15°SAN LUIS - Jueves 02 de Mayo de 2024

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El año del dragón

La astróloga cuenta las predicciones para 2024 y cómo prepararse espiritualmente. Guerras, migración, medio ambiente y cambio sistémico.

Por Astrid Moreno
| 31 de diciembre de 2023
El pronóstico de Ludovica. Foto: gentileza.

Con un cambio sistémico mundial, el año nuevo chino llega en forma de dragón de madera. La astróloga y escritora Ludovica Squirru presenta su libro con las predicciones para 2024 cargadas de llamas de reflexión, introspección y revolución vital.

 

Según detalló en una entrevista con Cooltura, la era del dragón iniciará el 10 de febrero de 2024 y se extenderá hasta el 28 de enero de 2025. La especialista, quien cumple 40 años de carrera y best sellers, adelantó cómo prepararse para esta nueva etapa, qué le depara al país, los signos más beneficiados y dónde estará el foco.

 

 

―¿Hay una preparación especial para el año nuevo chino?

 

―El año nuevo chino siempre es irregular, empieza entre mediados de enero y febrero porque es un almanaque agrícola que se mueve con la Luna y el Sol. Esto implica que hay que dejar, como dicen los chinos, lo mejor que podamos y en orden nuestra vida personal en este año que finaliza del conejo de agua. Hay tiempo hasta el diez de febrero para cerrar todo lo que uno siente que ya no va más, ya sean relaciones tóxicas, bajar de peso, empezar a mirarse con gente que está peleada, poder pagar deudas (algo bastante complicado en Argentina) o hacer trueques para compensar todo lo que está mal. Hacer una limpieza general de la casa, sacar todo lo que no sirve. Es decir, prepararnos por dentro y por fuera para el inicio de un nuevo tiempo que trae el dragón, pero eso lo hacen todos los años en China.

 

 

―Empieza el año del dragón de madera, ¿qué implica?

 

―El dragón es el signo que simboliza los cambios en la humanidad desde todo punto de vista, lo geopolítico, social, económico, de parejas, modos de vida, formas de insertarse en un mundo que está totalmente polarizado y al mismo tiempo donde hay mucha gente sin techo. Este año va a haber muchas migraciones hacia nuestro continente y sobre todo hacia la Argentina como consecuencia de las guerras que se están dando entre Rusia y Ucrania, y Hamas e Israel. Hay que estar preparados también para todos los fenómenos de adaptación de las nuevas personas que van a visitar el país, como anticipó el profeta Benjamín Solari Parravicini: "Argentina samaritana recibirá al mundo ardido en llamas y será el crisol de una nueva humanidad, vendrán en busca de agua, de tierra y de un nuevo sol". Eso se va a cumplir en el año del dragón. Entonces este nuevo cambio de gobierno va a tener que estar muy ligado a poder recibir muchísima gente y más en nuestras provincias que están casi vacías y donde va a haber que adaptarse a nuevas costumbres, porque esta gente que viene está realmente muy mal en todo sentido y con ganas de empezar una nueva vida. Tenemos que ser muy adaptables para poder recibirlos e integrarlos y tener conciencia de que para que haya cambios profundos hay que mezclarse en el ADN. Quizá de acá a 30 años veremos el fruto de esta inmigración, pero va a ser todo muy de golpe, muy inesperado y brusco. Este dragón trae un mensaje de cambios profundos en el paradigma de la humanidad y, al mismo tiempo, un florecer de reinventarnos, es madera, es el cambio, es que todo florezca y que no quede nada sin ser regado. Viene con las perspectivas de una evolución y un crecimiento que no es de golpe, sino que va a ser paulatino para aquellas personas que son defensoras de la ecología, del medio ambiente, de nuevas estructuras que tiene que haber en la educación y de un cambio sistémico que abarca a todo el mundo.

 

 

―¿Cómo es el balance de 2023, el año del conejo de agua?

