El duro descargo de una actriz a la que DOSEP le negó su tratamiento oncológico

Actriz de carácter, mujer de ir al frente, persona con ganas de vivir, Laura Oro había decidido preservar su proceso de salud pero la negación por parte de DOSEP de hacerse cargo de su tratamiento la empujó a hacer un emotivo posteo en donde cuenta, obligada y pormenorizadamente, su calvario. 

“Me veo en la urgencia de volver a exponerme ya que me veo negada a mi derecho a la salud por parte de DOSEP a través de su auditoria externa FEFARA”, comienza la mujer que hace ocho años fue diagnosticada con carcinoma de cuello de útero. 

Su enfermedad la hizo pasar por tratamientos de quimioterapia y rayos y fue intervenida siete veces, producto de los efectos colaterales del cáncer. “Una de las consecuencias es que soy ostomizada de por vida”, dijo la actriz.

Con la hidalguía con que lleva adelante su enfermedad, Laura contó que es dializada cada cuatro meses y que se hace controles exhaustivos. Sin embargo, gracias a una fuerza de voluntad que mostró también en cada uno de sus proyectos sobre el escenario, volvió a trabajar con las mismas exigencias de cualquier persona. Recordó en su extenso escrito que participa de cuanto proyecto artístico y vital la conmueva. 

“Nunca utilicé mi enfermedad para ningún beneficio y huí de cualquier condescendencia y victimización”, siguió la actriz que en 2015 ganó la Fiesta Provincial del Teatro con “Blanco”, una arriesgada obra que la mostró con toda su capacidad artística. 

Pese a las fuerzas que le puso a la enfermedad, Laura se sintió caer cuando su doctora le avisó que la obra social del estado provincial mantenía su postura de negar el tratamiento. 

El cáncer que padece -que se agravó en noviembre del año pasado- no tiene posibilidad de cirugía ni radioterapia. Tampoco cura. “Solo se puede controlar con tratamiento de por vida para mantener al tumor quieto y que no avance”.

De enero a marzo, hizo tres ciclos de quimioterapia con Paclitaxel y en abril detectaron que la actividad tumoral había bajado, por lo que le recomendaron tres ciclos más de quimioterapia con la misma droga. “Al inicio del primer ciclo de la segunda etapa tuve una reacción alérgica severa a la quimioterapia, me broté por todo el cuerpo como si tuviera varicela. Me suspendieron la quimio y me mandaron a la alergista”, continuó.

La nueva profesional le prohibió a Oro continuar con el tratamiento ya que descubrió una reacción alérgica celular tardía y había muchas probabilidades de desarrollar otras patologías. Los análisis ordenados por la oncóloga revalidaron la postura y la profesional no tuvo más opción que pedir un nuevo tratamiento. Allí comenzó una nueva etapa de su lucha con DOSEP.

Dijo la mujer que tres veces la obra social realizó observaciones de supuestos auditores (“sin firma ni matrícula, es decir no sabemos quiénes son”) para no autorizar. “Tres veces mi oncóloga respondió adjuntando documentación de por qué necesito ese tratamiento y no otro por los riesgos a mi salud y a mi calidad de vida”.

Las humillaciones a las que se vio sometida la paciente por parte de la obra social no quedaron en la negativa al tratamiento. La semana pasada le hicieron una encuesta “vergonzosa” a la que respondió con su habitual entereza. 

A principios de semana, DOSEP avisó que no se harán cargo del tratamiento bajo la excusa de que el medicamento que necesita, Pembrolizumab, no está en el Vademecum de Fefara ni de la obra social del estado sanluiseño. Y Oro, hija del médico Eduardo Oro y hermana del periodista Pablo Oro, sintió la necesidad de contar su bronca y su desazón. 

Lo hizo con  algo de ironía en algunos pasajes del escrito, como cuando especuló en su perfil de Facebook que las autoridades de la obra social provincial deberán pensar “qué vamos a gastar plata en ella si en dos o tres añitos estará muerta…”. “Ahora, sin tratamiento, posiblemente sea menos tiempo”, dijo la actriz que anunció que iniciará acciones legales, bajo la esperanza de que la Justicia sea más rápida que la enfermedad. 

“Me  acaban de dejar abandonada. Mi derecho a la salud vulnerado. Hace ya más de un mes que estoy sin tratamiento. Ahora comienza la carrera entre tiempos legales y tiempos vitales. Veremos quien gana”, concluyó Laura. 

Debería estar tranquila. En el mundo del teatro, al que ella suscribió con pasión, generalmente ganan los buenos.