Las sombras generalmente están relacionadas con la oscuridad. Sin embargo, Carolina Sorín y Gabriel Von Fernández, del grupo Gato Verde, lograron que tenga colores, texturas y significados diferentes. Así lo demuestran en "Mi gato amo", la obra de teatro de sombras que realizarán este viernes por primera vez en el auditorio del museo Casa del Poeta, de la Villa de Merlo. La función es a las 20 y las entradas cuestan 700 pesos.
El grupo presenta dos historias paralelas: por un lado, "Mi gato amo", que describe a un gato que viaja con el grupo y al principio de la obra se pierde. La otra historia tiene como protagonista a Limay, un niño a quien le gusta jugar con su celular pero que descuida a sus seres queridos.
"La estrenamos en junio de 2019. Es un espectáculo dirigido a las infancias, pero para todo público. La idea es que los adultos que acompañan a los niños y las niñas no se sientan fuera, porque la obra tiene varias capas de lectura dirigida a todas las edades", contó Carolina, quien trabaja junto a Gabriel desde 2018.
La dupla vive en Bariloche y recorre el país con sus espectáculos. Generalmente llegan hasta las escuelas, donde comparten con los y las estudiantes momentos lúdicos referidos al teatro de sombras.
"Nuestro trabajo es como cine en vivo porque, si bien es teatro en tiempo real, también tenemos un tratamiento de la imagen que emula de algún modo lo que sucede en el cine. Hacemos zoom hacia un primer plano o fundimos imágenes. Es una experiencia que tiene componentes que llegan del lenguaje audiovisual", explicó Gabriel, quien investiga la técnica hace más de veinte años.
Carolina agregó que, además de sus cuerpos, también utilizan objetos hechos con material reciclado. "Después de la función abrimos la cocina y le mostramos al público cómo trabajamos para que este pueda verlo y jugar en casa con las sombras, que siempre están disponibles", explicó.
Los actores contaron que las personas imaginan la sombra como algo negro y sin sentido, pero que su tarea es darle color, que cambie de forma y textura. A los actores, la sombra les abre la puerta a nuevas perspectivas que les dan otros horizontes a su desarrollo como personas.
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