La ciencia y el vino se reúnen de nuevo en Estancia Grande

Convencidos del potencial enológico que tiene la provincia, representantes de nueve instituciones se reunirán el viernes próximo en el segundo Encuentro de Ciencia y Vino con la mira puesta en generar una nueva actividad económica para la provincia.

Alfredo Cartellone, presidente de la Asociación Vitivinícola de San Luis, anticipó que será en el anfiteatro de Estancia Grande; presentarán un ejemplo de resultados de calicatas y explicarán su objetivo, cómo se hace una extracción de muestra y para qué sirven.

Las calicatas son excavaciones de las que se sirven los agrónomos y enólogos para estudiar un factor considerado fundamental en la elaboración de vinos de calidad: la relación entre las raíces de las vides y el perfil de suelo en el que están implantadas.

“Es una información clave para el agrónomo al momento de establecer si el lugar es apto para el cultivo de vid, tanto de suelo como de agua; también puede definir qué variedades se adaptan a esa situación puntual, si hay necesidad de un portainjerto, lo cual puede encarecer la instalación de un cultivo, ya que una planta injertada vale mucho más a pie franco”, explicó Cartellone.

Del encuentro participarán representantes del Ministerio de Producción, el INTI, el INTA, la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA), el Senasa, la Asociación de Viticultores de San Luis, el Conicet y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.

Hasta el momento se hicieron cinco calicatas en los viñedos más viejos y actualmente se realizan seis más con el fin de ampliar el conocimiento y cuál es la situación de los lugares donde se están haciendo los viñedos.

Toda esta información se está volcando a un mapa de aptitud vitivinícola, lo que “nos permitirá establecer cuáles son las localidades y características de esos viñedos, que son totalmente distintas unas de otras”, indicó.

El Proviar II es un programa que depende del Instituto Nacional de Vitivinicultura, una iniciativa que en su segunda edición tiene la ventaja de que se hará extensivo a todas las provincias emergentes y que incluye a San Luis. “Para nosotros es muy importante, especialmente porque somos de una provincia que se está iniciando en la actividad”, dijo el ingeniero agrónomo.

Este programa destinará 40 millones de dólares para las provincias consideradas emergentes orientadas a aspectos de sustentabilidad, impacto social de los proyectos vitivinícolas, desarrollo económico y cuidado del medio ambiente, entre otros.

Está básicamente destinado a nuevos proyectos innovadores de pequeños productores o microemprendedores, con apoyo para la comercialización de los vinos obtenidos.

“Como asociación tenemos muchas ventajas para recibir parte de estos aportes, especialmente porque estamos organizados y trabajando en conjunto en una asociación civil sin fines de lucro, que lo que busca es el desarrollo de una nueva actividad económica que prácticamente no existía en la provincia”, destacó, y agregó: “Estamos convencidos del potencial enológico de San Luis, basado en datos que venimos recolectando, en mi caso, desde 2008, y esto que hacemos hoy es afianzar lo que se viene haciendo a nivel particular y ahora nucleados en una asociación, que a su vez nos nuclea con una Mesa Vitivinícola con el aporte y conocimiento de todas las instituciones que la integran”.

Redacción/MGE