La Biblioteca "Sarmiento" cumplió 110 años como polo cultural de Justo Daract
Como la ciudad, el espacio nació al calor del ferrocarril y se mantiene como su centro más antiguo.
Nombrar a la Biblioteca Popular "Domingo Faustino Sarmiento" es prácticamente pronunciar un sinónimo de Justo Daract. Porque el espacio acaba de cumplir 110 años de una historia que se escribió en paralelo a la de su localidad y que todavía tiene muchas más páginas por llenar como su principal y más antiguo polo cultural.
Es que la institución está vigente prácticamente desde los orígenes de la ciudad que fue fundada en 1907 al calor del ferrocarril. "En 1914, apenas siete años después, ya contaba con una biblioteca constituida, que también fue realizada por ferroviarios", apuntó Leonardo Torrez, quien preside la comisión directiva que administra el lugar.
Cobró vida en una casona sobre la calle Juan B. Justo, en la actual numeración 380, que por ese entonces resultaba una de las arterias principales. El edificio fue donado por la familia Carranza y su importancia ha sido tan grande que ya es considerado como patrimonio histórico de la provincia y, por lo tanto, mantiene su fachada original.
Detrás de esas paredes de color beige, que conservan los detalles coquetos que eran habituales en la arquitectura del siglo pasado, se levanta un mundo de posibilidades para los vecinos daractenses. Casi 17.000 libros aguardan ser descubiertos en las estanterías, con una enorme variedad de géneros, estilos y edades: "El material es muy vasto, con cosas muy actuales y otras que son tesoros incunables. Hay de literatura, de política, de filosofía, de sociología, tenemos mucho para el público infantil, de autores argentinos también, entre otros", detalló.
Sin embargo, Torrez sostuvo que la biblioteca popular es mucho más que un cúmulo de ejemplares para leer. "Es un espacio en donde se aúna la identidad del pueblo, un lugar de encuentro", definió.
Por eso, también ofrecen algunos servicios muy útiles para los vecinos, como computadoras para hacer trámites o clases particulares y, principalmente, un abanico de talleres, como de dibujo, de folclore, de lengua de señas, entre otros.
Para celebrar los 110 años, que se cumplieron formalmente el 14 de enero, este fin de semana arrancaron con una serie de actividades que realizarán a lo largo del año, probablemente una vez por mes. La primera propuesta fue un conversatorio sobre la historia de Justo Daract, como una manera de llevar un registro colectivo de testimonios y acontecimientos de la localidad y poder plasmarlos en algún tipo de publicación después para que no queden en el olvido a medida que pase el tiempo.
La biblioteca abre sus puertas a diario, desde las 17 hasta prácticamente las 22. "Funciona como una organización civil, se sustenta con el aporte de los socios y quienes integramos la comisión, lo hacemos de forma desinteresada porque no hay ningún tipo de rédito económico, pero sí la satisfacción personal de saber que una institución valiosa para la comunidad se mantiene de pie después de tantos años", explicó.
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