Condenaron con prisión efectiva a una madre por maltratar a su hijo

"Juro por Dios que nunca le puse una mano encima a mi hijo”; “Soy inocente”; “No me dejen sola. Por favor, no me dejen sola”. Esas fueron algunas de las frases que gritó la mujer, en medio de una crisis de nervios y llanto, tras escuchar que un tribunal la condenó a un año de prisión efectiva por golpear y maltratar a su hijo de 5 años, un caso que se destapó en abril de 2022. Su pareja y padrastro del niño, que también llegó a juicio con un pedido de pena a 3 años, fue absuelto. Los dos estaban libres, pero ella abandonó la sala esposada rumbo al Penal.

A pesar de que la situación procesal de la pareja está resuelta, este medio no publicará sus identidades para no identificar a la víctima, que actualmente tiene 6 años y vive con su papá biológico.

La audiencia de este jueves comenzó con la declaración del acusado, quien dio su versión pero aclaró que no respondería preguntas. Palabras más palabras menos, contó que el fin de semana anterior a que detectaran las lesiones del chico en el hospital, la víctima había pasado unos días con parte de su familia paterna, y que de esa visita regresó desganado, somnoliento e inapetente.

Eso fue un domingo a la tarde y, al día siguiente a la mañana, él ayudó al pequeño a bañarse, pero nunca notó las lesiones que tenía en el labio, el maxilar, una oreja, la mitad de la espalda, la ingle, los genitales, en una rodilla y el codo, dijo.

El miércoles, la psicóloga Marisa Samper pasó por el estrado y admitió que la entrevista al niño en Cámara Gesell no arrojó indicios relevantes, pero sí los test proyectivos y dibujos que hicieron hacerle, que marcaban un rechazo hacia la figura materna y graficaba su casa como una casa monstruo y a quienes lo rodeaban como personas muertas. Ayer, el padrastro exhibió dibujos del niño y explicó que los mismos replican series animadas que ve en la tele y cuyos personajes son monstruos y zombies.

Los alegatos

Concluido su testimonio, fue el turno de una asistente social que evaluó a la pareja. Luego, el tribunal cerró la etapa probatoria y dio paso a los alegatos, que abrió el fiscal de Juicio Fernando Rodríguez, para quien los hechos y autoría quedaron probados en el debate.

Citó los informes de lesiones de las médicas pediatra y forense del Poder Judicial, los informes psicológicos y psiquiátricos practicados a los imputados, y también el de la asistente social, quien dijo que el pequeño estaba relegado dentro del núcleo familiar y en un estado de descuido y malnutrición.

Por lo expuesto, pidió que ella fuera condenada a 3 años y 6 meses de cárcel, y él a 3 años por el delito de “Lesiones leves agravadas por el parentesco y por ensañamiento, 6 hechos en concurso real”, en calidad de coautores.

Marcelo Shortrede, abogado del padre de la criatura, coincidió con la acusación fiscal, repasó las horas previas a que el niño se descompusiera y aseveró más de una vez que el domingo regresó a la casa de su madre sin lesiones. También que el relato de los imputados siempre fue inverosímil e incluso acusó a la mujer de impedir que el chico estuviera con la familia de su papá. “Sufrió palizas inmisericordiosas con peligro de morir y no hay otra posibilidad de que no hayan sido ellos”, sostuvo.

Sebastián Privitera, defensor de Niñez, habló de un inconfundible caso de maltrato infantil y se dedicó a remarcar la cantidad, calidad y data de cada una de las lesiones que los médicos del Hospital San Luis hallaron en el pequeño. “No hay zonas del cuerpo en las que no tenga marcas. Atrás, adelante, en la cara…”, mencionó.

Dijo que, en su opinión, el padrastro no fue parte activa de los golpes, pero sí omitió hacer algo, y mencionó que en los teléfonos celulares de ella y él hallaron fotos del pequeño golpeado que databan de 2021.

Para el defensor oficial de Juicio, Esteban Sala, la investigación incurrió en una grosera y liviana valoración de los hechos y fue direccionada de manera exclusiva hacia la madre desde un primer momento, con la presuposición de que, como era considerada “una mala madre”, necesariamente era violenta.

Aseveró que no existen antecedentes previos de violencia y que incluso parte de la familia paterna nunca refirió que su defendida fuera agresiva. También cuestionó los informes de lesiones, las pericias a los imputados y dijo que la entrevista en Cámara Gesell fue encausada hacia la imputada sin indagar en otra figura femenina.

Para él solicitó la absolución lisa y llana y para ella, la absolución por el beneficio de la duda. Subsidiariamente solicitó que, en caso de ser condenados, la pena fuera de ejecución condicional.

Inesperado

Tras bambalinas se especulaba que la madre no iba a poder esquivar su responsabilidad, pero que lo más probable era que la sentenciaran con una pena en suspenso y que quedara libre, pero no ocurrió así.

A las 15:55, tras un cuarto intermedio de dos horas, los jueces volvieron al recinto con el veredicto, que fue unánime, y la imputada se desmoronó al escuchar que iría presa. En los alegatos, ella se mostró confiada y negó con la cabeza cada afirmación de la fiscalía y la querella. La pareja incluso escuchó la acusación tomada de la mano.

Detrás, sus familiares no dudaron en increpar al padre biológico del niño tras la sentencia. Al salir, en diálogo con El Diario, el joven contó que su hijo está muy bien, que retomó su escolaridad normalmente y que está bajo su tutela y la de su nueva pareja.

“Sinceramente esto no es algo que me ponga contento, pero me voy con el alivio de que ella va a pagar por lo que le hizo a mi hijo”, expresó. “Esto también sienta un precedente para este tipo de casos tan delicados”, sumó Shortrede.

 NTV / FB