"La reina Charlotte: Una historia de Bridgerton"

"El experimento", así llamó Augusta al matrimonio de su hijo, el Rey George, con Charlotte, heredera de un principado alemán muy pequeño, ¿por qué? porque ella era afrodescendiente y su tez “más oscura de lo que esperaba”. Como los temas modernos que hacen líricos para los bailes reales que caracterizan a la serie; la producción demuestra una versatilidad única para combinar una historia de época con problemáticas actuales.

“La reina Charlotte: Una historia de Bridgerton” es la nueva producción de Netflix que se mantuvo durante un mes en el puesto Nº 1 del ranking de más vistos de la plataforma. Es una precuela de la serie inicial que narra la historia de los hermanos y hermanas Bridgerton y sus vidas amorosas, y que está basada en los libros de Julia Quinn e inspirada en la historia real de los reyes de Inglaterra George III y Charlotte.

Las adaptaciones fueron creadas por Shonda Rhimes, la responsable de las 19 lacrimógenas temporadas de "Grey's Anatomy", por lo que se esperaba que cuando “Bridgerton” fue calificada como drama hubiera más muertes de las que, afortunadamente, sucedieron. Lo que sí está muy marcado y que se diferencia rotundamente con lo escrito por Quinn es la inclusión de la diversidad en sus personajes, algo que se empezó a notar en la segunda mitad de la serie de médicos y que en esta producción de época es casi central; algo que no hizo más que confirmarse con “La reina Charlotte…”.

Shonda convirtió a muchos personajes en afrodescendientes, algo que es difícil que le agrade al público, como se ve en el live action de “La Sirenita”; sin embargo, en esta oportunidad funciona a la perfección e incluso hizo surgir a un personaje que ya es de su autoría. Mientras que en los libros la reina es prácticamente inexistente en la pantalla chica, llama la atención desde un principio con sus apariciones extravagantes y su carácter duro; algo que desarrolla en la precuela destinada exclusivamente a su historia y que convirtió en un libro en colaboración con Quinn.

Los pocos cuestionamientos sobre la tez de personajes nobles y de parte de la realeza que se hicieron algunos espectadores se esfumaron gracias a los seis capítulos que desarrollan cómo fue su inclusión; la primera, obviamente, la reina y por quien llaman a su matrimonio “el experimento” y luego la versión joven de Lady Agatha Danbury, el mejor personaje de ambas series que muestra un empoderamiento femenino consolidado en "Bridgerton", pero que le costó toda la primera mitad de su vida, planeada y pensada para casarse con un hombre que le duplicaba la edad.

Pero no solo hay diversidad étnica, la pretendiente del hermano mayor de los Bridgerton, Anthony, es de origen indio, sino en la orientación sexual de, en esta oportunidad, los asistentes personales del rey y la reina, Reynolds y Brimsley, respectivamente, tienen una relación oculta que florece en simultáneo a la de las personas que sirven y que no queda muy claro hacia el final de la temporada si perduró en el tiempo.

Otro tema que introduce Shonda dentro de su zona de confort es la medicina, expresada en la salud mental del rey y en unos tratamientos muy tortuosos a los que se somete a causa de un médico poco ortodoxo, cruel y que, como spoilea "Bridgerton" no sirvieron para nada. Estas “sesiones terapéuticas” sí sucedieron en la vida real y se basaron en baños de agua helada y sanguijuelas.

Si bien en la serie los trastornos mentales de George aparecen desde antes de casarse; según la página oficial del Palacio Real Histórico ocurrió 25 años después. "Cuando el rey se enfermó, sus comportamientos inapropiados y maníacos aterrorizaron y molestaron a la reina. Su relación nunca fue la misma y llevaron vidas cada vez más separadas", sostiene el sitio y reafirma la serie.

Charlotte se mantuvo fiel a su esposo y a su pueblo, el que gobernó hasta el día de su muerte en 1818, un año antes que él. Pero para eso aún faltan temporadas. Según la creadora el mayor desafío fue volver interesante una historia que ya se conocía y, por supuesto, con la impronta de romance rosa y drama que la caracterizan, lo logró con la misma precisión que un neurocirujano. Gran día para crear series.