Otra preocupación para el campo: la Ley de Semillas

La presión ejercida en las últimas semanas, y que se intensificó en los últimos días, para que el Gobierno reviera su decisión de incrementar los derechos de exportación, pese a que amplió la cantidad de economías regionales beneficiadas, dio sus frutos. El ministro de Economía, Luis Caputo, decidió retirar el capítulo fiscal del proyecto de ley "Bases", dijo que se debió a que fue uno de los principales puntos de discusión con legisladores, gobernadores provinciales y dirigentes de la Mesa de Enlace que participaron de una reunión el jueves pasado.

El campo celebró la eliminación de la suba de retenciones, aunque puso reparos respecto de los cambios referidos a las semillas que continúan en el proyecto que tratará la Cámara de Diputados.

Con respecto a las retenciones, el proyecto establecía una alícuota del 15% para productos que en la actualidad no tributan como diversas producciones de las economías regionales y los productos industriales, o con tasas actualmente menores, como sucede con el trigo y el maíz, que en la actualidad están gravadas con un 12%; o la carne vacuna, con un 9%.

Asimismo, incrementaba en dos puntos porcentuales la harina y aceite de soja hasta el 33% equiparándolo con el poroto, eliminando de esta forma el diferencial entre el producto industrializado y la materia prima sin procesar.

Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), expresó su “temor” de que el retiro de estos aspectos implique que no se pueda discutir el resto de la ley y sea aprobada a “libro cerrado”, dado que, advirtió, “hay puntos que merecen discutirse”, refiriéndose particularmente a la adhesión al convenio internacional UPOV 91 que prevé la ley en cuanto a las semillas, lo cual fue rechazado por FAA, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) en un comunicado conjunto.

“Debemos continuar bajo UPOV 78 y no UPOV 91, que tiene el defecto que le da a la empresa que produce la semilla derechos incluso en lo producido. Creo que tenemos que ir hacia algo superior donde las empresas puedan trabajar y cobrar la tecnología que le aplican a la semilla y que el productor, una vez pagada la semilla, la pueda usar”, indicó Achetoni.

En la misma línea, el coordinador de la Comisión de Agricultura de CRA, Pablo Ginestet, señaló: “Nuestra propuesta es que se logre un presupuesto equilibrado sin aumentar los impuestos porque no solo el sector, sino toda la economía argentina, tiene muchos impuestos”. Al igual que a Achetoni, le preocupa la adhesión a UPOV 91: “Creemos que hay que ir hacia un mejoramiento de la Ley de Semillas, pero no de la manera que propuso la línea de la Secretaría de Agricultura. Esta adhesión nunca había sido discutida en las distintas partes de la cadena de semillas y, de un día para el otro, apareció”, advirtió.

El representante de CRA indicó que la adhesión “cambia drásticamente las reglas del juego dándole muchísimo poder a los ostentores” y pidió en lugar de ello “mejorar la Ley de Semillas protegiendo mejor la propiedad intelectual y limitando el uso propio indiscriminado”.

Por último, el ministro de Bioagroindustria de Córdoba, Sergio Busso, consideró que “sabemos el momento difícil que atraviesa Argentina, pero hay límites que no estamos dispuestos a transitar y uno de ellos era el capítulo vinculado con las retenciones”, concluyó.

Redacción/MGE