Juan José Sebreli: el pensador incómodo
Fallecido dos días antes de cumplir 94 años, el filósofo dejó sus ideas sobre la libertad en un momento en el que el término y la expresión cobran sentidos inusitados.
Con su irrompible ironía, Roberto Fontanarrosa satirizó a Juan José Sebreli en muchos de sus cuentos. Lo nombraba como Juan José “El Yaya” Serebelli y lo describió como un pensador amante del fútbol y la cultura popular que opinaba de todo lo que se le preguntara. En cuanto a gustos, nada más alejado; pero en cuanto a determinación para brindar su parecer, nada más cercano al intelectual que falleció la semana pasada, dos días antes de cumplir 94 años.
Sebreli, no Serebelli, se jactaba de detestar al fútbol y cualquiera de sus cuestiones colaterales y siempre fue un crítico ácido, mordaz, distante, altanero y elitista, de las manifestaciones populares masivas. Mientras más se acercaba la gente a un nuevo fenómeno más se encargada el filósofo de estudiarlo y más se empeñaba en encontrarle defectos.
Seguidor acérrimo de Jean Paul Sartre, uno de los últimos libros del pensador es “Desobediencia civil y libertad responsable”, en donde analizó el comportamiento de la sociedad argentina durante el aislamiento por Covid, una enfermedad que contrajo sin siquiera salir de su casa y que le valió diez días de internación. En la obra cuestionó con fiereza la decisión gubernamental de prohibir salir de las casas a los individuos.
La segunda parte del título del libro resume buena parte del pensamiento que Sebreli impulsó con sus obras, sus conferencias, sus disertaciones e incluso sus apariciones televisivas como opinador todo terreno, primero en “Hora clave”, el programa conducido en los 90 por Mariano Grondona, y luego en cualquier envío de TN.
Defensor de la libertad a ultranza, el filólogo fue un fanático de “La montaña mágica”, el libro de Thomas Mann que recomendaba leer antes de escribir ensayos y a la que consideraba “la novela total”. En tiempos en que la libertad está tan bastardeada, las ideas de Sebreli mantienen una forma que aún contiene el significado más puro de aquel vocablo.
El autor fue peronista en sus inicios pero luego se alejó del movimiento; pasó por existencialismo aunque luego rechazó algunos postulados y se convirtió junto a reconocidos intelectuales como Manuel Puig, Néstor Perlongher y Blas Matamoro en el fundador del Frente de Liberación Homosexual, el primer organismo nacional destinado a romper contra las prejuicios de ese tipo. De joven se consideró de izquierda y a medida que fue creciendo se corrió hacia el centro, aunque la definición política con la que mejor se describió fue el de “liberal de izquierda”.
Pensamiento y crítica
Sebreli buceó profundo en la figura de Eva Perón, en su obra homónima. Con una mirada crítica y sociológica, el autor fallecido la semana pasada desentraña los hilos del peronismo y analiza el rol de “la abanderada de los humildes” como motor y símbolo de un movimiento político complejo. Sebreli plantea un debate apasionante sobre la naturaleza de su liderazgo “¿Fue una aventurera que supo aprovechar las circunstancias, o una militante convencida de su causa?”. Esta obra, publicada en 1966, sigue generando polémica y reflexión sobre uno de los personajes más emblemáticos de la historia argentina reciente.
Sebreli fue un pensador incómodo, intelectual argentino que no dejó a nadie indiferente. Su pensamiento, agudo y crítico, lo convirtió en una figura clave del panorama intelectual nacional, con extensiones al continente. Se destacó por sus análisis incisivos de la sociedad argentina, sobre la que desentrañó contradicciones y problemáticas. Esas idas y vueltas les generó amores y desgaste en discusiones ideológicas. Desgaste y erosión innecesaria o solo válida, como dice la expresión “para quienes lo miran por TV”.
En obras como "Buenos Aires, vida cotidiana y alienación", el autor realizó una radiografía de la ciudad en las que reveló los mecanismos de control social y la alienación del individuo. En estos escritos puede hallarse un análisis sociológico del entrecruzamiento político, económico y social, que permite un debate desde una foto estática a la visión dialoguista y su análisis académico.
Su mirada sobre el peronismo, plasmada en "Eva Perón, aventurera o militante", generó un intenso debate. Sebreli no se limitó a describir el fenómeno peronista, sino que lo analizó desde una perspectiva sociológica y política en la que cuestionó con firmeza los mitos y las construcciones ideológicas en torno a la potente figura de Eva.
Sebreli transitó pasiones encontradas y algunas similares, con matices, entre las cuales podemos mencionar destacadamente, a pensadores como Ernesto Sábato y Beatriz Sarlo.
Por un lado, Sebreli mantuvo con su característico estilo incisivo en el que analizó el papel central de Evita en la construcción de un nuevo tipo de liderazgo político. El pensador cuestionó la autenticidad de su compromiso social y la manipulación de las masas a través de su figura.
Como buen novelista y ensayista, Sábato, en tanto, abordó la figura de Evita desde una perspectiva más literaria y existencial. Exploró los mitos y las pasiones que rodeaban a la figura de la líder nacional, y cómo estos elementos influían en la construcción de la identidad nacional. Si bien reconoció su carisma y capacidad de movilizar a las masas, el autor de “El túnel” también advirtió sobre los peligros de la demagogia.
Para concluir, Sarlo -historiadora y crítica literaria- analizó a Evita desde una perspectiva cultural y política. Se interesó por el modo en que su figura fue utilizada para construir un nuevo imaginario nacional y cómo se convirtió en un símbolo de la cultura popular. La autora también exploró las representaciones de Evita en la literatura, el cine y otros medios de comunicación.
Entre los tres autores se permitieron coincidir en al menos tres puntos: la crítica al populismo y la demagogia, y veían en la figura de Evita una encarnación de estos fenómenos. El énfasis en la construcción de la identidad, un punto trascendente en la vida de Evita, aunque con diferentes matices según la visión de los intelectuales. Y las perspectivas disciplinarias, que cada uno de ellos abordó desde su propia disciplina: Sebreli desde la sociología, Sábato desde la literatura y Sarlo desde la historia y la cultura.
En síntesis, Sebreli, Sábato y Sarlo, desde sus respectivas disciplinas y perspectivas, ofrecieron análisis críticos y complejos sobre la figura de Eva Perón y contribuyeron a enriquecer el debate sobre uno de los personajes más emblemáticos del país.
Con idas y venidas, podemos decir que la figura de Eva Perón, en la mirada de Juan José Sebreli, tuvo las caricias en la práctica militancia y el desarrollo social, puesto que, la crítica giró en torno al aprovechamiento doctrinario y no a la actividad social.
Juan José Sebreli fue, durante 94 años, un hacedor y constructor de sí mismo. Su mirada sobre el peronismo no se limitó a describir el fenómeno político, sino que lo analizó desde una perspectiva sociológica con la que cuestionó los mitos y las construcciones ideológicas, siempre desde su mirada también marcada por una profunda ideología de “izquierda”.
Sebreli fue un pensador comprometido con su tiempo, que no dudó en tomar partido en los debates políticos y sociales. Su legado sigue siendo vigente, y sus ideas continúan siendo relevantes para comprender la compleja realidad argentina.
En un mundo cada vez más fragmentado y complejo, la obra de Sebreli nos invita a reflexionar sobre nuestra sociedad y a buscar respuestas a los grandes interrogantes de nuestro tiempo.


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