Un alimento con el poder de una vacuna para la industria avícola

La industria avícola enfrenta actualmente la resistencia de algunas bacterias a los antibióticos. La solución podría estar en un reciente hallazgo de dos estudiantes de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) que desarrollaron un alimento con poder de vacuna que activa el sistema inmunológico de los animales, con lo cual se evitaría el uso de medicamentos específicos.

Uriel Miralles está en el último año de la Licenciatura en Biotecnología de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia de la UNSL, y Jeremías Conrero, su socio, que estudió en la Universidad Tecnológica de Córdoba la Tecnicatura en Mecatrónica.

Ambos llevan adelante una startup, una empresa emergente que se basa en un proyecto científico. Esta startup se llama Biospi, y de ella Uriel es  director ejecutivo y cofundador.
Se trata de una tecnología que les permite ser una plataforma de producción de diferentes biomoléculas, como pueden ser proteínas, que es lo que les interesa. 

Reemplazo. Con este producto se reduciría el uso de antibióticos, que son de alto costo para la industria.

Dentro de la industria se denomina plataforma de biomanufactura, es decir, fabricar a través de la biología diferentes componentes esenciales para diferentes industrias, como vacunas, biocombustibles, fitosanitario, fertilizantes, entre otras útiles para la producción agropecuaria. 

“El primer producto que estamos desarrollando es un alimento con el poder de una vacuna oral para la industria avícola”, detalló Uriel. 

Explicó que la iniciativa surgió al observar que hay un problema con la resistencia a los antibióticos usados para tratar las infecciones que ocurren en las granjas avícolas por bacterias, que producen diferentes enfermedades que llevan a pérdidas en la producción y a una dificultad para poder comercializar, ya sea la carne o los derivados de esa industria, como el huevo. 

“A veces la carne se vende infectada por bacterias y esas bacterias llegan a los humanos produciendo diferentes problemas, que pueden ser tan impactantes como el 80% de mortalidad en niños menores de 5 años o ser la principal fuente o causa de la gastritis en los adultos humanos”, indicó y advirtió este problema es mundial, ya que las mismas granjas permiten que esas bacterias prevalezcan al aplicar antibióticos que ya generaron resistencia.

El trabajo científico que se ocupó de buscar una salida a ese problema, el año pasado quedó seleccionado entre más de 300 startups en un programa de iGem Startups, una organización mundial de Biotecnología, con lo que pudieron viajar y ser finalistas para obtener el segundo lugar en el mundial de Biotecnología en Francia, donde compitieron con profesionales, investigadores y académicos de grandes instituciones como Harvard, Cambridge, Stanford y Oxford.

“Ganamos con esta idea de hacer una vacuna oral que no se enfoque, como hacen los antibióticos, en matar a las bacterias, sino el de enseñarle al sistema de defensa natural que tiene el pollo, el sistema inmunológico, a que se pueda defender de la bacteria y él mismo de forma natural pueda matarla. Y en una segunda infección volver a reconocerla y eliminarla, de forma tal que frente al sistema inmunológico no puede generar una resistencia. Es lo más valioso que nosotros podemos aportar como solución a la industria avícola”, explicó el joven investigador.

Destacó que con este producto se reduciría el uso de antibióticos, que son de alto costo para la industria y que además generan un problema en la biodiversidad del planeta, ya que no pueden degradarse, por lo que se acumulan: “Una vez que consumimos la carne de pollo adquirimos esos antibióticos pero no los degradamos, los eliminamos por orina y luego eso queda en los efluentes cloacales que después van a ir a los ecosistemas y ahí generan realmente problemas de impacto ambiental”.

“Nuestra vacuna es totalmente basada en la naturaleza, la impulsamos a través de biología sintética que es esta parte de la biotecnología que nos permite rediseñar sistemas naturales, es decir rediseñar organismos que existen en la naturaleza para que tengan características que antes no tenían y poder utilizar esta vacuna para finalmente tener una solución de bajo costo para la industria avícola, de fácil aplicación porque es oral y además de eso de poder mejorar la producción de la carne más consumida en el mundo, que es la carne de pollo”, recalcó.

Así de alto llegaron estos dos jóvenes que provienen de poblaciones pequeñas. Uriel es oriundo de Villa Tulumaya, en el departamento de Lavalle de Mendoza, y Jeremías de Pozo del Molle, un pueblo de Córdoba cerca de Villa María.

“Desde esos dos pueblos, ambos trabajando de forma virtual con intensa interacción, pudimos llevar una idea, un diseño a lo más alto del mundo y a competir a nivel mundial. Eso fue lo que realmente nos pone súper orgullosos de haber logrado, y de que la gente que nos ha podido apoyar en todo ese momento para viajar y vivir la experiencia, que fue extremadamente hermosa y súper enriquecedora”, dijo emocionado.

Recordó que el proyecto comenzó en 2021, luego de la pandemia, cuando descubrieron el potencial que tienen las microalgas, pequeños organismos que son pioneros en este planeta, una de las formas de vida más ancestrales y que tienen mucho conocimiento en su interior.