 

―Fue el último año de 120 de decadencia y a la vista está todo lo que pasó y lo que sigue pasando. Por eso también hay que poner mucha energía para que ese cambio venga bien, con viento a favor nuestro. Los cambios en los ciclos universales son enormes. Para los chinos son de 60 años o de 120 años, y en ese tiempo hemos pasado todas las siete plagas de Egipto en Argentina y en el mundo. Todavía somos privilegiados de que no tenemos guerras, que hay gente que todavía puede vivir en espacios de naturaleza inmensos, con aire, luz, agua y wifi, como ustedes en San Luis, que es una provincia profundamente ecológica y muy cuidada. Fui hace poco y estuve recorriéndola, es maravilloso cómo forestan. Está en la conciencia, pero la conciencia viene con educación, hay que dar planes de estudio a las nuevas profesoras y maestros para que los chicos aprendan las cosas que van a necesitar en este nuevo tiempo, que es cómo adaptarse al medio ambiente, educación sexual desde chicos como materia para evitar la violencia y el bullying, también deben evolucionar los padres, hacer constelaciones familiares y todo lo que sea humanista. El dragón es humanista como John Lennon y Martin Luther King, son personas que traen la conciencia de volver a estar en contacto con lo verdaderamente humano.

 

 

―Hablás de la naturaleza y la tierra, ¿qué injerencia tendrá este 2024?

 

―En Argentina estamos en una etapa en la cual debajo de la tierra, no solamente en los centros espirituales, hay vida intraterrena, una vida de la que no sabe mucha gente, que se ha explorado con el mundo de los recursos y que pueden servir si hay un bombardeo para resguardarse debajo de la tierra. Por ejemplo, en La Rioja con discos solares que tienen que ver con poder de alguna manera despertar conciencia. Ahora arriba de esa tierra a lo mejor hay gente que no practica nada de lo que te estoy diciendo y hacen todo lo contrario. Entonces el tema es que la Argentina es la promesa del mundo por inmensidad y territorio, lugares donde la gente se está matando en el mundo por tener plataforma subterránea. Lamentablemente, los gobiernos a lo largo de la historia han permitido que vengan los países del mundo a vaciar nuestros mares con fábricas de pescado, por dar un ejemplo. Si no hay soberanía, conciencia de nuestro territorio y se defiende y se respetan las leyes, nuestro destino es ser invadidos por gente de todo el mundo que van a traer todo lo mejor y nos van a tener a los argentinos trabajando. Ese es el karma que estamos pagando. Es decir, no hemos podido tener en un país rico la posibilidad de vivir de nuestros recursos. Esto indica que o nos despertamos de golpe o seguiremos en un estado de somnolencia eterna que creo que ya nos ha pasado demasiadas cosas en este país como para no despertar.

 

 

―¿Cómo se verán afectados o beneficiados los signos?

 

―A mí no me gusta mucho generalizar porque creo que al que le va bien es también porque es cocreador de su destino. Lo que intento evitar es el facilitar decir que me va a ir bien porque soy tal signo. Lo que sí puedo es dar una aproximación, por ejemplo, zorro, vaca, gallo, tigre son los signos que mejor les puede ir porque se llevan bien con el dragón; les puede ir mal a los perros y más o menos al búfalo y al gato. Pero vivimos una cantidad de situaciones que no podemos generalizar, por eso en mi libro siempre hay lo que yo llamo la astrología preventista. Los chinos van al médico cuando están bien, porque consideran que la medicina te tiene que ayudar a prevenir situaciones que si te conectás con vos podés llevar de una mejor manera; quizá este sea un año para meditar, sabático o para emprender. Pero no me gusta caer en la generalización, porque también tenés un ascendente y una energía, son estudios muy serios que se hacen para cada persona. Por su puesto que el signo va beneficiado por la energía que tienen respecto con el dragón y su elemento. Esto pasa en todas las astrologías, no solo la occidental, sino que son convergentes.

 

 

―¿Conviven los distintos tipos de astrologías?

 

―Sí, conviven cuando la gente hace su trabajo con conciencia, te das cuenta de que los ciclos en la humanidad son convergentes en la astrología tanto la China, como la Hindú y la de los pueblos originarios. Primero, lo que tenemos que buscar es conciencia del lugar donde vivimos, estoy muy contenta de leer en el diario que hay un encuentro en Altas Cumbres, de Sanavirones, Comechingones y gente que está en los movimientos ecologistas para poder integrar conocimientos. Vengo de una semana de hacer la Fundación Espiritual de la Argentina en Ojo de Agua, en Nono (Córdoba), con gente de todas las creencias. Hubo seminario de constelaciones familiares y muchas cosas porque hay que aprender a fusionar todo. No hay una sola verdad. Lo que pasa que si vos estás en un camino de conciencia, sí te vas a encontrar con otros que estén en la misma frecuencia, pero a lo mejor con otro camino de espiritualidad recorrido. Todo es respetable, justamente el dragón lo que trae es claridad para despertar a los dirigentes del mundo que, en general, son un desastre todos, pero de alguna manera tienen que comenzar como Gandhi con un mensaje de paz, fomentar la meditación, hacer cosas conscientemente porque si no volvemos a lo que hemos llegado que es a un estado paleolítico inferior como seres humanos. Eso no tiene que ver solo con un año nuevo chino, sino con todo un cambio sistémico que se está produciendo donde la sociedad civil quizá tiene más peso que los gobiernos.

