Las sembradoras trabajaron a full en la siembra de soja y maíz

Las abundantes lluvias que entre octubre y noviembre se precipitaron sobre el cuadrante agrícola de los departamentos Pueyrredón y Pringles (100 mil hectáreas, aproximadamente) ha favorecido a la campaña de siembra de soja y de maíz, entre otros cereales.

“Salieron todas las sembradoras. Hay un bienestar en los campos”, sintetizó el ingeniero agrónomo Ramiro Goncalvez que está muy entusiasmado con ‘este viento en popa que le da el óptimo clima’. “Llovió entre 100 y 120 milímetros, llovió casi el doble que las medias históricas”, apuntó.

Las inusuales lluvias que se dieron en octubre y noviembre han modificado las imágenes que caracterizan a la región del semiárido. El monte natural luce día a día con un verde esplendoroso, que genera alivio y se transforma en alentador con la intensa actividad que tuvieron las maquinarias ‘ante la mano que les extendió’ la situación climatológica.

El ingeniero Goncalvez, que fundamentalmente cubre la zona chacarera de Pueyrredón y Pringles, informó que, de los 35 milímetros que es la media en octubre y 65 milímetros de la media de noviembre, este año se dio un fenómeno histórico con más de 100 milímetros que permitió “que se pueda empezar a sembrar bastante temprano, por lo que la soja de primera estuvo sin problemas. Después hubo un parate en la siembra entre fines de octubre hasta el 10 de noviembre y luego se largó de nuevo”.

“Venimos bien porque los 200 milímetros acumulados en lo que va del año hacen una buena diferencia. Y, entre otros beneficios, posibilitó la siembra de soja de primera”, afirmó.

Similar ánimo hubo con la siembra del maíz tardío, como se le llama en San Luis al maíz de primera. "Están faltando los últimos lotes, pero estaríamos un 60 o 70%. Es decir, que la campaña en esta etapa está muy cerca de ser concluida”, sostuvo.

Como “tigre cebado”

Como consecuencia del aporte extraordinario de la naturaleza que trajo generosas lluvias, ahora hay “un bienestar en el campo”, tal como grafica el ingeniero Goncalvez. Las sembradoras en los últimos meses han estado a full.  Ahora la soja de primera está en pleno desarrollo y la siembra del llamado ‘maíz tardío’ se extiende con intensidad.

“Todo esto es bueno, estamos como un tigre cebado cuando huele olor a carne”, añadió acerca del entusiasmo que impera, aunque como especialista en el tema sabe de los efectos que suele ocasionar el semiárido.

“Las medias de entre 30 y 40 milímetros en octubre en nuestra zona se fueron entre 80 y 120 milímetros, el doble o triple. Hubo un bachecito de falta de lluvias en el periodo 25/30 octubre a principios de noviembre que ocasionó que se secara un poco el suelo, se paró la siembra, sobre todo en lotes que estaban pelados y no tenían cobertura. Los primeros días de diciembre nos encuentra con la siembra bastante avanzada, en más de un 70 y 80 por ciento ya está sembrado el maíz”, dijo.

“Como se dice siempre en San Luis, ‘demasiado bien para mí gusto’. Uno se envalentona y después el semiárido hace sus efectos de sequía y se complica. Venimos bastante bien, pero hay que tomarlo con calma”, sintetizó.

Explicación

Goncalvez, a manera de aporte ilustrativo, explicó que en la zona central de cultivo se lo llama maíz de primera, “pero acá como en San Luis siempre se lo siembra más tarde, le decimos maíz tardío. Técnicamente se le dice así porque va detrás del trigo. El chacarero sabe que va detrás del otro cultivo. Acá como lo hacemos como cultivo principal, le decimos maíces tardíos”.

Solo la soja

Al analizar el desarrollo de la soja, indicó que se encuentra en la etapa final del ciclo vegetativo, que es cuando la planta acumula hojas. “Viene bien, ayudado por días frescos y quedan entre 10 o 15 días para ingresar a la segunda etapa (a partir del 21 de diciembre), que es cuando la planta empieza a responder a un concepto que se llama fotoperiodo (floración)”.

Goncalvez recordó que esta etapa de crecimiento se da en coincidencia cuando los días se empiezan a acortar y automáticamente la planta empieza a largar flores, para después desarrollar las vainas con los granos.

Cien mil hectáreas

El grueso de la zona Pringles/Pueyrredón se extiende entre La Cumbre, Eleodoro Lobos, Comandante Granville, Paso de las Carretas, Saladillo, La Petra, El Trapiche, El Amparo, Los Puquios, Cuatro Esquinas y La Cumbre.