamita que se encendió el año pasado, cuando se corrió la Maratón de Colores en El Lago. Un amigo, Ema González, me pidió a mi hijo para correr, porque era algo que él tenía pendiente, y le dije que sí. Después, yo prácticamente fui a la par de ellos, porque no es fácil llevar la silla, más si no la conocés. Ahí pude ver el entusiasmo de mi hijo, cuando salió, cuando llegó a la meta, y me dije: ‘¿Por qué no hacerlo yo con él?’”, recordó.
 
A partir de ese momento, comenzaron los cambios. Muñoz contó que lo primero que tuvo que hacer fue bajar de peso y decidió empezar con un plan junto a una nutricionista: pasó de los 125 kilos que pesaba en febrero a los 98 actuales.
“Nosotros somos cristianos evangélicos y nuestro objetivo es llevar dos mensajes en las remeras que nos regalaron dos chicas que trabajan en el Hospital, y que las conocemos desde hace años. El primero es un texto bíblico en la espalda y, adelante, es una imagen de un nene con una silla de ruedas con una persona empujándolo y con otras corriendo cerca; una forma de incentivar a incorporarlos a ellos a todo esto”, mencionó Muñoz.
 
Jeremías es alumno de la fundación Valduvieco y cumplirá 21 años en octubre. Tiene un retraso psicomotor. Cuando nació, su cerebro no se desarrolló completamente, lo que le afectó el habla y la motricidad. Es apasionado por la actividad física y practica bochas adaptadas, por lo que se está preparando para los próximos Intercolegiales que serán en San Luis.
 
Ambos viven en una casa que les prestaron en La Ribera y están llenos de entusiasmo, porque es una actividad que piensan adoptar como estilo de vida. “Esta decisión fue un cambio total en mi vida, lo pude ver en mi salud; hasta dejé de tomar medicamentos por dolores. Hace dos meses empecé a formar parte de un grupo de running, con el que estoy aprendiendo, porque yo antes corría a lo tonto. Los chicos me están educando, con cambios de ritmos, de aire y demás”, dijo el papá.
 
A su vez, Muñoz explicó que empujar la silla de ruedas le implica un reto extra. Jeremías usa una de tipo postural, pero necesitan realizarle modificaciones para este tipo de desafíos físicos. 
 
“El ortopedista me dijo que una de las opciones podría ser cambiar las ruedas de adelante, para lo que hay que modificar la horquilla, poner rulemanes más grandes y otras cuestiones. El tema es que el juego de las dos rueditas de adelante está en unos $250.000, aproximadamente. Por eso es que también estamos viendo si hay alguna persona, algún emprendimiento o empresa que nos quiera apoyar. Yo también necesito un par de plantillas deportivas para los pies, que cuesta otros $120.000”, repasó y agregó que le gustaría que su hijo recibiera alguna ayuda estatal que le facilitara la actividad.
 
El 12 de octubre correrán en La Guadalupana, de Villa Mercedes. El papá de Jeremías entrena cuatro veces por semana, dos de ellas junto a su hijo, y asegura que si fuera por sus ganas, lo haría incluso más, aunque no puede, por recomendaciones médicas. 
 
“Tengo mucha adrenalina, he agarrado una pasión por correr. A Jere lo veo emocionado, contento. Tenemos indumentaria propia, con bandera, todo, así que está chocho. Yo le comparto unos auriculares para que pueda ir escuchando música y la aplicación que usamos para el teléfono, así que puede escuchar a la mujer que cuenta los kilómetros y cuando pasamos los 4, me dice que falta poquito y empieza a mover los brazos y las piernas, es una cosa que me conmueve el corazón”, afirmó el hombre.
 
Aquellas personas que deseen apoyar al padre con su hijo pueden realizar una donación al alias de Mercado Pago dalma.agus.jere.md o contactarse con Muñoz al 2657 644708, para patrocinar la aventura.
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Daniel Muñoz, un vecino de Villa Mercedes, empezará a correr maratones junto a su hijo Jeremías, un joven de 20 años que utiliza una silla de ruedas por una discapacidad que tiene desde su nacimiento. Buscan patrocinadores o donaciones que los puedan ayudar con una serie de gastos que necesitan.
 
