Rada: la magia sigue intacta
En la vuelta a su primer amor, el también conductor y músico interactuó con la gente, siempre con respeto, humor y desfachatez.
En algún momento de su carrera, tal vez encandilado por otros talentos y otras posibilidades, Agustín “Rada” Aristarán se alejó de la magia. En aquel momento adjudicó su decisión a la fatiga hacia un arte que practicó durante gran parte de su vida.
En “Tarán”, su nuevo show, “Rada” vuelve a ser el mago divertido, canchero y risueño que fue en sus inicios en Bahía Blanca; pero también es el humorista sagaz, el cantante correcto y el conductor ocurrente. Gracias a su oficio y a sus años de experiencia, el artista maneja el escenario con soltura y sabe cómo y cuándo moverse sobre él.
En una nueva visita a San Luis, en este caso al Cine Teatro, el artista desplegó toda su artillería para divertir a unas 300 personas que un jueves de variada oferta cultural en la ciudad lo eligió.
“Rada” respondió a esa elección con humor aún en situaciones que pudieron resultar molestas, como la impuntualidad. “Son los puntanos un poquito así, ¿no?”, pregunto apenas empezada la función. “El show era a las 9 -siguió- y a las 9:05, estaba en el camarín, y me dijeron que faltaban 130 personas”. Cuando dos chicas entraron a la sala y se ubicaron en las primeras filas cerca de las diez menos cuarto de la noche, “Rada” no perdió la oportunidad de manifestarse otra vez, siempre con humor.
Como sucedió en otros espectáculos que trajo a San Luis, Agustín contó los inicios de su pasión por la magia y se remitió a una Navidad en la que le había pedido a Papá Noel un camioncito Duravit. A cambio, le trajo un juego de magia. “Yo no quería ser mago, quería ser camionero y que me defendiera Moyano para ganar un montón de guita”, bromeó.
Sin embargo a lo largo del espectáculo, el conductor se reivindicó como mago antes de como cualquier otra cosa relacionada al arte. En la parte en la que “Tarán” se inclina hacia el stand up se calificó como “un “mago de trinchera” por su pasado primero en fiestas infantiles (“no hay nada más indigno para un mago que animar un cumpleaños para nenes”) y después en reuniones para adultos (“nadie en una fiesta quiere ver un mago, todos prefieren por la comida o el carnaval carioca”). De hecho, la parte del show en la que simuló animar el cumpleaños de alguien del público, con todos los asistentes como invitados, fue una de las más divertidas de la noche.
En medio de comentarios graciosos permanentes y de una constante interacción con el público -que siempre estuvo dispuesto a participar-, “Rada” demostró mucho tacto en el trato con sus seguidores. Es para destacar el hecho de que el mago se preocupó en todo momento por no incomodar a quienes se animaron a subir al escenario.
Un truco con la calculadora de los teléfonos celulares, otro con dibujos hechos por los espectadores, otro en el que adivinó una historia que el público fue armando de acuerdo a algunas de sus preguntas fueron algunas de las demostraciones ilusionistas que Agustín hizo en el recorrido del show. Se le sumaron su versión de la asamblea de ases -un truco de cartas muy conocido en el mundo de la magia- y otro con dados que tuvo como protagonista a Esnerto Sarasqueta, uno de sus personajes más reconocidos.
Pero más allá de los trucos, fueron la gracia y el desenfado los que comandó el espectáculo, lo que redobló la apuesta en la nueva propuesta y lo que agregó otros elementos a un arte ya de por sí atractivo, como la magia.
Antes del show de Agustín, el puntano Leo Funes -quien hizo una intensa campaña en redes sociales para tener un espacio en el espectáculo de “Rada”- tuvo su oportunidad y no la desaprovechó gracias a una serie de trucos que ya tiene muy aceitados debido a su constante paseo por los escenarios de la provincia.


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