Valores estables para la hacienda general en el remate de San Luis Feria
Hubo pocos cambios en los precios para los machos y una leve suba para las hembras. Se vendieron 400 cabezas.
El mercado ganadero puntano parece haber entrado en un momento de calma. Los valores obtenidos durante el último remate de la consignataria local San Luis Feria SRL fueron estables, aunque las terneras de hasta 150 kilos lograron máximos de $978.
La subasta se realizó en las instalaciones propias de la firma, ubicadas sobre ruta provincial 3, donde, con el martillo de Ernesto Colombo, se vendieron poco más de 400 cabezas.
Según lo informado por la empresa, los valores obtenidos fueron: para los toros, de $560 a $590; vacas gordas, de $520 a $580, y vacas invernada, de $400 a $505.
Las terneras de 100-150 kilos, de $804 a $978; de 150-200 kilos, de $820 a $840; de 200-250 kilos, de $760 a $770, y de 250-300 kilos, de $720 a $732.
Los terneros de 100-150 kilos, de $830 a $929; de 150-200 kilos, de $800 a $855; de 200-250 kilos, de $820 a $825, y de 250-300 kilos, de $740 a $750.
"Los productores venden terneros porque no tienen campo ni pueden prorrogar pagos; quieren cobrar antes de las elecciones y con ese dinero, posicionarse en hacienda, insumos o lo que pueda comprar", analizó el columnista de la revista El Campo Nicolás Razzetti.
Según el Rosgan, en la segunda quincena de agosto, las cotizaciones de la invernada acompañaron el ritmo frenético de la hacienda en Cañuelas. El límite —una vez más— fue el bolsillo golpeado del consumidor.
La devaluación pos-PASO marcó una bisagra en el negocio ganadero, que desde entonces se subió a una vertiginosa montaña rusa de precios, con fuertes subas de la hacienda que fueron acompañadas después por sensibles bajas.
El ostracismo que los precios sufrieron durante buena parte del año se vio sacudido con fuerza en una sola rueda comercial de Cañuelas, cuando al día siguiente de las elecciones pasaron de $680 a casi $1.000.
La entidad señaló que el pasado mes de agosto presentó dos escenarios bien diferenciados para la invernada. Por un lado, una primera quincena con subas que si bien fueron importantes, no copiaban el ritmo de Cañuelas. En el segundo tramo del mes, la foto cambió y se registró una disparada en las cotizaciones, que arrastraron a la invernada a valores récord.
“Esta corrección chocó con la realidad y tanto Cañuelas como los remates actuales de invernada muestran aumentos consistentes, pero no alocados”, dijo el Rosgan. Ante este nuevo escenario de precios, más allá de los intentos del Gobierno de reducir el impacto del precio en los consumidores, terminó por imponerse la propia lógica de oferta y demanda.


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