El padre, quien cumplirá los 45 años el sábado 14, contó que la idea surgió casi de casualidad, en 2023. “Fue como una llamita que se encendió el año pasado, cuando se corrió la Maratón de Colores en El Lago. Un amigo, Ema González, me pidió a mi hijo para correr, porque era algo que él tenía pendiente, y le dije que sí. Después, yo prácticamente fui a la par de ellos, porque no es fácil llevar la silla, más si no la conocés. Ahí pude ver el entusiasmo de mi hijo, cuando salió, cuando llegó a la meta, y me dije: ‘¿Por qué no hacerlo yo con él?’”, recordó.
 
A partir de ese momento, comenzaron los cambios. Muñoz contó que lo primero que tuvo que hacer fue bajar de peso y decidió empezar con un plan junto a una nutricionista: pasó de los 125 kilos que pesaba en febrero a los 98 actuales.
“Nosotros somos cristianos evangélicos y nuestro objetivo es llevar dos mensajes en las remeras que nos regalaron dos chicas que trabajan en el Hospital, y que las conocemos desde hace años. El primero es un texto bíblico en la espalda y, adelante, es una imagen de un nene con una silla de ruedas con una persona empujándolo y con otras corriendo cerca; una forma de incentivar a incorporarlos a ellos a todo esto”, mencionó Muñoz.
 
Jeremías es alumno de la fundación Valduvieco y cumplirá 21 años en octubre. Tiene un retraso psicomotor. Cuando nació, su cerebro no se desarrolló completamente, lo que le afectó el habla y la motricidad. Es apasionado por la actividad física y practica bochas adaptadas, por lo que se está preparando para los próximos Intercolegiales que serán en San Luis.
 
Ambos viven en una casa que les prestaron en La Ribera y están llenos de entusiasmo, porque es una actividad que piensan adoptar como estilo de vida. “Esta decisión fue un cambio total en mi vida, lo pude ver en mi salud; hasta dejé de tomar medicamentos por dolores. Hace dos meses empecé a formar parte de un grupo de running, con el que estoy aprendiendo, porque yo antes corría a lo tonto. Los chicos me están educando, con cambios de ritmos, de aire y demás”, dijo el papá.
 
A su vez, Muñoz explicó que empujar la silla de ruedas le implica un reto extra. Jeremías usa una de tipo postural, pero necesitan realizarle modificaciones para este tipo de desafíos físicos. 
 
“El ortopedista me dijo que una de las opciones podría ser cambiar las ruedas de adelante, para lo que hay que modificar la horquilla, poner rulemanes más grandes y otras cuestiones. El tema es que el juego de las dos rueditas de adelante está en unos $250.000, aproximadamente. Por eso es que también estamos viendo si hay alguna persona, algún emprendimiento o empresa que nos quiera apoyar. Yo también necesito un par de plantillas deportivas para los pies, que cuesta otros $120.000”, repasó y agregó que le gustaría que su hijo recibiera alguna ayuda estatal que le facilitara la actividad.
 
El 12 de octubre correrán en La Guadalupana, de Villa Mercedes. El papá de Jeremías entrena cuatro veces por semana, dos de ellas junto a su hijo, y asegura que si fuera por sus ganas, lo haría incluso más, aunque no puede, por recomendaciones médicas. 
 
“Tengo mucha adrenalina, he agarrado una pasión por correr. A Jere lo veo emocionado, contento. Tenemos indumentaria propia, con bandera, todo, así que está chocho. Yo le comparto unos auriculares para que pueda ir escuchando música y la aplicación que usamos para el teléfono, así que puede escuchar a la mujer que cuenta los kilómetros y cuando pasamos los 4, me dice que falta poquito y empieza a mover los brazos y las piernas, es una cosa que me conmueve el corazón”, afirmó el hombre.
 
Aquellas personas que deseen apoyar al padre con su hijo pueden realizar una donación al alias de Mercado Pago dalma.agus.jere.md o contactarse con Muñoz al 2657 644708, para patrocinar la aventura.
Daniel Muñoz, un vecino de Villa Mercedes, empezará a correr maratones junto a su hijo Jeremías, un joven de 20 años que utiliza una silla de ruedas por una discapacidad que tiene desde su nacimiento. Buscan patrocinadores o donaciones que los puedan ayudar con una serie de gastos que necesitan.
 
