Nano Stern: canto a la diferencia y a la esperanza
El chileno abrigó la ilusión con un puñado de obras deudoras de un movimiento que necesita más exponentes.
En algún lugar no del todo visible, las canciones de Nano Stern tienen una cuota de optimismo. Se puede adivinar en los ritmos alegres, en la risa cómplice y, fundamentalmente, en las letras que son un abrigo de esperanza para tiempos desesperanzados.
Hizo falta abrigo en la fría noche del viernes en la sala Hugo del Carril. Y Nano, trovador chileno que recorre el mundo, supo brindarlo con su simpatía y su música.
Ante un público menor del esperado y el merecido, el cantante recorrió parte de su carrera conformada por canciones sobre el amor, las separaciones, la naturaleza, la belleza y las realidades sociales.
Una copa de vino y los excelentes Cristian Carbacho y Ramiro Durán fueron los compañeros de Stern arriba del escenario. Abajo, atento, agradecido, un público conformado mayormente por músicos locales, un detalle no muy frecuente en los recitales de San Luis y que sirve para graficar la calidad del visitante.
Con marcado asiento en lo folklórico pero con visitas al rock, al jazz y a la fusión permanente, el chileno dijo estar muy contento por su paso por San Luis y pugnó porque esta primera vez sea la apertura de un camino de más visitas a la provincia.
El poder de la canción que en su país enaltecieron Víctor Jara y Violeta Parra como figuras solistas y Gato Alquinta y Roberto Márquez como parte de grupos históricos, encuentra en Stern un digno descendiente con un poder descriptivo amplificado, aunque siempre deudor de sus antecesores.
El show en San Luis fue parte de la gira cuyana que el cantante hizo en camioneta, cargado de instrumentos y acompañado por un numeroso equipo que también suele acompañarlo cuando hace viajes más grandes por Europa o América del Norte.
Poeta de versos libres y postura de aprendiz, Nano hizo en San Luis sus canciones más conocidas como “Mil quinientas vueltas”, “Carnavalito del ciempiés” y una emotiva versión de “Te recuerdo Amanda”, el clásico de Víctor Jara. Aunque la mayor parte del show estuvo basada en las canciones de “Aún creo en la belleza”, su disco más reciente, de esperanzador título.
Antes de la presentación del trasandino, la puntana Vicky Lo Giudice aprovechó para hacer cuatro temas propios y, como casi siempre sus recitales, acaparó la admiración y la atención de quien la escucha.


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