SAN LUIS - Lunes 13 de Mayo de 2024

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La mejor genética de la región pasó por la prueba pastoril de Angus

Setenta toros de 55 cabañas de la raza más difundida en el país fueron calificados por un jurado tras pasar la primera etapa de evaluación fenotípica. Participaron cuatro establecimientos de San Luis, el resto eran de Córdoba y Santa Fe.

Por Roberto Vinuesa
| 28 de abril de 2024
Selección. Además de los aspectos fenotípicos, en la prueba pastoril se midieron cualidades reproductivas, productivas y de calidad de carne. Fotos: El Campo.

Bajo una incómoda y persistente llovizna, que sin embargo mejoró el ánimo de los productores, se realizó en Buena Esperanza la 22º Prueba Pastoril de Angus Centro, denominada Test del Río Quinto. En la competencia participaron 70 toros de 55 cabañas de Santa Fe, Córdoba y San Luis. 

 

Esta fue la primera prueba fenotípica de toros criados totalmente a campo, en una evaluación que se repetirá dos veces más para terminar con la elección del mejor reproductor logrado en esas condiciones.
Son toros de entre 13 y 16 meses de vida que conviven durante 9 meses bajo las mismas condiciones. Cada uno de ellos es sometido a pruebas y controles que van determinando cuáles son los mejores, despejando la influencia del ambiente, que es compartido. Por lo tanto, la intención es que expresen la mejor genética.

 

Esta vez se realizó en el imponente establecimiento Huelucán, del Grupo Tigonbu, donde los animales pasarán 300 días en una competencia cargada de entusiasmo y estímulos para seguir con la actividad.

 

 

Medición. Los registros obtenidos en la prueba luego se integrarán a una fórmula para poder determinar cuáles fueron los toros más destacados durante los nueve meses de evaluación.

 

 

Los toros que representaron a San Luis provienen de las cabañas La Benedicta, de Villa Mercedes; Tigonbu, de Buena Esperanza; El Arbolito, de Naschel, y El Viejo Zorzal, del Grupo Cavigliasso, en Villa Mercedes.

 

Fabián Otero, presidente de la asociación Angus Centro, recordó que, como desde hace 22 años, la prueba pastoril es una recría a campo de un grupo de animales que en esta oportunidad entraron en diciembre pasado a los corrales, en los que permanecerán hasta mediados de octubre.

 

“En la prueba se van midiendo distintos ítems y se van tomando datos. Dentro de los cuales  hay juras fenotípicas, donde un jurado seleccionó los animales para separarlos en cuatro grupos que otorgan puntajes; la segunda jura se hará a finales de junio o primeros días de julio y la tercera será en septiembre”, explicó.

 

En esta última, al toro se le medirá la ganancia diaria de peso, se le hará una ecografía de carcasa donde se sacan datos del área de bife y de la grasa intramuscular, que es lo que le da la terneza y el sabor a la carne, mientras que se determina su calidad seminal con la medición de  la circunferencia escrotal.

 

 

Son toros de entre 13 y 16 meses de edad que conviven durante 9 meses bajo las mismas condiciones. Cada uno de ellos es sometido a pruebas y controles que van determinando cuáles son los mejores.

 

 

Con todo eso se obtiene un índice reproductivo, carnicero y de ganancia diaria de peso.

 

“A través de una fórmula, se obtiene un mix que proporciona un ganador de la prueba en un ranking de todos los animales y se utiliza para vender todos los toros que completaron las etapas; esta vez el remate se hará en la Sociedad Rural de Río Cuarto el 11 de octubre próximo”, indicó. 

 

Otero preside la asociación desde hace doce años, cuando tomó la posta de Rubén Macagno, y después de trabajar en la organización junto a Matías Falco.

 

“El Angus en San Luis viene creciendo firmemente; me acuerdo que hace 20 años iba a la Expo Rural de San Luis y no vendíamos. Llevábamos algún toro Angus y ni de casualidad lo compraban, pero el gran trabajo que se hace desde la Asociación Argentina de Angus, considero que impulsó a la raza y San Luis fue dejando de ser tan Hereford para pasar a ser más Angus”, destacó al suplemento El Campo al finalizar la prueba.

