San Luis empezó a forjar su modelo de exportación

Si hubo algo que impresionó y entusiasmó a los productores que asistieron a la segunda edición de la Expo Alfalfa, fue el dato que brindó un disertante: “Hoy el mundo demanda 25 millones de toneladas por año, mientras que el país exportó 150 mil toneladas”.

Economistas, expertos en logística y analistas de mercado contribuyeron con sus exposiciones a terminar de forjar un negocio exportador de alfalfa sobre un camino que ya abrió el Gobierno provincial a través de la AgroZal.

La jornada se llevó a cabo en el establecimiento Don Hugo, donde se desarrollan múltiples ensayos. El encuentro convocó a más de 500 personas, provenientes de Mendoza, San Juan, Córdoba, Salta, La Pampa, Entre Ríos, Jujuy, Río Negro, Santa Fe, Buenos Aires y Catamarca; en tanto que del exterior, atrajo a empresarios transportistas de Brasil.

“Soñamos con generar un mercado de futuro para la alfalfa, para darle previsibilidad al productor agropecuario que hace una inversión y que no sabe a cuánto terminará vendiendo su producto al industrial, que necesita tener disponible a lo largo del tiempo”, expresó Juan Vasquetto, especialista en agronegocios y asesor en comercialización.

Para el disertante, si se tiene un mercado en el cual se garantiza la provisión y el precio, lo primero que se logrará es que el industrial gaste menos en almacenaje y tenga un menor esfuerzo financiero porque no deberá tener tanto acumulado, sino simplemente un stock suficiente. Esto generaría también un mercado para la alfalfa, con publicación para que el mundo se entere cuánto vale el producto y que se pueda entregar y cumplir, indicó.

Pero también permitiría que se asocien varios productores pequeños que consoliden cargas importantes, que hoy no lo pueden hacer de manera individual si no tienen la presencia del Estado, como ocurre en San Luis.

Según Vasquetto, el problema que presenta el mercado de la alfalfa hoy es que no hay demasiada certeza de los precios de futuro.

“Cuando yo encaro una producción o una industria con la alfalfa como materia prima clave y estratégica, en ese caso digo que hay que darle previsibilidad a los precios para garantizar que todas las empresas interesadas en invertir en el sector puedan tener precios de referencia públicos conocidos, y un amigable componedor en caso de controversia, contar con contratos institucionalizados para acceder a fuentes de financiamiento”, explicó el especialista.

No es nada nuevo, aclaró: “Esto en el mercado de granos existe y deberíamos llevarlo al mercado de la alfalfa para tener las misma ventajas que hoy tiene un productor de maíz y de soja”.

El mundo está complicado con la disponibilidad de agua, advirtió y recordó que todos los países árabes tienen prohibido regar y eso es lo que ha generado inversiones millonarias en San Luis y Córdoba.

“El techo de este mercado no lo podemos siquiera imaginar. Que motorice todo esto el Gobierno de San Luis es muy bueno, es un buen punto de partida, pero si junto con el gobierno local ponemos productores e industriales y tiramos todos juntos, se puede potenciar y llegar a ser mucho más grande de lo que se está haciendo hoy”, dijo.

Vasqueto también dejó un mensaje para el productor local, para que siga confiando y apostando por este camino: “Esto que se hace en San Luis está bueno porque se da en el ámbito de la propuesta”. Contrariamente a lo que ocurre a nivel nacional, el secretario de San Luis Logística, Sebastián Lavandeira, destacó que en la provincia se está formando un precio de referencia para la alfalfa.

El principal objetivo del programa que impulsa el gobierno provincial a través de la AgroZal es desarrollar un cultivo que sea rentable económicamente y que genere un impacto social y ambiental positivo.

“En esta segunda edición nos enfocamos en el modelo de negocio que se necesita. En la provincia ya hay más de 30 mil hectáreas destinadas a la alfalfa, de las cuales cinco mil están en la Cuenca del Morro y que son la que industrializa la AlfaZal y se vende al mercado de Medio Oriente, con el cual trabajamos con mucha aceptación y una demanda creciente”, detalló el funcionario.

Los números de la exportación de alfalfa puntana entusiasman a Lavandeira. La provincia empezó, hace tres años, exportando mil toneladas y actualmente está en 12.500.

 “Nuestro cuello de botella es el procesamiento, por lo que adquirimos nueva maquinaria que nos permitirá duplicar la actual producción”, aseguró.

Esa máquina elabora un fardo de menor tamaño que el clásico, pero súper compactado, que sirve para todos los mercados, incluido el chino y el de Emiratos Árabes, que pide este formato porque es más fácil de manipular.

Alfredo Abboud, presidente de una empresa dedicada a la logística, explicó los alcances del servicio que ofrece hacia todo el país desde la provincia de Santa Fe.

Posee una planta propia, que por sus antecedentes como ferroviario, la montó sobre el ferrocarril, con una capacidad de procesamiento de 60 mil toneladas por año en un solo turno y una capacidad de acopio instantánea de 8 mil toneladas.

Su principal servicio es vincular a los exportadores con los compradores, incluidos los acuerdos con los puertos y las compañías marítimas.

El empresario destacó que, como fortaleza, el productor argentino sabe hacer alfalfa “desde el nacimiento de la patria” y que la oportunidad está dada porque el mundo demanda proteína vegetal.

“Argentina sabe y tiene que hacerlo. Hoy, el mundo demanda 25 millones de toneladas por año, mientras que el país exportó 150 mil toneladas”, reveló.

Abboud conoce muy bien lo que pasa en San Luis porque durante un tiempo trabajó para ferrocarriles en Justo Daract. “San Luis es uno de los polos productivos alfalferos con mucho futuro y con un horizonte fantástico”, dijo al recordar que su vínculo con la provincia por la alfalfa nació cuando brindaron contratos de venta al exterior a la Agrozal y después contratos propios con mercadería puntana.

Vaticinó “un gran futuro” para esta forrajera en San Luis, por lo que consideró que muchos productores se volcarán a la alfalfa por su estabilidad.

Su mensaje para el productor local es que “no le tengan miedo, que hagan alfalfa porque hay un mercado que la demanda, que trabajen en conjunto con la Agrozal y los otros exportadores”.