Estreno de "Las Criadas": la casa de la servidumbre

Si hay algo que distingue a la directora teatral Marcela Aravena es su constante búsqueda de nuevos objetivos, de nuevos espacios. Y quien busca, a veces encuentra. Cuando la teatrera se propuso hacer "Las criadas", un clásico francés de 1947, escrito por el polémico Jean Genet, encontró en su pesquisa el lugar ideal para la adaptación.

No era ninguna de las muchas salas convencionales que ofrece Merlo, la localidad donde ensayó y gestó la pieza, sino una casona de Cerro de Oro, en medio de la sierra, que tenía todas las condiciones no solo para ser la escenografía perfecta de la obra, sino también para convertirse en protagonista.

Así es que este sábado Aravena y las actrices Julia Romero y Marilén Urquiza, más la asistencia técnica de Diego Gatto, escribirán una página pocas veces redactada en el teatro provincial: la función en una casa de familia. Será a las 19:30 en la residencia de fin de semana de la familia Romero, con repetición este domingo a la misma hora.

"Empezamos a ensayar en diciembre del año pasado y mientras observaba lo que pasaba empecé a pensar el lugar adonde presentarla", sostuvo la directora mendocina radicada hace ya varios años en la provincia.

La primera parte de su estancia en San Luis, Aravena la pasó en Merlo, donde dejó muchos conocidos en el mundillo teatral. De allí que cada tanto vuelve a hacer capacitaciones y a visitar a sus antiguos alumnos.

En una de esas visitas, le propusieron hacer una obra y de inmediato pensó en el exquisito texto de Genet, que habla de dos mujeres sometidas a la servidumbre y que se convirtió en un clásico del teatro moderno.

A los inconvenientes propios de la distancia (Aravena viajaba cada tanto a Merlo para seguir el proceso de las actrices) la directora los convirtió en una virtud. "Nos dio un respiro que se convirtió en necesario e hizo que todo madure a otro ritmo".

Pero lo más novedoso que propone el estreno de hoy es su escenario, lo que Marcela considera un nuevo espacio escénico a probar. La directora tiene el antecedente de obras al aire libre, como la recordada versión que hizo de "La casa de Bernarda Alba" (donde también actuó Romero), o una función especial que realizó en las habitaciones de un hotel.

La casona que encontraron tiene ciertas características que coinciden con la obra y servirá para que el público también viva una nueva experiencia teatral. "No va a haber butacas —adelantó Marcela— y el espectador va a poder elegir si moverse detrás de las actrices o quedarse en un lugar determinado de la casa y seguir desde allí el resto de la trama".

Ese nuevo ejercicio es considerado la mayor riqueza del experimento por parte de Aravena, quien dijo que tanto la gente como las actrices y ella misma como directora tendrán que despojarse de la visión convencional del teatro y adentrarse en la nueva forma.

"Es un espacio creativo diferente y todos los roles, incluso los de la técnica, están cambiados. Siento que todos vamos a estar más expuestos", confesó la directora, quien en paralelo prepara el próximo estreno de su grupo "Le maquinal", previsto para el 23 de junio.

Por supuesto que la zona de riesgo en la que se metió el equipo de "Las criadas" tiene un trabajo de adaptación en el que Aravena puso mucho esfuerzo. Primero porque la obra original está escrita para el teatro de escenario y además porque la directora local tuvo que darle protagonismo a la casa y en ese camino prescindió del tercer personaje de la pieza, la patrona.

En su obra, Genet describe el mundo de la servidumbre y los sometimientos que sufrió por parte de sus empleadores en la Francia que salía de la Segunda Guerra Mundial. Una de las cosas que le llamaron la atención a Aravena cuando era una estudiante de teatro y conoció la pieza fueron los puntos de conexión que tiene con la actualidad pese a que haya sido escrita tan lejos en el tiempo y en el espacio.

Redacción/MGE