 

De todas formas, aclaró que en la línea de Villa Mercedes hacia el sur de la provincia siempre hubo Angus, especialmente en la zona de Justo Daract. Otero aclaró que resulta difícil hacer comparaciones con la prueba del año pasado y la actual, ya que en 2023 hubo una seca tremenda y porque la hicieron en un campo de Río Cuarto.

 

En Huelucán, los Angus para prueba estuvieron desde 2019 al 2022: “Es un campo excelente, que tiene una muy buena oferta forrajera, por lo que a los animales realmente se lo ve lindos. De todos modos, esta primera prueba es la más difícil porque hay animales que tienen cuatro meses de diferencia de edad que en esta época se nota mucho. Cuando el toro es más grande ya no se nota. Es lo mismo que a nosotros nos pasa. Cuando somos jóvenes, cinco años es muchísimo, pero después ya de grandes cinco años no es nada”, dijo entre risas Otero.

 

También indicó que debe tenerse en cuenta que todos estos son 70 animales que un día llegaron, los mezclaron a todos, se pelearon hasta que lograron socializar, debieron acostumbrarse al cambio de agua, de hábitos y de comida. El productor aclaró que esta primera etapa es más difícil para los toros; a algunos les cuesta arrancar, por lo que algunos pueden estar en el grupo 2 o 3, y en la próxima jura estar directamente en el 1.

 

Maximiliano Iturrioz es el médico veterinario convocado, por primera vez, para la jura de Angus y en diálogo con este suplemento  destacó que “la torada es muy pareja, claro que obviamente a la hora de jurar hay que ver detalles de un toro al otro, pero en general es muy buena y muy pareja”. 

 

 

Selección. Además de los aspectos fenotípicos, en la prueba pastoril se midieron cualidades reproductivas, productivas y de calidad de carne.

 

 

“Según mi gusto personal, lo que buscamos en estos toros son características bien Angus, es decir, una cabeza chiquita y prolija, que no tenga prepucio, y corrección estructural; siempre hago hincapié en la corrección estructural porque son toros que después tienen que ir a trabajar, a servir vacas y tenemos que producir terneros, y si no tienen esa corrección, no funcionan”, explicó. 

 

Iturrioz contó que junto a su padre tienen una cabaña, que desde hace 50 años cría Angus en General Pico, La Pampa. Pero también allí y desde hace 30 años producen Hereford hay algo de Brangus. También se dedica a asesorar campos en aspectos genéticos y nutricionales.

 

En su opinión, el Angus “no tiene techo para crecer; es la raza madre del país, obviamente no teniendo en cuenta el norte, pero en esta zona predomina esta raza y creo que va a seguir creciendo más aún, igual que en La Pampa; en esos años de sequía o cuando falta el pasto, la raza Angus siempre es superior en preñez y destetes”.

 

Ya hay un antecedente de un toro ganador de esta prueba pastoril nacido y criado en San Luis.

 

Cuando los 73 toros de 44 cabañas llegaron en diciembre de 2019 al campo de Buena Esperanza había una clara mayoría de negros y eso hacía pensar que tal vez la competencia tenía más probabilidad de quedar una vez más en manos de un ejemplar con ese color de pelo. 

 

Pero a poco de andar, los colorados empezaron a pisar fuerte y ya para la segunda jura fenotípica se advertía que había un lote de punta que iba a dar pelea. 

 

Fue un colorado proveniente de la cabaña La Rinconada de los Cardos SRL, de San Luis, el ganador de la dura Prueba Pastoril Test del Río Quinto que Organiza la Asociación Angus Centro.

 

 

Prueba fenotípica
En el transcurso de la prueba, además de los aspectos fenotípicos, se midieron cualidades reproductivas (circunferencia escrotal y calidad seminal), productivas (ganancia de peso) y de calidad de carne (como área de ojo de bife y grasa intramuscular).

 

Los registros obtenidos en esas cuatro áreas luego se integrarán a una fórmula para poder determinar cuáles fueron los toros más destacados de la prueba pastoril realizada sobre pasturas consociadas.

 

Los datos de las pruebas serán provistos junto con los DEPs (Diferencias Esperadas de Progenie) de cada reproductor para que los interesados puedan tener toda la información disponible sobre los ejemplares.

 

Los organizadores de esta tradicional evaluación destacaron que esta competencia brinda a los productores que no participan en el circuito de exposiciones la oportunidad de comparar y evaluar su rodeo en un escenario donde los factores genéticos son el foco principal.

