Ocho voluntarias de un comedor crearon su propia marca de bolsos

Todas las semanas, ocho vecinas del barrio Eva Perón II se arremangan y se ponen manos a la obra para ayudar a las familias que necesitan un plato de comida, un abrigo o un útil escolar en el comedor "Carita de Ángel". Pero ahora, además, decidieron ayudarse a sí mismas y crear una marca de bolsos y mochilas que genere ingresos para sus hogares y, al mismo tiempo, les confirme algo tan simple, pero tan esquivo: saber que son capaces de lograr lo que se propongan.

Sus nombres son: Natalia, Ángela y Tamara Juárez, Nancy Bazán, Gabriela Suárez, Soledad Bustos, Martha Azcurra y María Sitjas.

"La idea nació en el comedor que tenemos. Todas somos voluntarias y empezamos a hacer un trabajo solidario, que fue armar cartucheras con tela de ropa que ya no se usa. Pero como algunas están desocupadas y no tienen ningún ingreso, armamos este emprendimiento para tener algo propio", relató Natalia.

Al principio, reconoció, evaluaron la posibilidad de hacer panificados. Pero como hay otros proyectos que hacen lo mismo en el barrio, tuvieron que buscar otras ideas. Y fue entonces cuando se les ocurrió aprovechar la experiencia y los conocimientos de María, que es modista desde hace décadas y es la "talentosa del grupo", como todas la denominan.

"Yo me ocupo de la máquina de coser, porque es la única que tenemos. Pero después están las chicas que cortan, otras que emprolijan y todo lo que haga falta", describió Sitjas, que además es quien inventa los modelos que luego materializan.

Hasta el momento, confeccionan y ofrecen bolsos y mochilas de cuerina, de diferentes tamaños y diseños, principalmente para mujeres; sets materos, que tienen yerbera y azucarera de tela, y almohadones grandes que sirven para que descansen mejor las embarazadas y para luego amamantar con mucha más comodidad.

Comienza el proyecto

Para empezar, recibieron un aporte económico de la Secretaría de la Mujer del Municipio de Villa Mercedes, que utilizaron para comprar la materia prima básica para hacer los productos: la tela, el hilo y los cierres. Y por estos días están confeccionando una buena cantidad para tener de stock y poder ofertar variedad.

"La venta la vamos a hacer a través de las redes sociales. Tenemos una página de Facebook, que se llama Mi Estilo Propio, y también con lo que surja de boca en boca. Ya nos han preguntado y nos han hecho algunos pedidos", sostuvo entusiasmada Nancy. Además, reveló que piensan llevar un puesto a diferentes ferias, para llegar a otro público y tener un encuentro cara a cara con los clientes.

Desde que arrancaron, la casa de María, en la calle Doctor Domínguez y a solo dos cuadras del comedor solidario en el que colaboran, se transformó en un espacio de trabajo, pero sin perder la esencia de ser un lugar familiar. Entre tijeras y costuras, con mate de por medio, le dan forma a algo que es mucho más que una posibilidad económica para las ocho integrantes.

"Además de trabajar, hicimos muchas amistades, nos matamos de la risa, venimos acá y nos despejamos de todos los problemas que podemos tener", sostuvo Tamara, y agregó: "Es muy lindo porque también aprendemos algo nuevo, que lo hacemos por nosotras".

Y mientras vencen miedos y se animan al desafío de emprender, las mujeres no abandonan sus tareas solidarias. El centro comunitario "Carita de Ángel", además de ofrecerles alimentos a más de cien niños y niñas del barrio Eva Perón II, también hace campañas de útiles escolares cada vez que comienzan las clases, o de camperas, frazadas y abrigos cuando llegan las épocas de bajas temperaturas.

Redacción / NTV