Cómo terminó sus días Jaime Sarlanga
Uno de los grandes goleadores que tuvo Boca Juniors tuvo un trabajo muy alejado del mundo del fútbol al final de su vida.
Muchas viejas glorias del fútbol al dejar la profesión se fueron perdiendo en el tiempo, más allá de los goles, jugadas y triunfos que aportaron a lo largo de su carrera. Lo cierto es que los jugadores suelen jubilarse, tanto en el pasado como ahora, a muy temprana edad; si es que se lo compara con otros trabajos.
Los futbolistas argentinos suelen dedicarse a una variedad de actividades una vez que se retiran de las canchas. Muchos deciden seguir ligados al mundo del fútbol, ya sea como entrenadores, comentaristas deportivos o directivos de clubes. Otros optan por emprender negocios relacionados con el deporte, como academias de fútbol o tiendas de artículos deportivos. También es común ver a ex jugadores argentinos incursionando en el mundo del espectáculo, ya sea como conductores de televisión, actores o modelos.
Pero también existe una gran cantidad de futbolistas retirados, especialmente en los comienzos del profesionalismo, que debieron incursionar a otro tipo de actividades completamente diversas y muy alejadas al mundo de la pelota. Uno de esos casos es el de Jaime Sarlanga, el quinto máximo goleador de Boca.
Jaime Sarlanga, ídolo y goleador del azul y oro
El debut oficial de Sarlanga tuvo lugar a los 18 años en el Sportivo Delta de Tigre, donde su habilidad en el campo captó la atención de colegas, periodistas y seguidores. Desde entonces, fue conocido como "Piraña", apodo que generaba diversas interpretaciones, siendo la más común la asociada a su constante disposición para atacar, aunque la realidad podría ser distinta.
Gracias a su talento natural y su dedicación, Sarlanga se convirtió rápidamente en una leyenda del deporte argentino, destacándose como delantero central y siendo reconocido como el "9 de área" por su capacidad para estar siempre listo para atacar el arco rival. A lo largo de su carrera, obtuvo un total de 8 títulos, incluyendo campeonatos como los de 1940, 1943 y 1944, así como la Copa Carlos Ibarguren en 1940 y 1944, la Copa Competencia Británica y las Copas Confraternidad en 1945 y 1946. Inició su trayectoria en Defensor, pasando luego por las divisiones juveniles del Sportivo Delta de Tigre antes de debutar en Primera División en 1934. Posteriormente, tuvo un breve paso por Ferro, donde formó parte de una destacada línea delantera junto a Bernardo Gandulla y Raúl Emeal.
Sin embargo, fue en el Club Atlético Boca Juniors donde Jaime Sarlanga dejó una huella imborrable. Junto a Gandulla, quien previamente había jugado en Vasco Da Gama en 1939, Sarlanga se consagró campeón del Torneo de Primera División de Argentina en su primera temporada con el Xeneize. El impacto del abuelo de Juan Pablo Sarlanga en Boca Juniors aseguró su lugar en la historia del fútbol argentino.
La carrera laboral de Jaime Sarlanga comenzó en 1935, cuando se incorporó a la 5° división de Tigre, pasando al año siguiente a la 4° de la mañana, llegando a una final que pierden contra Racing. Luego de algunos partidos en 2° y en primera división, ingresó en 1936 a Ferro Carril Oeste, junto con Juan José Maril y Alfredo Borgnia. Más tarde integró el primer equipo juvenil de la Selección que fue a Dallas para participar de los Juegos Panamericanos. También formaron parte el arquero Bruno Barrionuevo, los defensores Antonio Battaglia y Héctor Gualdoni, los volantes Luis Carniglia y Alfredo de Terán,,los delanteros Ángel Laferrara, Emilio Baldonedo y Aristóbulo Deambrosi, entre otros.
A su regreso jugó varios amistosos y se forma la famosa delantera con Juan José Maril, Borgnia, Bernardo Gandulla y Emeal, En 1939 se disuelve el conjunto y entonces, al año siguiente, pasó a Boca Juniors. Allí jugó hasta 1948 y tuvo grandes satisfacciones, como fue la conquista de los campeonatos de 1940, 1943 y 1944. Pasó luego a jugar en Gimnasia y Esgrima de La Plata (entre 1949 y 50) y al año siguiente lo contrató Danubio, de Montevideo, donde finalizó su paso por las canchas.
Pero ya el año anterior a su retiro, se había instalado con una fábrica de pinturas en Ramos Mejia y al abandonar el fútbol se dedicó de lleno a ese trabajo. Cuando tenía 49 años, apenas un año antes de morir por un infarto repentino, lo dejó para incorporarse a CEDAMA, una distribuidora medicinal, junto a sus ex compañeros Rongo y Villafañe, ex arquero de Tigre.
La inesperada muerte de Jaime Sarlanga
La noticia impactó a todas las redacciones de los diarios nacionales, cuando el 24 de agosto de 1966, el abuelo del empresario Juan Pablo Sarlanga moría, a los 50 años, de un infarto masivo e inesperado.
Así lo describió con tristeza El Gráfico, en su necrológica publicada el 30 de agosto de 1966: “Dicen que se fue. Que se fue así, de improviso, sin que nadie lo imaginara, casi en silencio... Así vivió, así pasó por la vida, con la liviana fragilidad de esos cincuenta y siete kilos metidos en el cuerpo delgado, en el tórax estrecho... Apenas tocando el suelo, sin hablar, escapando siempre por los laterales, picando siempre. Liviano, tenue, cambiando fuerza por calidad, canjeando ruido por silencio”.
Si bien dejó este mundo demasiado pronto, fue claro que Jaime Sarlanga no sólo dejó su huella e infinidad de goles en los clubes que defendió, sino también en el mundo del fútbol argentino


Más Noticias