Proponen una probation para un joven acusado de matar a un anciano

Tras 9 años, la causa por el homicidio del anciano Jorge Daniel Suárez (83) tuvo movimiento. Este jueves, el Ministerio Público Fiscal llegó a un acuerdo con la defensa de Juan Martín Orozco Irusta (28), el kiosquero que lo agredió, y presentó un acuerdo de suspensión de juicio a prueba para que el acusado cumpla tareas comunitarias en una parroquia de El Trapiche por 2 años y abone un resarcimiento de $50 mil, a pagar en dos veces, a la familia de la víctima. Dolidos y descontentos, los familiares de Suárez dieron su opinión y finalmente prestaron su conformidad.

“Mi padre simplemente fue a comprar el diario, el favorito suyo, el Clarín”. Al borde del llanto, Norma Suárez, hija de Jorge, aseguró que esa era la única premisa que tenía su padre la mañana del 19 de diciembre de 2014, cuando fue golpeado por Orozco Irusta, quien atendía el kiosco de diarios situado en calle Rivadavia, frente al comedor universitario de la capital.

Acorde a la reconstrucción de los hechos, el día del hecho Suárez acompañó a su esposa al Sanatorio Rivadavia a un control post operatorio. Jorge era un asiduo lector de diarios y le dijo a su mujer, quien se encontraba en silla de ruedas por una intervención de rodilla, que lo esperara, que se acercaba hasta el kiosco a comprar el diario y algo para beber.

En el puesto de venta tuvo un intercambio de palabras con Orozco Irusta, que lo golpeó brutalmente provocando que cayera al piso cuando se marchaba.

Al advertir la situación, transeúntes intentaron linchar al kiosquero, pero momentos más tarde la Policía detuvo al agresor y lo pusieron a resguardo en la Comisaría 1ª.

“Suárez era una persona mayor, frágil, débil y que resultó arremetido por esta persona que se encuentra aquí acusado. Fue trasladado a la clínica Rivadavia inmediatamente, pero las severas secuelas le provocaron el deceso días más tardes en el Hospital San Luis”, detalló la fiscal de Juicio Virginia Palacios.

La hija de la víctima afirmó que “siempre fui insistente, pedí por tener justicia, pero luego llegó la pandemia y el juicio se durmió. Después llegó una reforma en la justicia y allí siempre hubo una luz prendida en nuestras mentes, pero siempre el que hace daño está mejor y nosotros encarcelados”, aquejó la mujer.

Alejandro Suárez, otro de los hijos de Jorge, se mostró molesto porque “el imputado en ningún momento se mostró arrepentido del hecho, nunca nos contactó, ni ahora mismo pudiendo hacerlo pidió disculpas. La sentencia que le han dado parece infame”.

Orozco Irusta, es vecino de El Trapiche y llegó al debate imputado en libertad por “homicidio preterintencional”, que acorde al criterio de la justicia, el golpe que le propinó al anciano le produjo efectos de mayor gravedad que los que pretendía causar, en este caso, la muerte.