Uriel contó que empezó a investigarlas, a estudiarlas y fue descubriendo diferentes características que las hacen únicas. Luego de vincularse con la industria avícola y con otros problemas, como la ineficiencia y la alta demanda que existe en lo que se denomina biomanufactura o en las fábricas de origen biológico, fue que requirieron para poder sintetizar vacunas para hormonas para los diabéticos, como insulina, que tiene una alta demanda.

“Esas inquietudes fueron las que me llevaron a entender cómo podía usar un organismo que hace 3.500 millones de años existe en este planeta, para que venga y nos ayude a la humanidad y también al planeta para poder impactar en miles de millones de personas. Pero también que pueda impactar en términos ambientales, y es así como podemos competir con la industria química”, agregó.

El joven reveló que están encuestando a productores avícolas que tengan este tipo de problemas o que los ayuden a entender cómo pueden aportar a que la solución sea más personalizada para cada uno de ellos.

En definitiva, buscan que los productores tengan sus granjas libres de antibióticos, pero también que sean libres de agentes patógenos que puedan generarles una pérdida económica en su industria y también para poder impulsarlos y ayudarlos a que puedan producir de una forma mucho más amigable con el medio ambiente.

Pero a la vez que puedan producir mucha más cantidad para que más argentinos y más personas en el mundo puedan tener el acceso a un alimento de alta calidad, como es la proteína de pollo y que puedan acceder de una forma más fácil para combatir contra el hambre en el mundo.

“Este evento personalmente me inspiró como estudiante y agradezco a la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia y a la UNSL por poder difundir esta oportunidad del año pasado. Y es por eso que quiero devolver de alguna forma o mostrar lo que yo aprendí con otros estudiantes y con compañeros de mi universidad”, valoró. 

Así es como surgió la organización de charlas de personas referentes en Biotecnología y Biología sintética que se dará el 17 de mayo  próximo en la UNSL. Será abierta a todo el público y en especial a los estudiantes, de Biotecnología y de Ingeniería, de negocios, de Ciencias Políticas, porque “involucran a todas estas aristas y requerimos  que más estudiantes puedan conocer estas oportunidades que existen en el mundo y que logremos competir a nivel mundial”, dijo. Y adelantó que el 18 de mayo continuará el evento, para aportar y materializar todos los conocimientos que se aprendieron el día anterior.

El 17 de mayo enseñarán sobre "habilidades blandas", junto a Creators Lab, una organización de la cual Uriel es parte, para brindar talleres y capacitaciones para  impulsar a más jóvenes creadores de soluciones. 
"Jóvenes creadores que tengan un impacto positivo, que sean líderes en la sociedad para que puedan tener las herramientas y capacitaciones blandas para impulsarlos en el desarrollo de productos que puedan impactar directamente en la comunidad y que sea una solución para todos los ciudadanos de San Luis y de Argentina", proyectó.

Experiencia internacional
Uriel recordó que estuvo presente en el congreso global insignia de biología sintética más importante del mundo, como el Grand Jamboree 2023, organizado por la fundación Máquina Internacional de Ingeniería Genética (iGEM), por sus siglas en inglés, respaldado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y el iB50k  y organizado por el Instituto Balseiro- UNCuyo. 

Esto resultó de haber sido seleccionados entre los 15 mejores proyectos del mundo para representar no solo a la UNSL, sino también a la Argentina, e incluso a América Latina. 
Antes, fueron seleccionados entre los diez proyectos científicos tecnológicos de mejor nivel y con mejor proyección de negocios en el país. 

Cuando estuvieron en el encuentro de Francia, según el joven científico, tuvieron “el privilegio de establecer contacto con influyentes del jurado como Austin Che, cofundador de Ginkgo Bioworks, y John Cumbers, CEO de SynBioBeta. Este último nos extendió una invitación exclusiva para participar en su evento de biotecnología que se realizará en Estados Unidos el próximo año”. 

Celebración. Uriel y Jeremías enviaron agradecimientos desde Francia.

Este día culminó para los premiados de San Luis de manera excepcional con el encuentro con Drew Endy, reconocido como el padre moderno de la Biología Sintética: “La conexión que logramos con Endy ha sentado las bases para futuras colaboraciones”.

Cuando presentaron su proyecto en el startup village, recibieron la visita de jurados, inversores, creadores de otras startups y estudiantes. Fue un día clave para establecer conexiones con potenciales inversores y mentores, para fortalecer más su red de contactos.

Además de sus actividades principales en ese país, Uriel y Jeremías participaron activamente en una serie de talleres informativos y educativos sobre biología sintética, financiamiento, aspectos legales, economía y negocios, que les brindaron una visión integral y valiosa para el desarrollo futuro de BioSpi. Luego se involucraron en sesiones de networking, donde conocieron más startups y posibles inversores, aceleradoras e incubadoras.

Pero Uriel tiene más cosas para contar. Del 22 al 24 de noviembre representó a la UNSL en el Instituto Balseiro en la competencia iB50K, pronto volverá a dar buenas noticias.