 

La evaluación es una suma de diversas características, con un puntaje, donde se van sacando los mejores toros en condiciones de pasto. 

 

Son las condiciones naturales de campo, entonces son toros que están criados en las condiciones del lugar y no preparados para un remate o una exposición.

 

El remate final que se hará en Río Cuarto tiene una clientela que viene a buscar un producto probado y en las condiciones donde va a tener que desarrollar su trabajo, según advirtió la gente de Angus Centro, que estos animales son los preferidos por ganaderos de monte de La Pampa y del oeste y sur de Mendoza, ya que vienen a buscar reproductores porque están en condiciones naturales y es lo que ellos eligen para sus exigentes campos.

 

Francisco Gabutti, de Cabaña La Benedicta, de Liborio Luna, San Luis, celebró el aporte de un toro de su establecimiento en esta prueba que le mostrará dónde está parado con su minucioso trabajo genético que despliega en su campo cerca de Villa Mercedes.

 

“Es nuestra tercera participación en la prueba. En todas las oportunidades fue en el establecimiento del grupo Tigombu; llevamos un toro de pelaje colorado nacido y criado en los campos duros de San Luis, hasta el comienzo de la prueba, que se dio en diciembre”, describió el productor y médico veterinario consultado por suplemento El Campo.

 

Detalló que el reproductor es un hijo de Gabacho sobre una madre Liborio Luna. Es decir que, por ambas partes, son familias consolidadas en facilidad de parto, con mucha precocidad y aptitudes carniceras, destacó.

 

55 son las cabañas de Córdoba, Santa Fe y San Luis que participan con sus toros de la 22ª Prueba Pastoril de Angus Centro, denominada Test del Río Quinto, y en la que este año intervienen 70 reproductores de la raza más difundida en el país.

 

“La decisión de participar se fundamenta en la constante búsqueda de objetivos productivos, basada en  formas de medir y evaluar los mismos objetivos en los individuos per se y comparándolos en pruebas de alta exigencia con animales de su misma edad y características”, valoró Gabutti.

 

Con una década como cabaña, el establecimiento volvió a dar un paso firme para consolidar su propuesta de animales rústicos y bien moderados, hechos en el semiárido para los campos más duros que hay en la provincia y la región.

 

La Benedicta tiene más de sesenta años de tradición ganadera, pero en 2005 recién fue registrada como cabaña.

 

Tiene 1.200 hectáreas pegadas a Liborio Luna, 19 kilómetros al oeste de Villa Mercedes.

 

“Hay que agradecer a Angus Centro y a la gente de Tigombu por la calidad del trabajo que realizan y el esfuerzo que lleva. Es muy importante para la Provincia ser sede durante tantos años de esta prueba que es para muchos un faro productivo”, elogió.

 

11 de octubre es la fecha en que informarán los ganadores y se realizará el remate de los toros que participaron de la prueba pastoril. La subasta especial organizada por la asociación de criadores de la raza se hará en Río Cuarto.

 

El encuentro en Tigonbu convocó a muchas cabañas, pero también numerosas firmas comerciales que ofrecen servicios y productos para la producción ganadera.

 

El entusiasmo de los cabañeros podía sentirse en el aire ya que se trató de la primera prueba que terminará con un toro premiado y subastado, reconocimientos que aportarán jerarquía y “buena prensa” a sus establecimientos.

 

Tomás Barreneche es de Guatimocín, al sur de Córdoba, y es propietario de la cabaña Viejo Pichón, un establecimiento nuevo, que se formó entre 2003 o 2014.

 

Es una cabaña chica, que se dedica a hacer animales puros de pedigree Angus colorado, mientras que están empezando a producir algo de puros controlados también.

 

“Trajimos un torito, un puro de pedigree Angus colorado y un hijo de Escocho. Esta es la segunda vez que participamos en la jura, el año pasado nos fue relativamente bien. Quedamos contentos, porque se pudo llegar al remate con el toro, claro que obviamente uno aspira a ganar la prueba”, reconoció.

 

Barreneche destacó que su objetivo es poder terminar la prueba y que el toro se pueda vender.

