Noelia Custodio y sus risueños ronroneos
La humorista pasó por la provincia y dejó sus visiones sobre el humor y sobre su vida con los gatos.
Noelia Custodio se paró frente al escasísimo público que la fue a ver el domingo por la noche al teatro Jorge Laffué del Casino Golden Palace y habló de sus intimidades, repasó anécdotas de adolescencia y puso lo mejor de ella para despedir un fin de semana nublado en la ciudad.
"Es difícil hacer función un domingo. Yo no vendría", aseguró con su humor característico, en busca, también, de algo de autocomplacencia. Al inicio halagó a los puntanos por vivir en una provincia que tiene más paisajes que edificios.
La soltura para decir y hacer en el escenario lo que quiera sin pensar en las críticas ni en las consecuencias la llevó a hablar de diferentes temas en una hora de interacción constante con sus seguidores que, cuando decidió despedirse, se negaron a dejarla ir.
Noelia pasó por temas tan variados que relacionó con momentos de su vida y en varios de ellos hubo gatos como personajes principales o secundarios. Sin ir más lejos, su carta de presentación estuvo ligada a su mascota, quien quedó al cuidado de su amigo Franco encargado de atender al minino y de mandarle fotos todos los días para que Noelia compruebe que está bien durante la gira.


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