"Que Santarone se haga cargo porque quedé incapacitado para toda mi vida"

Tener un 33% de incapacidad en el pie es frustrante. No puedo hacer deportes, no puedo caminar bien y mucho menos conseguir un trabajo”, expresó Saúl Villegas, el joven que conducía una moto y fue arrollado por Facundo Santarone. El hecho fue el 19 de diciembre de 2022, en la esquina de Caseros y Junín, tal como figura en el acta policial. En el accidente también resultaron heridas Agustina y Virginia Pipitone, dos mujeres que conversaban paradas en la vereda. Villegas reclama lo mismo que ellas: que Santarone se haga cargo, porque ni siquiera el seguro se comunicó con él y tuvo que hacerse una operación de urgencia en el pie. Junto a su abogado preparan una intimación.

Sobre la jornada del accidente el motociclista explicó lo mismo que Pipitone, quien conversó con El Diario días atrás. “Llegué a la esquina de las Caseros y Junín, frené, seguí, cuando fui a poner segunda, siento que me golpea el Peugeot 3008. A lo único que me dio tiempo fue a levantar un pie y soltar. Me impactó de lleno, giré y salí volando, ahí sentí un fuerte golpe. En ese momento no lo sabía, pero caí contra las chicas. Tenía el casco que se trizó cuando caí al piso, pegó contra el cordón en la parte de atrás, la cabeza casi da en el cordón. Me saqué el casco, se acercaron unos chicos, me dijeron que me quede tranquilo. Cuando pude acomodar la cabeza vi a Agustina tirada y a su prima un poquito más allá”.

El dueño de la moto, una Suzuki, modelo AX100, explicó que se tuvo que quedar tendido en el suelo. “Conmigo volaron la billetera y el celular. Del otro lado vi la moto que estaba metida casi abajo del auto. En eso observé que el señor Santarone se bajó del auto y escuché que dijo: “No lo vi, el chico se cruzó”. Todos empezaron a decirle que no, que yo ya estaba pasando y que él iba muy rápido. Él respondió: 'Sí, sí, yo fui, tuve la culpa del accidente, me voy a hacer cargo'. En eso llegó la ambulancia, las dos chicas estaban en shock. Se asustaron por el impacto, yo caí literalmente encima de ellas, que estaban charlando lo más bien”, recordó.

“Agustina y Virginia me preguntaron si yo estaba bien, les dije que sí, me dolía todo. Se llevaron a las dos chicas y al último me entablillaron, me subieron a la ambulancia y me llevaron al hospital Ramón Carrillo”, indicó el joven. Y agregó: “Debo haber estado casi dos horas, me hicieron el test de alcoholemia. Entiendo que es protocolo, dio negativo, porque yo estaba trabajando. Me hicieron radiografías y observaron que tenía un desplazamiento del pie y el hueso del tobillo estaba limado, se me había reventado por el impacto. Así que me pusieron el yeso y estuve doce horas en observación por la contusión en la cabeza, por si llegaba a tener un mareo o vómitos”.

A los días le dieron el alta al conductor de la moto, y en enero lo operaron de urgencia. “Me pusieron dos clavos canulados que consiguió mi mamá, ella fue quien se puso en movimiento para conseguirlos, porque si no los tenía que pagar yo. Estuve casi cuatro meses con yeso. Si me miran el pie no tengo tobillo”, dijo y aseguró que no recibió jamás el llamado de Facundo Santarone. “No se hizo cargo de nada. Ni siquiera me llamaron de su seguro, supe que a las chicas sí las llamaron, pero también me enteré que el dinero que les ofrecían era un chiste. Fui a mi seguro, ahí me dijeron que sí o sí se tenía que hacer cargo el seguro de quien provocó el accidente. Junté todos los papeles, de todos los estudios que me tuve que hacer de la operación, también voy por todo”.

Saúl Villegas expresó que quedó golpeado física y psicológicamente, “ni siquiera mover el empeine, hice rehabilitación durante 6 meses en el que hoy es el hospital pediátrico, recuperé un montón la movilidad y todo, pero lastimosamente tengo un 33% de incapacidad. No puedo estar parado, no puedo hacer fuerza, los cambios de clima me provocan dolor. Por suerte me puedo parar, aunque camino con dificultad”, señaló.

Villegas indicó que su abogado está con asuntos médicos personales, “cuando salió la nota de las chicas (Agustina y Virginia) nosotros estábamos con los trámites para iniciar una intimación”, dijo.  “Como ellas, estoy mal porque toda mi vida hice deportes, jugué al ping pong, hice pelota paleta, fútbol y la verdad que ahora no sé lo que es correr, no puedo saltar, no me puedo ni agachar bien porque el pie no baja, no se mueve. Siento frustración porque hacía un montón de cosas, trabajaba en descarga de mercadería y hasta hice albañilería, pero ahora no puedo hacer nada”, afirmó desanimado. Y añadió: “Esperábamos un llamado, pasó mucho tiempo, hicimos los estudios de incapacidad. Somos jóvenes los tres y esto nos marcó para toda la vida. Si no hubiera sido por ellas me habría reventado contra la pared o vaya a saber dónde terminaba porque ellas frenaron mi caída”.

Al finalizar su relato Saúl Villegas dijo que busca, lo mismo que Agustina y Virgina, "que este hombre se haga cargo, porque quedé incapacitado para toda mi vida. Fue todo muy complicado y muy jodido a la vez pero la verdad que sí pudo haber sido mucho peor”, concluyó.