De una adulta a su niña interior

Dos años de gestación le llevó a Verónica del Río parir “Entre el cielo y la tierra”, su tercer álbum de estudio que se puede escuchar en todas las plataformas virtuales y que conmueve a la artista villamercedina porque fue un trabajo muy esperado.

 

Acompañada por colegas que se transformaron en amigos, Verónica grabó una serie de canciones que transitan por distintos ritmos como el folclore, el flamenco y la música uruguaya, entre otros.

 

“Intenté generar una fusión que creo muy interesante junto con el género canción plagada de ritmos latinoamericanos y gallegos”, expresó la villamercedina.

 

Para la cantante, este proyecto fue ambicioso. Luego de ganar una de las becas más importantes que otorga el Inamu, Del Río decidió poner manos a la obra y encaró las canciones que, entre la grabación, edición, mezcla y mástering  le llevó dos años culminar.

 

“Este álbum alcanzó un nivel de madurez en la producción, que fue comandaba por Martín Valenzuela que impregnó su genialidad para que salga hermoso”, agregó.

 

Verónica aseguró que siente orgullo al ver finalizado el disco. “Avanzar y haber llevado hasta el final de su recorrido a este proyecto en una situación actual muy difícil como la que vivimos todos en el país es un gran logro. Estoy muy contenta, muy orgullosa de que el disco pueda estar en más de 150 plataformas”, explicó.

 

Al revés de muchos colegas, la compositora decidió lanzar un disco completo, en vez de singles, porque sentía la necesidad de realizar un trabajo completo que involucre a otros colegas aunque muchas veces pensó que no era el momento. Pero lo logró.

 

“Me parecía interesante lanzar un álbum aunque no fue para nada fácil porque los números para costearlos se hicieron demasiado altos. Uno de los impulsos que me llevó a realizarlo fue la beca que recibí. Ya tenía las canciones compuestas, luego elegí a los músicos y comenzamos las grabaciones", contó la villamercedina que en medio del proceso comprendió que, quizá, no era el momento adecuado para llevar adelante el proyecto. 

 

Sin embargo, la llegada a buen puerto la llena de buenas sensaciones, como el agradecimiento y la satisfacción de escuchar el trabajo terminado. 

 

Si ahora le preguntan a Verónica por su próximo disco, lo primero que le surge responder es que no habrá. La cantante está decidida a empezar a mostrar su arte por medio de canciones sueltas. 

 

De acuerdo a lo poético, los temas de “Entre el cielo y la tierra”, siguen la línea de los trabajos anteriores, entre los que se enumeran el despertar de la conciencia, la revelación de secretos ocultos del alma, del ser humano, la conducta, la psicología de cada persona, entre otros. 

 

“También retrato el amor en todas sus formas. Desde el amor de un compañero hasta el de la familia o el amor propio. Todas cuestiones que se plantearon y también he trabajado con otros poetas. Por ejemplo, Santiago Albornoz, un escritor que ya falleció, me dejó dos cuadernos antes de morir, y sentí que en sus poemas dejó el alma. Era imposible que dos de mis canciones no fueran de su autoría”, recordó.

 

César Guerberoff, Flavia Calderón, Walter "Checho" De Battista, Carlos García, Ariel Garro, Bruno Donosso y Tadeo Escudero fueron los músicos que se sumaron al disco de Verónica. “Con muchos me conocía desde la adolescencia, a otros les venía muy bien la fusión de ritmos y muchos fueron sugerencia del productor que quedarían muy bien con las composiciones y no se equivocó”, destacó Verónica.