El arquitecto puntano que ganó un concurso en España y ama el BMX
Logró el premio mientras realiza la tesis de una maestría en Madrid. Quiero volver para "aplicar todo lo aprendido". Su vínculo con el oro olímpico, "Maligno" Torres.
Nació hace 33 años en Buenos Aires, pero se considera puntano porque gran parte de su vida la pasó en la ciudad de San Luis. Hijo del reconocido ginecólogo y obstetra Ralph Bravo, el heredero de su nombre y apellido decidió hacer su propio camino: no eligió la medicina, sí la arquitectura. Y mal no le fue. Acaba de ganar un concurso internacional para intervenir medianeras y espacios públicos de Barcelona, España. “Honestamente, no esperaba ganar, ya que competí contra colegas de gran nivel que luego tuve la oportunidad de conocer”, le aseguró a El Diario de la República desde Madrid, donde está terminando su tesis de la Maestría en Proyectos Arquitectónicos Avanzados en la Universidad Politécnica.
Para Ralph Tomas Bravo Nieto, conocido simplemente como “Tommy”, su experiencia por la “Madre Patria” le sirve para “aprender y reflexionar”, con el objetivo “de volver a San Luis y aplicar todo lo aprendido”.
"Tommy" Bravo Nieto dijo que una de sus principales aspiraciones es ser docente en una facultad de arquitectura. "Más, si es en San Luis capital, si es que algún día se crea", confesó uno de sus sueños.
Los más de 10.400 kilómetros que separan la capital sanluiseña de la metrópolis española no le impiden estar alejado de lo que sucede en su terruño, donde en 2021 abrió su propia firma, Estudio BNNA, un espacio de quince metros cuadrados que diseñó completamente, ha sido presentado en revistas de arquitectura de Japón, China, Italia y Estados Unidos, y se exhibió en la Bienal de Santa Cruz, Bolivia, en 2022. “Aunque estoy en España, sigo trabajando en proyectos en Argentina, en constante contacto con mis colegas y clientes, pese a las diferencias horarias”, aclara.
Por razones laborales de sus padres, de niño vivió en las ciudades estadounidenses de Memphis y Tennessee antes de estudiar en el Colegio Causay y en el Instituto San Marino, del que egresó en 2008. Luego cruzó los límites provinciales y se instaló en Córdoba, donde estudió arquitectura y pudo unir su formación académica con su otra gran pasión: el BMX.
“Fui parte del proceso de creación de la Asociación de BMX de Córdoba, donde como estudiante y profesional diseñé pistas temporales de BMX-Skate para eventos, siempre junto a amigos. Este trabajo ayudó a impulsar el deporte y me dio la oportunidad de colaborar en la construcción de Maligno Park en 2019, junto con mis amigos de la bici y de profesión”, dice antes de mencionar a su colega Rodrigo Vidales, al ingeniero Emiliano Tissera y al asesor José “Maligno” Torres, quien este año saltó a la fama por haber conseguido la única medalla de oro de Argentina en los recientes Juegos Olímpicos de París.
Junto a ese grupo de colaboradores "Tommy" ya había trabajado un año antes en el circuito mixto Street Plaza, que recibió un premio en la Bienal Argentina y se ejecutó en el mismo escenario: el estadio “Mario Alberto Kempes”. De hecho, ambas pistas siguen formando parte del predio del exestadio “Chateau Carreras”.
Durante sus ocho años en Córdoba, realizó un intercambio en Italia. Además, se contactó con diferentes asociaciones de BMX para desarrollar proyectos, como la pista en la laguna Don Tomás en La Pampa, que espera se concrete pronto. “Siempre que puedo, colaboro con entidades para hacer crecer este deporte que amo tanto como la arquitectura”, reafirma sobre una combinación de placeres que marca su vida.
El mayor de tres hermanos reconoce que en mayo de este año —ya radicado en Madrid—, cuando se abrió la convocatoria para un concurso internacional dirigido a arquitectos menores de 35 años, no lo dudó. Los logros obtenidos en su corta carrera lo invitaban a participar y por qué no, también a soñar (Ver aparte). El lema del certamen era “¿Te gustaría ser parte del legado de Barcelona?”, una invitación irresistible para cualquier arquitecto que desee dejar su huella en la emblemática ciudad española, cuna de figuras como Gaudí, Enric Miralles y Helio Piñón.
“El único requisito, además de la edad, era estar matriculado, por lo que me presenté con mi matrícula del Colegio de Arquitectos de San Luis. El concurso proponía intervenir en diez edificios y los participantes podían elegir uno. En mi caso, seleccioné un espacio en el Parc de la Sagrera, ubicado a unas quince cuadras de la Sagrada Familia”, sostiene y admite que la participación de 590 arquitectos de 51 países hizo que la competencia organizada por la Unesco fuera intensa.
La sorpresa fue mayúscula cuando se dieron a conocer los resultados. El tercer premio fue otorgado a un arquitecto de origen chino, el segundo a un estudio español y el primer puesto fue para el puntano, que se hizo acreedor de una recompensa económica, la construcción del proyecto y pasajes aéreos para asistir a Barcelona en 2026, cuando esa ciudad reciba el título de Capital Mundial de la Arquitectura.


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