Un precandidato que no para de engrosar los gastos en vuelos privados
Los vuelos privados son una clara debilidad del jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El precandidato a presidente de Juntos por el Cambio aterrizó en San Luis en una coqueta y reluciente aeronave y así engrosó el gasto de campaña para llegar a la Casa Rosada que, según medios nacionales, inició hace un año y ya superó largamente el millón de dólares.
Fuentes locales consultadas por Mesa 5 calculan que el viaje del calvo dirigente del PRO habría costado entre diez mil y veinte mil dólares, aunque nadie de su entorno se anima a confirmarlo, menos a decir de dónde sale el dinero para costear semejante erogación proselitista.
Lo cierto es que Larreta tomó el Learjet 45 en el aeropuerto de San Fernando, en la zona norte de Buenos Aires. Lo hizo acompañado de su ministra de Educación, la controvertida Soledad Acuña. De ahí hizo dos escalas antes de tocar suelo puntano. Primero fue a Jujuy para buscar a su compañero de fórmula, el cuestionado gobernador Gerardo Morales. Y desde allí se trasladó a Córdoba, donde vive Claudio Poggi, para buscar a la cara visible del sello doméstico Avanzar.
Los datos del sitio informativo Nueva Ciudad.com confirman la gran pasión del presidenciable por los vuelos privados. En un informe realizado hasta enero de este año, en diez meses se había embarcado en unos treinta viajes en avión privado, lo que representaban 79 días fuera de la Ciudad de Buenos Aires, todos destinados a captar adeptos fuera de su tierra en su afán de ganarle la interna a Patricia Bullrich.
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