Los días de calor tienen su forma de vestir

La segunda edición del desfile de modas "De colores" tuvo el glamour de la primera, realizada en junio con mucho éxito, y el estilo de una celebración que parece que llegó para quedarse. 

 

La combinación de moda, música, buena comida y charlas amistosas pudo más que la goleada de Argentina contra Chile por las Eliminatorias mundialistas para el grupo de espectadores que eligió la propuesta realizada en el bar Cactus. 

 

Bajo la consigna de mezclar la vestimenta con los movimientos sociales de las décadas de los 80 y 90, el desfile convocó a una quincena de modelos que hicieron las pasadas por los distintos salones del restaurante. En cada presentación, los desfilantes llevaban algún producto de los múltiples sponsors con los que contó el desfile.

 

Así, perfumerías, vinerías, hoteles, boutiques y los propios diseñadores aprovecharon la ocasión para mostrar sus productos ante un público que aplaudió cada pasada. Además, durante la noche se sortearon algunos regalos que hicieron que los visitantes se sintieran aún más halagados. 

 

El concepto de "De colores" no podría ser el mismo en otro espacio que no sea el de Cactus, el bar de la calle Pringles, que al ser de comida mexicana, tiene una estética muy cercana a aquel país, siempre relacionada con una serie de elementos en común como sombreros grandes, calaveras, diablitos y todo lo que rodea la cultura azteca. 

 

 

 

 

 

De hecho, en la primera pasada del jueves las y los modelos salieron con un sombrero mexicano que mostraron de cerca mesa por mesa y se ganaron el primer aplauso de la noche.

 

Otro acierto de la producción fue la elección musical que acompañó cada pasada. Siempre con la mirada en décadas atrás, “Living on my own”, de "Queen", y “Last train to London”, de "Electric Light Orchestra", fueron algunos de los clásicos que se escucharon mientras transcurrió el desfile y que oficiaron de preludio para el final a puro baile, con "Thriller", de Michael Jackson.

 

Las modelos animaron al público de las mesas a continuar al ritmo de la canción en un momento de fiesta que se extendió por un buen rato y que le dio el espíritu final a la celebración.

 

Sobre el final, José Videla, el diseñador de todos los vestidos que se vieron y que surtirán su negocio en la temporada primavera-verano, agradeció a los presentes por asistir a su noche y prometió nuevos encuentros, siempre con el color como inspiración.