Alberto en el PJ: "El peronismo nunca muere y va a seguir luchando"

La impresión que dio Alberto Rodríguez Saá ayer en la sede histórica del Partido Justicialista, sobre la calle Bolívar en la capital puntana, es que aún cuenta con la convicción que lo llevó a gobernar la provincia por 16 años.

Por dos horas, el líder natural e histórico del peronismo en San Luis disertó sobre la historia del partido, sus años de resistencia y proscripción, llamó a unir fuerzas y redoblar la militancia y a su vez, desoír liderazgos por fuera de las fronteras provinciales y fortalecer los propios.

“El peronismo nunca muere, porque somos nosotros y va a seguir luchando hasta que haya una patria justa, libre y soberana”, apuntó en uno de los pasajes de su disertación, que formó parte del curso de Formación Política de la Fundación Luminar. Eugenia Catalfamo, a cargo de la organización y exsenadora nacional, apuntó que el ciclo tendrá una segunda etapa a partir del 27 de julio.

Marcelo Amitrano, el senador nacional Fernando Salino, y Cristian Niño, otros de los referentes peronistas que formaron parte del ciclo, se sentaron al lado del exgobernador. Tras unas breves palabras de sus acompañantes, Alberto disertó por dos horas, sin un libreto mayor que algunos apuntes, con lujo de detalles. La atención fue máxima. Allí había diputados provinciales, concejales, intendentes de mandato cumplido y excandidatos de las elecciones de los años pasados.

Lo primero que hizo Rodríguez Saá fue la sugerencia de que tras la conclusión de los ciclos, se genere un documento único con los argumentos para que el peronismo vuelva a gobernar. Este instrumento sería la vía para militar nuevamente. “Cada palabra tiene un extraordinario significado y dirección. En esa hora de encuentro con otros con el documento, verán cómo se transforman ustedes y los que están al lado”, apuntó.

Luego, Rodríguez Saá hizo un repaso ágil, pero detallado del derrocamiento de Juan Domingo Perón en el 55; la proscripción del 56 al 64, y el tercer y último gobierno del líder. “Esos meses del último gobierno, Perón dijo que iba a cambiar el apotegma “Para otro peronista no hay nada mejor que otro peronista”, por "un argentino con otro argentino". No había venganza. No aprendimos ni el peronismo ni el antiperonismo”, reflexionó.

Para Alberto y el auditorio fue ineludible pensar en la realidad que vive el país y la provincia. Rodríguez Saá apuntó a diferenciar y fortalecer convicciones y referentes propios y no ajenos. “Hay dos situaciones, la nacional y la provincial, que no son iguales. En Argentina los gobiernos nacionales, uno a uno, tienen los índices en contra y las provincias, la gran mayoría, tienen los índices a favor. Los desgobiernos no han sido provinciales, sino nacionales”, apuntó.

“Si seguimos a Nación, vamos al precipicio. La casa está rota y la gente está afuera. Acá la casa no está rota y nadie la votó para que la destruyeran. Nosotros acá tuvimos 40 años de gobierno. Si hay algo que nos quedó a mitad de camino lo hacemos. Ningún porteño ni ninguna conducción fuera de la provincia nos va a salvar a nosotros”, concluyó ante el aplauso del auditorio.

Por último, contestó algunas preguntas de los asistentes al curso. Todos eran jóvenes; muchos de ellos salieron inspirados, allí se estaba dando la transmisión de saber de una fuerza política que sigue renovándose.