Juzgan a un oficial de Policía acusado de abusar de la hija de su expareja

“Cuando hablé, sentí alivio”. Eso aseguró en Cámara Gesell la hija de la expareja del oficial Juan Ramón Molina, quien empezó a ser juzgado en la mañana de este jueves por abusar sexualmente de la chica en 2020, cuando tenía 12 años. El acusado, quien afronta un pedido de pena de 15 años de prisión y que está preso desde el primero de abril del año pasado, decidió guardar silencio durante la primera audiencia. En la apertura declararon los padres de la adolescente y la psicóloga que le realizó la entrevista.

Cerca de las 10:30, cuando todo parecía estar listo para arrancar, la defensora particular de Molina, Karina Mantelli, pidió la nulidad de la Cámara Gesell realizada a la víctima ya que, según su criterio, las fojas de la pericia "no estaban refrendadas por las autoridades permitidas para hacerlo ni tenían los datos que son sumamente importantes”.

“Yo no puedo determinar cuándo se hizo la entrevista, cuándo se grabó o quién estaba ahí. Quiero plantear la nulidad de la prueba, que está realizada de manera ilegal. No hay sustento para determinar si se hizo en el día que se estableció”, argumentó la letrada.

En su descargo, la fiscal de Juicio Virginia Palacios sostuvo que “debe ser rechazado el planteo porque hay que hacer una disquisición del acta y de su valor como prueba. Acá lo que tiene valor probatorio es lo que dio lugar a la medida. Yo no voy a perder más tiempo”, afirmó.

Tras el argumento de Palacios, el tribunal constituido por José Luis Flores, Jorge Sabaini Zapata y María Eugenia Zabala Chacur deliberó alrededor de 30 minutos y rechazó el planteo de la abogada.

La madre de la adolescente fue la primera en declarar. Angustiada desde el primer momento, narró que el 17 de mayo de 2021, dos meses después de haberse separado de Molina por “infidelidades y violencia de género, que fueron denunciadas en dos ocasiones”, su hija pudo revelar lo sucedido.

“Ella estaba peleando con su hermana, las reté y les quité los celulares. En ese momento yo llamé a su padre, porque si bien estamos separados, nos comunicamos frecuentemente de lo que pasa con las chicas. Mi ex me pidió hablar con ella y ahí se quebró en llanto. Pidió que la viniera a buscar, que le quería decir algo urgente”, recordó la mujer.

Colmada de angustia y casi sin poder hablar, contó que su hija les dijo “Juan me violó”. Aseguró que de inmediato llegó el padre de la niña y todos se dirigieron a una comisaría de la zona norte de la capital a realizar la denuncia.

“Él no respetó a nadie (por Molina). Le robó su inocencia”, concluyó la madre, quien debió recibir el acompañamiento de una especialista para dar su testimonio.

Prácticamente sin sacarle la mirada de encima al imputado, hasta que se sentó frente al estrado, el padre de la niña hizo el mismo descargo que su expareja al contar cómo se enteró de lo sucedido. “Siento impotencia por no haber estado en ese momento para defenderla”, manifestó. Luego, ante la llegada al recinto de la licenciada en psicología María José Pérez, se reprodujo la entrevista realizada a la chica, que dio un crudo y angustiante relato. “Pudo contar detalles explícitos de lo sucedido sin tener signos de fabulación. Ella demostró signos de hipervigilancia, donde dio detalles de situaciones que se daban de manera crónica”, declaró la profesional.

En la Cámara Gesell que realizaron en 2021, pudo advertir cada una de las situaciones a las que presuntamente la sometía Molina mientras su madre se ausentaba por trabajo. Sin poder enumerar la cantidad de ultrajes, “ya que fueron muchos, al menos 2 por semana durante meses”, refirió que no pudo hablar antes de los abusos porque “tenía mucho miedo. Él tenía un arma, por eso no quería contar nada. Sentí mucho alivio cuando hablé. Quiero que esté preso para sentirme bien”, dijo.

Ante un panorama complicado, Molina tendrá la última posibilidad de dar su versión de los hechos en la mañana de hoy. Además, se espera que el debate oral tenga su desenlace con alegatos y veredicto.

El oficial de 34 años, quien desempeñaba funciones en la División de Respuesta Inmediata Motorizada (DRIM) de la Policía de San Luis, llegó al debate acusado de "Abuso sexual simple agravado por la relación de convivencia, abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la relación de convivencia y abuso sexual con acceso carnal, todo en concurso real".

Como abogado querellante actuó Ezequiel Domínguez y en representación de la víctima, la titular de la Defensoría de Niñez, Adolescencia e Incapaces 2, Silvina Daniela García.