Mili Rodríguez tiene el potrero en la piel

En el segundo tiempo de San Luis FC ante Camioneros se vio a una piba con la camiseta 17 que se instaló en la punta derecha del ataque del elenco puntano. Las "Pibas" ganaban cómodas y Carlos Casteglione movió el banco. Y en el primer pique que metió la extrema derecha, en las tribunas se miraron y preguntaron el nombre. "Milagros Rodríguez", gritó un hincha. Mientras el equipo estaba en modo relax, la villamercedina quiso aprovechar sus minutos en cancha. Y en el segundo pique, cambió un par de velocidades, quedó mano a mano con la arquera de Camioneros y, lejos de achicarse, cruzó el remate para marcar el cuarto de su equipo. No fue un gol. Fue un golazo. Por la asistencia, por cómo marcó el pase la piba, y por la definición exquisita.

La gente ya comenzó a murmurar por lo bajo. El técnico rival, le pidió a sus jugadoras que la marquen más de cerca, y la "desconocida" para muchos comenzó a estar en la consideración de todos.

Milagros le aportó frescura al ataque puntano. Cuando comenzó a jugar en Colegiales, seguramente soñó con este momento. Y cuando hizo el gol, miles de recuerdos se le pasaron por la cabeza. Hace cuatro años que abrazó el fútbol: antes hacía cestoball, pero cuando se calzó los cortos, los botines, y saltó a una cancha, se dio cuenta de que ese era su lugar en el mundo.

El domingo regaló gambetas y fútbol, pero además tiene buena lectura de juego. Sabe en qué momento picar y marcar el pase. Es muy inteligente, no solamente juega bien, interpreta el juego. Y la segunda vez que la buscaron, le sacó una vida de ventaja a su marcadora de turno, hizo un par de amagues, dejó a las rivales quietas como conos de entrenamiento, pero esta vez no tenía ángulo para el remate. Hizo la pausa, vio que de frente venía Mara Alarcón, y le dijo: "Tomá, hacelo".

Es la típica wing. Rápida y gambeteadora en velocidad. No se engolosina. Si tiene que gambetear lo hace, pero no es egoísta; tiene la capacidad para ver si hay una compañera mejor ubicada.

Vive un presente de novela. Esas gambetas endiabladas viajaron de Villa Mercedes a San Luis. Esos piques que disfrutaban en Colegiales, ahora se ven en San Luis FC. Ella sabe que lo mejor está por venir. En la temporada que viene jugará en la elite del fútbol nacional. La vara subirá pero ella, lejos de achicarse, se anima al desafío. Seguirá encarando rivales y buscando diagonales. Tiene frescura y mucha juventud. 

Milagros Rodríguez, la "17", tiene futuro de Selección. Solo es cuestión de tiempo.