 

Por otra parte Damián Rufino es propietario de la Cabaña Madagú, de Berrotarán, en Córdoba, y para esta prueba trajo un reproductor.  No es la primera vez que participa de la prueba Angus. Lo hace desde hace varios años y nunca se perdió las que se hicieron en Tigonbu.

 

“Hemos vendido toros en San Luis; trabajé muchos años en Ser Beef por lo que siempre estamos conectados con la provincia; aunque el fuerte de venta de la cabaña está más en la zona nuestra (Córdoba)”, comentó.

 

Además aseguró que Angus ha tenido un fuerte crecimiento en el país y señaló que en varias zonas de San Luis aún hay potencial para que la raza siga expandiéndose. “Es una raza que se adapta a cualquier zona del país, aunque abunda mucho acá en el sur, donde hay muy buenos y grandes rodeos de Angus”, destacó.

 

 

Un industria agropecuaria

 

La estancia Huelucan, donde los toro permanecerán hasta octubre próximo, pertenece al Grupo Tygonbu SA, en la que se producen vacunos, maíz, bioetanol, biogás, burlanda, vinaza y energía eléctrica y térmica.

 

La estancia, ubicada a 3 kilómetros al sur de Buena Esperanza, posee un feedlot con 4 mil cabezas de ganado y 4 mil hectáreas de siembra de maíz y soja. Además, cuenta con una planta de producción de bioetanol recientemente inaugurada, que desarrollaron para aprovechar los restos de granos de maíz que antes vendían o canjeaban por gluten.

 

Para usar toda la producción de maíz, con esta planta de bioetanol generan alcohol y aceite. Para cerrar el ciclo, desarrollaron un proyecto de biodigestor que les permite disminuir costos de gas que necesitan para producir bioetanol.

 

Con el aprovechamiento del estiércol que genera el feedlot, se ahorran  700 mil dólares anuales, al tiempo que contribuyen a proteger el medio ambiente.

 

Con ese gas generan energía eléctrica  que se inyecta al Sistema Interconectado Nacional.

 

El establecimiento está pensado para funcionar con la integración total de la producción y un manejo de la economía circular: producción de maíz, bioetanol, aceite de maíz, burlanda, vinaza, feedlot, biogás, energía eléctrica, y biofertilizantes, que vuelven al campo.

 

La burlanda es un sólido, derivado del maíz, con el que alimentan a los animales en el feedlot. La vinaza es un líquido, con un poco de proteínas, que lo proporcionan como bebida a los animales.

 

Los datos de las pruebas serán provistos junto con los DEPs (Diferencias Esperadas de Progenie) de cada reproductor, para que los interesados puedan tener toda la información disponible sobre los ejemplares que pasaron por esta exigente prueba.

 

Con esto cierra un círculo virtuoso, ya que antes debían mandar el maíz al puerto y comprar la burlanda o gluten en otros lugares, pagando altos costos de flete.

 

En las hectáreas se trabaja con el ciclo completo de los animales. Hacen cría, recría, cabaña y el feedlot, con grandes corrales de engorde, que estás integrados a toda la planta.

 

A esta estancia se asocian otros campos de Unión y Batavia. Sin embargo, para todos los trabajos de hacienda, especialmente el manejo de los terneros y el destete, vienen a Buena Esperaza. Allí se engordan, se hace la recría de hembras, venden toros e inseminan muchas vaquillonas de quince meses.

 

En cuanto al volumen de producción, cuenta con alrededor de cuatro mil animales de recría que sumados al resto suman 12 mil cabezas.

 

En total tiene 16 mil animales encerrados en el feedlot. A campo hay entre 5 y 6 mil animales más. En otros campos hay alrededor de 1.500 y 1.200 madres.

 

Esta empresa se especializa en una raza de ganado vacuno de color marrón rojizo. Hacen el 100% Angus colorado, para lo que cuentan con más de cinco mil vacas madres, a las que inseminan  siempre con genética reconocida, algo nacional y algo importado.

 

El campo se encuentra en una zona del departamento Dupuy que se destaca por sus buenas alfalfas, pastos naturales, conservados potreros con monte para hacer recría, además de su aptitud para hacer agricultura comercial.

 

La radicación de este importante establecimiento se dio en medio de un enorme crecimiento agropecuario que registra esa zona desde que llegó la autopista y las tecnologías en nuevas semillas que los productores aprovechan para realizar siembra directa.

 

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