El padre, quien cumplirá los 45 años el sábado 14, contó que la idea surgió casi de casualidad, en 2023. “Fue como una llamita que se encendió el año pasado, cuando se corrió la Maratón de Colores en El Lago. Un amigo, Ema González, me pidió a mi hijo para correr, porque era algo que él tenía pendiente, y le dije que sí. Después, yo prácticamente fui a la par de ellos, porque no es fácil llevar la silla, más si no la conocés. Ahí pude ver el entusiasmo de mi hijo, cuando salió, cuando llegó a la meta, y me dije: ‘¿Por qué no hacerlo yo con él?’”, recordó.
 
A partir de ese momento, comenzaron los cambios. Muñoz contó que lo primero que tuvo que hacer fue bajar de peso y decidió empezar con un plan junto a una nutricionista: pasó de los 125 kilos que pesaba en febrero a los 98 actuales.
“Nosotros somos cristianos evangélicos y nuestro objetivo es llevar dos mensajes en las remeras que nos regalaron dos chicas que trabajan en el Hospital, y que las conocemos desde hace años. El primero es un texto bíblico en la espalda y, adelante, es una imagen de un nene con una silla de ruedas con una persona empujándolo y con otras corriendo cerca; una forma de incentivar a incorporarlos a ellos a todo esto”, mencionó Muñoz.
 
Jeremías es alumno de la fundación Valduvieco y cumplirá 21 años en octubre. Tiene un retraso psicomotor. Cuando nació, su cerebro no se desarrolló completamente, lo que le afectó el habla y la motricidad. Es apasionado por la actividad física y practica bochas adaptadas, por lo que se está preparando para los próximos Intercolegiales que serán en San Luis.
 
Ambos viven en una casa que les prestaron en La Ribera y están llenos de entusiasmo, porque es una actividad que piensan adoptar como estilo de vida. “Esta decisión fue un cambio total en mi vida, lo pude ver en mi salud; hasta dejé de tomar medicamentos por dolores. Hace dos meses empecé a formar parte de un grupo de running, con el que estoy aprendiendo, porque yo antes corría a lo tonto. Los chicos me están educando, con cambios de ritmos, de aire y demás”, dijo el papá.
 
A su vez, Muñoz explicó que empujar la silla de ruedas le implica un reto extra. Jeremías usa una de tipo postural, pero necesitan realizarle modificaciones para este tipo de desafíos físicos. 
 
“El ortopedista me dijo que una de las opciones podría ser cambiar las ruedas de adelante, para lo que hay que modificar la horquilla, poner rulemanes más grandes y otras cuestiones. El tema es que el juego de las dos rueditas de adelante está en unos $250.000, aproximadamente. Por eso es que también estamos viendo si hay alguna persona, algún emprendimiento o empresa que nos quiera apoyar. Yo también necesito un par de plantillas deportivas para los pies, que cuesta otros $120.000”, repasó y agregó que le gustaría que su hijo recibiera alguna ayuda estatal que le facilitara la actividad.
 
El 12 de octubre correrán en La Guadalupana, de Villa Mercedes. El papá de Jeremías entrena cuatro veces por semana, dos de ellas junto a su hijo, y asegura que si fuera por sus ganas, lo haría incluso más, aunque no puede, por recomendaciones médicas. 
 
“Tengo mucha adrenalina, he agarrado una pasión por correr. A Jere lo veo emocionado, contento. Tenemos indumentaria propia, con bandera, todo, así que está chocho. Yo le comparto unos auriculares para que pueda ir escuchando música y la aplicación que usamos para el teléfono, así que puede escuchar a la mujer que cuenta los kilómetros y cuando pasamos los 4, me dice que falta poquito y empieza a mover los brazos y las piernas, es una cosa que me conmueve el corazón”, afirmó el hombre.
 
Aquellas personas que deseen apoyar al padre con su hijo pueden realizar una donación al alias de Mercado Pago dalma.agus.jere.md o contactarse con Muñoz al 2657 644708, para patrocinar la aventura.
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