 

 

―¿Qué rol ocupa el karma?, ¿cómo se puede trabajar?

 

―La palabra Karma, etimológicamente, quiere decir acción de lo que uno hace, dice y piensa. Entonces, vos podés, por supuesto, involucionar o evolucionar en esta vida dependiendo de cómo sea tu acción, pensamiento y sentimiento. Es decir, si vos sos una persona que está permanentemente envidiando, deseándole al otro que le vaya mal, mirando el vaso vacío más que lleno. Va a venir un karma más heavy que a la gente que está haciendo actos solidarios y ayudando al prójimo. Cada uno genera su propio karma, podés mejorar para evolucionar en otra vida y para esta vida porque cuanto más consciente sos de cualquier acción, mejor es tu karma. Nosotros hemos vivido en un estado de inconsciencia durante 2 mil años en la humanidad. Entonces, a veces, vemos las atrocidades que siguen pasando, como guerras que uno pensó que no iban a volver a suceder y concluimos que el ser humano ha involucionado enormemente. Ahí es donde hay que poner el foco y no pretender que el mundo cambie. Cambiá vos, transformate vos y vas a transformar lo que está al lado tuyo. Si no das el ejemplo, no podés hacer nada.

 

 

―¿Cómo se adaptan estas interpretaciones del horóscopo chino a la era moderna, a la globalización?

 

―Oriente llegó a Occidente y Occidente llegó a Oriente. Cumplo 40 años en este libro de "best seller" en Argentina y en América. Esto quiere decir que hay mucha gente que lo lee, no es algo extraño o algo de lo que ya nadie habla. China ya está metida en nuestro país.

 

 

En todo sentido. No solamente por el horóscopo, sino porque hay empresas y una base atómica china en Argentina. Lo que pasa es que hay que darse cuenta cuál es la parte buena y cuál es la mala de cada cultura. Uno hace la obra que hace y hay gente que le gustará, otras que no; pero lo que es seguro es que para nuestra cultura el horóscopo chino es algo cotidiano.

 

 

―Mencionaste que este 2024 se van a revelar cosas sobre la vida extraterrestre, ¿qué podemos esperar?

 

―Ustedes son especialistas en San Luis por tener al querido Alberto Rodríguez Saá que lo he conocido y le tengo muchísimo aprecio; sobre todo en su parte ecológica como ha demostrado que esa provincia, que ha pasado también incendios y sequías, puede tener esa belleza de forestación y de esa visualización de fenómenos extraterrestres. Él lo puede decir y contar también. Me parecería muy omnipotente decir que no hay vida en otras galaxias, en otros lugares, con solo mirar el cielo te das cuenta. Entiendo la limitación de la gente que tiene miedo, pero yo no. He viajado por China, por toda América Latina, estuve en todos los centros ceremoniales mayas y si uno no entiende que hubo una información que venía de otra galaxia para que construyan lo que construyeron hace diez mil, me parece un pensamiento muy limitado. Tampoco estoy tratando de convencer a la gente de que existen. Creo que el que está preparado lo ve o recibe información, a  través de sueños o de mensajes. Están entre nosotros, no como el extraterrestre que la gente se imagina, sino que es algo que ya se ha clonado y hay personas de una capacidad muy grande en nuestro planeta que están dando información.

 

 

―¿Cuál es tu vínculo con San Luis?

