Dieciséis embalses están bajo cota, algunos en nivel crítico
El más complicado es el de Saladillo, con -9,84 metros. Uno solo está por encima de nivel, el dique Chico.
Tras el crítico panorama que generó la falta de lluvias en San Luis el año pasado, con registros de precipitaciones que fueron de lo normal a inferiores, la mayoría de las 20 presas y los embalses provinciales muestran una recuperación, aunque la mayoría está bajo cota.
Según el último registro de cotas de San Luis Agua, Saladillo está por debajo en -9,84 metros; La Estrechura, -4,43 y Cruz de Piedra, -3,46. La particularidad es que estos diques hace mucho tiempo que no tienen una cota positiva.
Los diques que están entre uno y dos metros bajo cota son San Felipe, con -1,76; La Huertita, -1,41; Las Palmeras, -1,1; Los Manantiales, -2,2; Luján, -1,77; Paso de las Carretas, -2,4; Nogolí, -2,4; y Potrero de los Funes, -1,12.
En su sitio oficial, San Luis Agua informó ayer que tras la última lectura el Antonio Esteban Agüero, Berta Vidal de Battini, Boca del Río, La Florida y Piscu Yaco están también bajo cota, aunque con valores menores. En cero están San Pedro, Vulpiani y Embalse Villa Mercedes. El único que está sobre cota es el Dique Chico (0,01).
Recién a mediados de marzo el dique La Florida recuperó su nivel, después de atravesar varios meses en situación extrema, tanto que puso en riesgo el abastecimiento para una porción importante de habitantes, ya que de allí se llenan las redes domiciliarias del denominado Gran San Luis.
Lo mismo ocurrió con el dique Antonio Esteban Agüero a principios de abril, cuando después de permanecer con más de diez metros bajo cota, los vertederos comenzaron a desbordar después de las esperadas lluvias.
Además de garantizar el agua para consumo humano de las mayorías de las localidades de la provincia, los diques más importantes proveen, a través de acueductos, el recurso para la producción ganadera y zonas para cultivos intensivos bajo riego.
Los dos espejos de mayor importancia para el agua de consumo ganadero son Paso de las Carretas y Nogolí, de donde salen los acueductos que recorren más de 650 kilómetros cada uno para llegar a más de un millón de hectáreas.
Otros embalses claves para la producción intensiva bajo riego son La Huertita y San Felipe. El primero proporciona agua a más de tres mil hectáreas del corredor productivo Quines-Candelaria, mientras que el segundo lo hace entre San Pablo-Tilisarao y Santa Rosa del Conlara.
San Luis Agua administra una red de canales que conducen agua cruda de forma gravitacional, que abastece a más de 1.200 usuarios. ¿Habrá algún plan si se repite la ausencia de lluvias?


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