Marina Silva fue víctima de violencia y no tuvo acompañamiento psicológico

El 22 de julio de 2022, Marina Abigail Silva, suboficial de la Policía de la Provincia de San Luis, se presentó en la Comisaría 2 para denunciar una serie de amenazas y actos de violencia por parte de su expareja, Jonathan Funes. En su declaración, Silva detalló que su relación, que duró aproximadamente dos años y que había dado como fruto a su hijo Bautista, se había vuelto insostenible debido a las agresiones constantes de Funes.

Silva explicó que el conflicto se desató en el contexto de una discusión sobre un vehículo que planeaban comprar con un préstamo. Funes, en su frustración, la insultó, llamándola "floja" por no querer ir a retirar el dinero de inmediato. La tensión aumentó cuando el joven, quien entonces tenía 27 años, visiblemente alterado, comenzó a gritarle y a menospreciarla, lo que la llevó a sentirse amenazada.

Mientras Silva intentaba relajarse, Funes la llamó por teléfono, insistiendo en llevarse a su hijo. La situación escaló cuando él apareció en su casa, gritando insultos y amenazándola. Al encontrarse con ella, el agresor se dirigió a la habitación donde estaba una caja fuerte que contenía su arma reglamentaria, intentando apoderarse de ella. La denuncia subraya el miedo que experimentó Silva en ese momento, al darse cuenta de que el padre de su hijo podía convertirse en una amenaza mortal.

Durante el conflicto, Silva intentó proteger a su familia, llamando a su cuñado y a su hermana para que la ayudaran. Sin embargo, el exmilitar, en un ataque de furia, hirió a Miguel Ángel Torres, quien trató de contenerlo. Este acto de violencia hizo que la situación se volviera caótica. Silva, aterrorizada, corrió a pedir ayuda a los vecinos, mientras su expareja continuaba con su amenaza de violencia.

El juicio contra Funes fue abreviado, resultando en su condena por lesiones leves, amenazas en contexto de violencia de género y abuso de arma, lo que conllevó a una pena de dos años de prisión en suspenso. Sin embargo, el eco de esos eventos no terminó ahí. Pocos meses después, en un giro trágico, Silva mató a sus dos hijos con la misma arma que Funes había intentado quitarle, un hecho que dejó a la comunidad en estado de shock y planteó serias preguntas sobre la protección de las víctimas de violencia doméstica.

La historia de Marina Abigaíl Silva es un trágico recordatorio de las consecuencias devastadoras de la violencia de género y la falta de medidas efectivas para proteger a las víctimas.