María Kodama, ausencia encarnada

“Comunicado oficial” podría titularse una nota necrológica sobre el fallecimiento de la señora María Kodama, viuda de nuestro escritor Jorge Luis Borges. No es un simple dato que el mismísimo ministro de Cultura de Argentina y cineasta, Tristán Bauer, expresó mediante un acto de gobierno la información del fallecimiento a los 86 años de la escritora y traductora María Kodama, viuda y principal difusora de las obras de Jorge Luis Borges. El ministro tuvo su cercanía de amistad y también artística al realizar la película sobre Borges “Los libros y la noche”.

El recuerdo insiste en navegar información sobre María Kodama. Entonces, tipeamos la pantalla plana, sin laberintos borgeanos. Ya que esa es una de las imágenes que repiten algunos escritores sobre la esposa de Borges. No sin ironía varios la mencionaban como la Ko-Dama. Sobre todo en un contexto burgués al que ambos contribuyeron a consolidar.

No se casó con JLB vía México, pero sí por poderes vía Paraguay, a través de la abogada Haydee Antonini. Desde aquel “acto administrativo” ha sido la sombra y luz de los claroscuros de su marido, quien tenía 87 años y ella 41.
Tuvieron una vida literaria en el mejor de los sentidos. Aunque una vida afectiva signada por el idilio, la desilusión y la épica.

En su profesión, María fue una escritora, traductora y profesora de Literatura Argentina. Sin embargo, sus datos contextuales, que toda página de historia considera, se encargará más que de un relato necrológico que de aportar reseñas sociológicas como una necropsia. Procedimiento que investiga lesiones y alteraciones anatomopatológicas cuyo descubrimiento y comprobación contribuirán a la determinación de la causa de muerte. En este caso, no de la muerte física, sino de las letras.