La creciente inseguridad hizo aumentar la demanda de cámaras y alarmas

El constante aumento de hechos de inseguridad que viven a diario las familias puntanas provocó que aumentara la demanda tanto en la contratación de empresas que brindan servicios de seguridad domiciliaria como así también la compra de cámaras y alarmas.

 Los comercios consultados por El Diario de la República coincidieron en que en los últimos meses aumentaron tanto las consultas como la compra de cámaras de video, sistemas de alarmas y la contratación de los sistemas de control por monitoreo.

Guillermo Medina, dueño de una de las empresas que brinda estos servicios, comentó que “actualmente tenemos muchas consultas y la gran mayoría son casas de familia. Antes había como dos temporadas donde aumentaban las consultas y las instalaciones: antes de las vacaciones de invierno y de verano. Pero ahora se igualó la cantidad durante todo el año por la percepción de inseguridad que tiene la mayoría de la gente. Ahora muchos vinieron porque han visto que hay muchos robos, y por eso quieren poner cámaras o alarmas”.

Medina contó también que “ahora veo algo que antes no se daba tanto: viene más gente que años anteriores a consultar porque se sienten inseguros, pero menos son los que pueden concretar la instalación, porque no les alcanza por la situación económica que estamos viviendo”.

Según explicó el experto: “La cámara tiene una función disuasiva y permite ver qué pasa en el interior y exterior del domicilio cuando el dueño no está. Pero esto no evita algún posible robo. Mientras que la alarma evita los robos”. Pero insistió en que “las cámaras a los clientes los dejan más tranquilos porque les muestra lo que está pasando en todo momento”.

Sobre las zonas donde más se instalan este tipo de elementos, destacó que “hay de todo: zonas específicas donde la inseguridad es más alta. Por ejemplo, ahora tenemos más demanda del barrio San Martín y del barrio Edén, además de la zona contigua al hipermercado de la Avenida del Fundador”.

Frente a los precios dijo que los clientes reaccionan de distintas maneras: “La persona que está decidida viene, pide presupuesto, y lo concreta. Ese, generalmente, ya sufrió algún hecho de inseguridad. Pero hay otros que tienen intenciones, averiguan y cuando ven el número final se espantan”. Y aseguró que “la mayoría de nuestros clientes hoy son casas de familia. Los comercios están muy golpeados, y las industrias ya no destinan presupuesto para seguridad”. 

La empresa de Medina es representante de una marca de alarmas de vehículos y destacó que “los robos de autos se dan por oleadas, a veces en una misma semana aparecen un montón de clientes a quienes les han robado algo del auto. Parece que hubiera una banda o un grupo que sale a robar autos en una sola semana y después pasa mucho tiempo sin novedades".

Sistema de monitoreo   

Luz es vendedora de sistemas de monitoreo de seguridad para una reconocida marca nacional y contó que “en los últimos meses hemos notado mayor demanda, pero a la vez el valor de los servicios se le hace muy difícil a la gente de poder contratarlos. Y muchos llegan diciéndonos que les han entrado a la casa, o les intentaron entrar o directamente que les robaron”.

La mujer explicó que “tener una alarma para que suene cuando la persona no está en su domicilio, solo molesta a los vecinos y no evita ningún hecho de inseguridad. En cambio, con el sistema de monitoreo, no se molesta a nadie y el cliente puede evitarse un problema, porque recibe el aviso apenas se detecta una anomalía”. También dijo que “el mismo servicio viene con una aplicación para que el cliente haga el seguimiento con su celular”.

Ahora que también se instalan cámaras en las viviendas, Luz explicó que “al tenerlas conectadas con una alarma, si el cliente quiere se le puede enviar una video notificación para que vea qué sucedió antes de llegar a su casa”. Y desde ya que los primeros en contratarlos fueron aquellos que sufrieron algún robo o vandalismo en su propiedad: “Varios nos dicen que les rompieron alguna puerta y les entraron”. Pero también comentó que “viene gente para prevenirse porque ya conocen algún caso en su barrio y vienen a protegerse. Sobre todo ahora que aumentó la ola de delincuencia, entonces muchos empiezan a preocuparse y buscan poner seguridad en sus propiedades”.

Además, dijo que “esta semana al menos recuerdo tres episodios de intentos de robos en viviendas que cuentan con nuestro servicio y los controladores los detectaron. Y ahí la gente nos pide más refuerzo y equipamientos de seguridad”. Por ejemplo, contó que “algún cliente no puso alarmas en la parte del fondo de la casa y por ahí intentaron ingresar. Eso lo decidió a poner más equipos en la parte exterior de la vivienda”.

Como los valores de estos servicios son muy onerosos, Luz señaló que "para algunas familias una de las opciones que se buscan es el comodato de los equipos (se devuelven en un plazo determinado) y hay promociones del 50% en el valor mensual del monitoreo durante los primeros seis meses".

Mariana es una de las vendedoras de un importante comercio de electrónica ubicado en Colón entre Pringles y Junín, y destacó que “en estos últimos meses hemos tenido muchos pedidos y ventas de productos de seguridad como cámaras IP, tanto internas como externas. Todo lo que son sistemas de seguridad se ha estado pidiendo mucho”.

La joven vendedora explicó que hay diferencias entre los dispositivos que van dentro de una vivienda y los que se instalan en el exterior: “Las que se ponen afuera soportan las piedras y están hechas con materiales más resistentes a la intemperie”. También detalló que ambas tienen las mismas funciones “y las dos se pueden controlar a través de una aplicación que se baja en el teléfono celular o en la computadora. A través del celular también se puede manejar el control del movimiento de la lente de la cámara, porque hay modelos que tienen la posibilidad de girarla 360 grados”.