El consumo de cerdo creció un 10% en los últimos dos meses

En los últimos tiempos el consumo de los distintos tipos de carne tuvo sus variaciones, y esto se notó en los precios y en el comportamiento de los clientes. El Diario de la República realizó un relevamiento en el que los comerciantes reconocieron un aumento sostenido en la demanda de los cortes de cerdo, con una suba del diez por ciento en los últimos dos meses. Señalan que aproximadamente la mitad lleva artículos porcinos, frente al pollo y la carne vacuna. 

“Las compras de estos cortes se habían mantenido. Cuando hubo un incremento en el precio del pollo a principios del mes pasado, el cerdo tuvo un aumento en la demanda y eso se nota en los números”, explicó Juan Pablo Oliveros, dueño de una carnicería ubicada en la esquina de Belgrano y Chacabuco.

El kilo de estos productos vale alrededor de los $1.000 en adelante. Los cortes más demandados son la aguja, costeletas, bondiola, matambre y solomillo. Aseguran que la diferencia de precios con la carne de novillo es abismal,  porque algunos cortes similares vacunos pueden tener un valor de entre $2.000 y $2.500 el kilo, lo que resulta difícil de comprar para la mayoría de los clientes en este contexto inflacionario.

“Hasta hace un tiempo el consumo de cerdo era escaso, pero en este último semestre las ventas fueron en alza. Esto tiene que ver con el valor en relación a la calidad y el aprovechamiento que se le puede dar a este tipo de carne”, dijo Ricardo Varga, comerciante que tiene su local ubicado en Aristóbulo del Valle y el corredor vial Eva Perón.

Los propietarios de los establecimientos aseguraron que en el contexto actual los consumidores han podido visibilizar al cerdo como una segunda opción por la estabilidad del precio y el poco desperdicio que tiene en relación con el pollo. Además, aseguran que los  elevados valores de la carne de novillo se convirtieron en un impedimento para las economías familiares.

“Es necesario tener este consumo sostenido de carne de cerdo porque vemos que el poder adquisitivo de la población va en descenso. Hay que remarcar que para muchas personas es una forma de mantener una buena alimentación en tiempos tan duros”, subrayó Raúl de Batista, propietario de una carnicería ubicada en la esquina de Pringles y Lafinur.

Varga mencionó que al no haber grandes sobresaltos en los precios de este alimento, es más sencillo mantener ventas sostenidas en el tiempo. Además, los carniceros afirmaron que los diferentes sobresaltos en los valores del pollo y la carne vacuna han modificado las elecciones de los clientes a la hora de comprar en los comercios, una realidad que se traduce en el fraccionamiento de ciertos cortes.

Para finalizar, los comerciantes advirtieron que es complicado obtener ingresos de manera fluida y que recurren constantemente a las ofertas, ya que estas opciones ayudan al consumidor a adquirir los productos necesarios para poder tener una alimentación adecuada.

Redacción/ALG