 

―Yo quiero mucho a San Luis porque en un momento dado estaba unido todo el Valle de Traslasierra y se lo jugaron en un partido de truco en el gobierno de Roca entre los gobernadores de Córdoba y San Luis, y lo perdió este último. Pero como fenómeno montañoso, desde Merlo es muy afín. Yo no siento una división, me gusta lo regional, la gente. Considero que la provincia elevó la cultura, llevó el cine y gente muy prestigiosa, tiene el Museo de la Poesía y grandes obras artísticas. A mí me gusta la gente que está  conectada con la naturaleza, el arte y la evolución. Siento admiración y un gran cariño y respeto por San Luis. Cuando fui pasamos por un lugar espectacular, que parecía una base extraterrestre, pero era un hospital, el "Ramón Carrillo". Creo que debería haber espacios de salud pública con esa calidad y tecnología en todo el país.

 

 

―¿Qué le dirías a alguien que se mantiene escéptico?

 

―Empecé desde muy joven, a los 27 años, tengo 67; nunca me importó que la gente no vea lo que escribo y me parece que no hay que presionar a nadie ni convencer de nada, creo que cada uno tiene que hacer su camino. Me ha pasado encontrar gente muy escéptica, hombres sobre todo, que me dicen que no creían en nada de lo que yo represento, pero que leyeron uno de mis libros porque se los dio una pareja o una hija y se dieron cuenta de que se identificaban con eso. No hay que hacer nada con la gente que no cree en lo que vos hacés porque es lo peor. En todo sentido lo digo, no por lo mío. Eso no sirve, cada uno debe encontrar su camino, su vocación, su creencia y, a lo mejor, llega de la manera que menos te imaginás. Nunca me enojé cuando la gente dice: "No creo en lo tuyo". Es un gasto de energía. Es como el amor, surge y aparece, y lo mismo cuando uno se inclina hacia algo es porque quiere saber, conocer o experimentar. Celebro que mi libro cumpla cuarenta años. Pero son 40 años de ir poniendo una semilla en un país donde nadie sabía lo que era la palabra ni siquiera China. Me siento muy feliz de poder recolectar todo esto. Además hay mucha gente muy valiosa, que escribe sobre cosas que no son a lo mejor de astrología china, pero sí de autoconocimiento, meditación o de ciencias que sirven mucho para la evolución. Soy muy privilegiada porque me va bien, porque la gente me sigue, porque vengo de hacer movimiento de la Fundación Espiritual de Argentina con servicios gratuitos. Nadie cobra nada, yo entiendo que estamos todos muy estresados por los tarifazos y que la parte económica es muy importante, pero si no alimentamos el otro lado, de lo espiritual, va a ser peor. A lo mejor si nos conectamos con otra parte nuestra donde también se necesita riqueza espiritual uno empieza a sentirse menos solo.

 

 

Signo por signo

 

Dragón

 

Vivirán cambios de vida drásticos y adquisición de prestigio, pero con una sensación de soledad muy dura y la necesidad de competir contra sí mismos, romper sus propias marcas, alcanzar el límite. Será un momento que se sentirá eterno, si aprende a trabajar en equipo y a confiar en la gente que lo ama.

 

 

Perro

 

El desierto fue el fondo del mar y, un día, el sol llegó hasta lo más profundo para iluminar cada grano de arena. Ese es el intercambio que vivirá el perro, quien verá el descubrimiento de sus profundidades al tomar el trono del Suí Pó. 

 

El dragón observará al perro en su conducta, si está al servicio del pueblo o si es un oportunista que, en medio de las crisis, favorece a su jauría.

 

 

Tigre

 

La energía móvil o transitoria del dragón será de madera, así que la primera mitad del año, el tigre andará de mal humor casi siempre. Dejará una vida rumbo a otra que aún está en transmutación. Sabe que tiene una mochila muy pesada, llena de situaciones afectivas y familiares no resueltas. Dejará de lado lo que le quitó fuerza, es tiempo de ser feliz.

 

 

Búfalo

 

Las personas que nacieron bajo el búfalo tendrán las puertas abiertas por el dragón y serán protegidas. Podrán escapar del corral impuesto por el año del conejo para pastar en campos sin químicos, libres y en paz. Los búfalos de todo el orbe podrán descansar más a menudo.

 

 

Gallo

 

La fortuna del gallo tendrá que ver con las energías del año de nacimiento. Squirru explicó que el dragón tiene una relación privilegiada con todos los gallos, sin importar la edad u otros signos en sus cartas natales. El dragón admira sus convicciones, originalidad, talento y capacidad laboral, compartirán su visión con las nuevas generaciones y serán los inspiradores del nuevo rumbo de la humanidad.

 

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