Juampi González: risas con historias reales

La gira cuyana de "Soltero" que emprendió Juampi González  representa las últimas funciones del show. El actor decidió dejar de hacerlo, fundamentalmente porque ahora está en pareja. Con entradas agotadas, el humorista se presentó el sábado en el auditorio Mauricio López. 

Segmentado en dos partes, la primera fue la más celebrada gracias a la presencia de Alessandra Teapoya, la parodia de la sexóloga Alessandra Rampolla que “Juampi” mantiene hace años tanto en el teatro como en las redes. Como buen espectáculo de stand up, la interacción con el público marcó el pulso, los chistes y las risas.

Vestido de mujer y con acento caribeño, “Juampi” hizo algunas preguntas comunes a la espera de respuestas e historias que, surgidas del público, atrapen al público. Además del nombre y la profesión (que en algunos casos disparan chistes altamente ocurrentes), Alessandra preguntó al espectador con quién fue a la sala, qué vínculo lo unía y a partir de allí se dispararon los comentarios.

González buscó personajes entre los espectadores que alimentaran su función. En San Luis encontró una chica de un pueblo de La Pampa, de 250 habitantes, que prefirió sentarse en la escalinata del teatro para estar al lado de su novio; un chico que tuvo que ir con un amigo porque su novia -con ataques de pánico- no pudo salir de su casa; un matrimonio alegre que vino de Río Cuarto que se dedica (según dijo la señora) al “comercio y al bebercio”; una mujer que desde enero busca separarse de marido y dos docentes universitarias que reconocieron llevar ya varios años sin relaciones sexuales. A ellos y a otros, el standapero regresó cada tanto para hacer comentarios casi siempre relacionados con la vida en pareja. 

Otro momento alto del show se vivió cuando, todavía caracterizado como la sexóloga, el humorista leyó consultas que los espectadores del teatro le enviaron a Twitter durante la función. Desde el proceso de crecimiento del pene hasta si es conveniente encarar a una persona que ya está en pareja, González buscó respuestas más graciosas que profesionales.

En la segunda parte del unipersonal, “Juampi” dejó a un lado el disfraz y se dedicó a contar las pequeñas delicias de la vida de soltero, con todo lo bueno y lo malo que eso implica. En el monólogo vinculó el estado civil con otras circunstancias relacionadas a una época determinada como el hecho de irse de la casa de los padres y de hacerse cargo de responsabilidades de adultos.

Sin embargo, a los pocos minutos los comentarios sobre la vida en pareja inseparable de la actividad sexual volvió a tomar el centro de la escena y las preguntas fueron las de siempre: ¿Cuántos en la sala estaban en pareja? ¿Cuántos habían ido a un hotel alojamiento? ¿Cuántos se conocieron por aplicaciones de citas? y ¿Cuántos habían cortado una relación en los últimos tres años?

El cómico no solo escuchó los relatos de los puntanos sino que también se animó a contar algunas experiencias propias. Y allí volvió a encenderse el espíritu de un stand up como el que propone “Juampi”: a veces lo que el público relató fue más gracioso, real y excitante que las anécdotas del actor. 

Redacción/MGE