Juzgarán a dos hermanos por robo a mano armada y amenazas

Los hermanos William “Pinino” Agüero y Cristian Agüero tal vez creyeron que el dicho popular “entran por una puerta y salen por otra” era cierto y por eso entre noviembre de 2022 y marzo de este año se metieron en viviendas, intentaron robar, en algunas ocasiones con éxito, se resistieron a la autoridad y hasta provocaron daños, en varias oportunidades juntos y en otras cada uno por su lado, por los que fueron acusados, pero no presos.

Pero ahora seis investigaciones que llevaba la fiscal María del Valle Durán fueron acumuladas y elevadas a juicio y los hermanos enfrentarán cargos por robo doblemente calificado, violación de domicilio, amenazas y resistencia a la autoridad.

Cristian, de 32 años, será juzgado por dos delitos y William (28 años), por cinco. El menor, que ya tiene una condena a cinco años de cárcel por "Robo a mano armada pendiente de revisión", enfrenta un pedido de pena a 10 años de prisión, por lo que si lo encuentran culpable de todo lo que lo acusa Durán y confirman la pendiente, iría 15 años a la cárcel. Mientras tanto, la pena solicitada para el mayor es de un año y 6 meses de prisión.

La fiscal considera que acumular las causas favorece a la defensa de los imputados, pero advierte que, a veces, “creen que porque el juez no dicta prisión preventiva, porque en ese momento no están los elementos necesarios configurados para hacerlo, quedan libres. Pero la investigación continúa y cuando se juntan todas las pruebas se pide juicio, como en este caso”, dijo.

Robos, amenazas y resistencia a la autoridad

El 4 de noviembre del año pasado, el menor de los Agüero ingresó al complejo de departamentos ubicado en Justo Daract 1648, abrió la ventana de un departamento y robó una laptop marca Lenovo. La dueña del complejo lo vio por las cámaras y le avisó a un vecino que trabaja en el Sistema Penitenciario, quien observó las grabaciones y pudo reconocer al imputado. La Policía realizó allanamientos en el domicilio de Agüero y secuestraron las prendas de vestir que llevaba en el momento del hecho. Veinte días después “Pinino” se coló en una vivienda ubicada en calle José Martí al 1100, no alcanzó a robar nada, pero fue detenido y la fiscal le formuló cargos por “Violación de domicilio”.

El 4 de abril de este año, William ingresó a otro complejo, en calle 11 de agosto 1050. Una vecina lo vio merodeando en el patio y le preguntó qué hacía, a lo que el sospechoso respondió sacando un arma y apuntándole. La mujer gritó y otro vecino se asomó, "Pinino" también lo amenazó y les exigió a ambos que le dieran dinero y los teléfonos. El ladrón forcejeó con el hombre e intentó gatillar dos veces el arma, pero no tuvo éxito y huyó. Otro vecino que escuchó los ruidos se asomó por una ventana y alcanzó a reconocerlo cuando escapaba. Los vecinos avisaron al 911 y unos minutos más tarde efectivos de la División Investigaciones lo detuvieron, tras vencer su resistencia, en el barrio AMEP.

El cuarto delito por el que será enjuiciado William es un intento de hurto del 11 de mayo de este año. Agüero produjo daños a un Fiat Duna bordó, que estaba detenido en el semáforo de la esquina de las calles Justo Daract y Arancibia Rodríguez. El imputado arrojó un elemento contundente que impactó en el parante izquierdo del auto mientras el conductor estaba dentro del vehículo. La víctima reconoció al imputado, ya que sabe que, en febrero, ingresó a la casa de sus abuelos, y cada vez que iba visitarlos, lo cruzaba y lo amenazaba. Cuando se cruzaron en la comisaría, “Pinino” lo vio y empezó a gritarle que “al día siguiente iba a salir e iba a ir a buscarlo a la casa y al trabajo”. Ese mismo día abrió la reja de una casa en Juan Cabrera al 3000 e intentó robar una moto Yamaha FZ. En ese momento, y luego del aviso del dueño de la moto, llegaron efectivos policiales y lo detuvieron.

El mayor de los Agüero tiene un panorama un poco más favorable a la hora de sentarse en el banquillo de los acusados. A él lo acusan de haber cometido un delito en soledad y otro con su hermano más chico.

El 18 de febrero, pasadas las 18, Cristian ingresó por el portón a un garaje en la manzana 20 del barrio 131 Viviendas. Cuando estaba adentró, agarró un gato hidráulico y una llave cruz y los metió en una bolsa roja. Un vecino que vio todo les relató la situación a dos policías que pasaban en un móvil. En avenida Las Golondrinas, los efectivos observaron al hombre descripto por el testigo y lo detuvieron.

El 27 de marzo a las 10:40, los hermanos abrieron una ventana del kiosco ubicado en avenida Fuerza Aérea al 2600, y sacaron un frasco de plástico que en su interior tenía caramelos divididos en diferentes bolsas de nailon. La damnificada escuchó ruidos e inmediatamente reconoció a los imputados, salió de su propiedad pidiendo ayuda y llamó al 911. Luego de que la Policía realizó unos recorridos por la zona, encontró a ambos imputados en Triunvirato y Estado de Israel donde detuvieron a “Pinino”, mientras que el mayor se fugó. Finalmente lo atraparon en 9 de Julio y Francia, en donde le secuestraron los caramelos sustraídos. Ambos fueron acusados 3 días después y recuperaron la libertad.

En todas las oportunidades los hermanos fueron detenidos, los acusaron por los delitos denunciados. Ahora, Cristian y William saben que, aunque no hayan quedado detenidos, la Justicia nunca les perdió el rastro.