Volvieron a detener a un hombre acusado por violar a su sobrina

Sufrió en silencio dos años hasta que finalmente pudo confesar que su tío la abusaba, pero guardar el secreto fue catastrófico para su salud física y mental: crisis de llanto, insomnio, problemas en el rendimiento escolar, pánico, tendencia a la reclusión y actitudes autolesivas. Que encarcelaran al sospechoso le dio un poco de paz, pero fue necesario apuntalarla con mucho acompañamiento familiar y ayuda psicológica permanente. Lamentablemente, la víctima, quien tiene 12 años, sufrió una recaída luego de que el imputado fuera liberado en febrero pasado tras pasar dos meses detenido. Con pruebas de que el hombre ha tratado de acercarse a su sobrina y que frecuenta lugares a los que ella va, la fiscal Virginia Palacios ordenó volver a detenerlo y conducirlo ante el juez de la causa para pedir que esté tras las rejas hasta la llegada del juicio.

M.A.B. tiene 47 años y es tío de la víctima por parte de padre. Ayer a la mañana, efectivos de la Brigada de la Unidad Regional de Orden Público I volvieron a apresarlo en el barrio Banda Este de Quines. Su vivienda está a apenas siete cuadras de la de la víctima, y a pesar de tener vigente una orden de restricción para no acercarse a la niña, Palacios recibió informes que darían cuenta de que el sospechoso trató de abordarla en al menos dos ocasiones en las últimas semanas.

La primera vez que lo detuvieron fue a fines de noviembre del año pasado. Tras pasar varios días en una celda de la Comisaría 38ª de la capital puntana, el juez de Garantías 2, Ariel Parrillis, lo procesó con prisión preventiva por el delito de “Abuso sexual con acceso carnal agravado por el grave daño causado en la salud mental de la víctima”. La medida fue dispuesta por 60 días, mientras continuaba la investigación, que cerró su etapa probatoria este jueves.

El 7 de febrero la medida coercitiva venció y M.A.B. volvió a su pueblo a la espera de que la causa sea elevada a juicio oral. En el nuevo Código Procesal Penal de la provincia prima el principio de que los sospechosos de un delito estén libres mientras se los investiga, siempre y cuando no existan riesgos procesales, por eso en su momento no hubo una audiencia para extender ese encarcelamiento. Pero una nueva denuncia de la mamá de la nena y un informe de la psicóloga que la asiste motivaron que Palacios volviera a intervenir.

“Una clara intención”

Puntualmente, la pequeña refirió que hace dos semanas, cuando llegaba a la escuela junto a una amiga, vio a su tío en auto y notó que este tenía intenciones de frenar en la puerta del establecimiento escolar, lo que la sumió en un profundo estado de angustia y ansiedad, ya que hasta ese momento no sabía que el hombre estaba libre. Después volvió a verlo en un comercio que ella frecuenta, y a pesar de que sus padres insistieron en vigilarla cuando saliera, la nena no quiere abandonar su casa por temor a encontrárselo en la calle.

La recaída fue inevitable y la psicóloga advirtió el resurgimiento de episodios de “terror, permanente estado de alerta, rebeldía, agresividad, aislamiento, nuevamente aparece el insomnio y terror nocturno”. Además, su familia debe acompañarla ahora a la escuela y buscarla a la salida, atentos a que no se haga daño.

Este viernes, en un documento que le elevó a Parrillis, Palacios consideró que el imputado tiene “una clara intención en cuanto a lograr el acercamiento respecto de la víctima y como así también desplegar conductas cuyo

inequívoco sentido lo es en orden a corromper, lo que constituye evidencia que luego será valorada como prueba en debate oral a los efectos del dictado de una sentencia”. Por ello, sostuvo: “Se antepone la urgencia en preservar a la niña víctima, quien reside en la misma ciudad de su agresor y que se encuentra al acecho del mismo con todas las consecuencias de lo que ello se puede derivar”.

El juez hizo lugar y M.A.B. volvió a ser apresado a la espera de una audiencia de revisión de la prisión preventiva en los próximos días.