Las subcampeonas del mundo fueron recibidas con honores

La Toma, el lunes por la noche, y Quines, el martes por la tarde, se vistieron de fiesta con una caravana por cada localidad para recibir a Pía Gosteli y Francesca Floriani. Las chicas regresaron de Paraguay, donde se proclamaron subcampeonas del mundo junior de pádel como parte de la Selección Argentina.

Ambas son Nº 1 del ranking nacional en sus respectivas categorías y juntas fueron campeonas del mundo en 2021, en Torreón, México, y hace unos días se subieron al segundo escalón del podio; un palmarés envidiable a sus cortos 14 y 16 años.

"Estamos realmente felices por el resultado, aunque tampoco podemos negar que quedamos un poco tristes por no haber podido repetir el título. Tuvimos sensaciones muy buenas durante el torneo y en la final sentimos que podríamos haber dado un poco más, pero es mérito de las chicas de España que tuvieron un nivel excelente", comentó Pía, la tomense que juega al pádel desde los 7 y que sueña con una larga carrera deportiva en Europa.

Francesca Floriani, por su parte, tiene la misma autoexigencia que Pía a la hora de analizar el subcampeonato. "Fue un orgullo representar al país. Queríamos volver a ser campeonas, pero fue un torneo duro en el que cualquier equipo podía dar la sorpresa y logramos lucharlo hasta el final", explicó Fran, quien juega al pádel desde los 10 años y arrancó su carrera en la cancha que tiene su familia. Durante la Copa del Mundo enfrentaron a España y Uruguay en la fase de grupos, en cuartos vencieron a Portugal, en semifinales a Suecia y finalmente cayeron frente a España, la otra potencia mundial en este deporte.

"Me queda la experiencia de estas dos semanas junto a la Selección. Conectamos mucho como grupo y fue hermoso poder compartir todos juntos", celebró Francesca, la quinense.

La recepción para Pía fue toda una sorpresa, no sabía que la estarían esperando con una unidad de bomberos para escoltar la caravana. "Vino mucha gente del pueblo, mis compañeros de colegio, la verdad que me hicieron sentir muy feliz", contó la jugadora que llegó en auto a su localidad junto a su familia que siempre la acompaña a todos lados.

Para Francesca la convocatoria fue más vox populi, ya que convocaban por redes sociales desde medios locales para que la vayan a esperar y hacer el recorrido que va desde el acceso principal frente a la virgen hasta la plaza Lafinur.

Antes de este recorrido, Francesca le reconoció a El Diario: "A mí me da un poco de vergüenza que la gente venga a recibirme, pero es por mi forma de ser. De todos modos, voy a estar feliz de ver a todos y poder agradecerles el apoyo y la energía que nos hicieron llegar".

Para ambas prácticamente se cerró el año deportivo con este logro y lo que viene será entrenar y pensar en el torneo nacional de 2024 y el Panamericano como los objetivos principales.