Ahora intenta despegarse de quien lo banca y pegó el faltazo al debate

Claudio Poggi desanda la recta final de la campaña exasperado y desesperado. Ni sus propias mediciones lo sacan del amesetamiento en que ha caído su imagen e intención de voto y eso lo tiene muy mal, confiaron allegados al diputado nacional que semana a semana suma más méritos para convertirse en el que más faltazos pegó al cargo para el que fue elegido hace tan solo dos años.  

Por eso, ni sus más cercanos colaboradores se bancan sus cambios de humor continuos, que inciden en las directivas. Revelaron que una de las bajadas de línea más sorprendentes que recibieron es "hacer lo imposible" para despegarlo de la figura del jefe de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, casualmente quien le banca gran parte de la campaña y sus medios afines a través de su gobierno y del Banco de la Ciudad de Buenos Aires, que ni una sucursal tiene en la provincia.

Hasta no hace mucho, Poggi mostraba con orgullo las fotos que se sacaba con él, elogiaba sus políticas —hasta el polémico sistema de seguridad que aplica—, inclusive lo trajo a San Luis durante un fin de semana turístico a recorrer localidades opositoras para sumar más adhesiones. Pero, al parecer, vio que por estos lares el presidenciable por el PRO le estaría restando más que sumando y ahora trata de olvidarse que es su delfín.

El excesivo personalismo de Poggi, que muchos le achacan internamente, le hizo tomar otra mala decisión esta semana. El Instituto Aleluya había convocado a una jornada de “participación y construcción ciudadana” en la que reunió a más de 400 alumnos de los últimos años del secundario de escuelas de la capital para que conocieran y escucharan a los candidatos a gobernador e intendente de la ciudad de San Luis. El único que faltó fue él. Su silla y el cartelito con su nombre quedaron vacíos. 

Uno de los pocos dirigentes que trató de dar una explicación al faltazo fue el diputado provincial del mismo palo político, Carlos “Charly” Pereira. “Tenía compromisos asumidos en el interior provincial”, dijo en FM Ciudad el referente doméstico del PRO luego de asistir y celebrar la iniciativa escolar que “se desarrolló en un ámbito de mucha libertad”.

Las palabras de Pereira sonaron a excusa. Poggi ya había rechazado al menos dos intentos de debatir: uno que hizo durante un acto la candidata a vicegobernadora Eugenia Catalfamo y otro del postulante a gobernador Diego González, quien formalizó el pedido a la UNViMe, un reducto cercano al exsenador nacional con mandato incumplido porque está comandado por las huestes del radicalismo.