Definiciones claras mantienen banda junta

Seguir siendo los mismos, pero con sonidos renovados. Esa es la clave para que el grupo de Rosario “Chicosvaca” siga pastoreando y ro-ckeando desde hace 20 años. Ahora, lanzaron su nuevo disco “El amor es esto”, una serie de momentos y estadios en el que cada integrante encontró su propia definición del sentimiento del que a veces no entienden nada pero que está ahí.

El grupo comenzó a tocar en 2003, en Rosario, y rápidamente escalaron en la escena musical. El nombre de la banda nació camino a un Cosquín Rock, cuando el género que tenía en su nombre era el que primaba en los shows, el equipo integrado por  Nicolás Pombo (voz y guitarra), Diego Tourn (guitarra), Gabriel Panella (bajo), Camilo Ceccarelli (batería) y "Tacho" Chamut (teclados) se frenaron en medio de la ruta a descansar y comer un asado.

“Estábamos al lado de una ruta en la banquina, pararon colectivos, nos cruzamos a Pappo y tiró un comentario que incluía ‘Chicosvaca’. Estábamos ahí en una especie de campo y quedó. Empezó como una broma y terminó siendo el nombre de la banda, se lo debemos a Pappo el nombre, que le mandamos un abrazo”, recordó Nicolás.

Como un rebaño de vacas que se mueven en grupo, así componen sus melodías. Alguno lleva una propuesta de canción y entre todos le dan forma; el último toque lo aporta el productor que, desde hace cuatro discos es Álvaro Villagra, el ingeniero de sonido leyenda del rock que produjo a artistas como Pappo, Attaque 77, Divididos y Los Piojos.

“Hay muchísima confianza y creo que desde ahí nacen los temas. Se compone algo tan complejo, que pasan un montón de cosas y cada uno hace la magia. Pero eso hacen las bandas, creo que es tan necesario en estos momentos que las por ahí están perdiendo un poco de fuerza y demás, que vuelvan a esas bases”, reflexionó el cantante, quien asegura ser uno de los integrantes que más lleva propuestas de temas al estudio. Y, sobre Villarga, agregó: “La música es una excusa y un puente para conocernos cada vez más, de alguna manera nos apadrina. En cuanto a su capacidad y su trayectoria, no hay nada más para decir que disfrutarlo y es un placer poder componer a la par con él y que haya un respeto mutuo”.

A mediados de 2012, Chicosvaca presentó “Elevarse, nena”, un disco de 11 temas. Es el primero que fue grabado, mezclado y masterizado en los estudios del Abasto al Pasto, Álvaro. Luego, junto al productor, seguiría en 2014 con  “Algunos chicos” álbum por el que fueron destacados en su ciudad natal; en 2018 llegó “Ninguna historia importante”, coproducido con Nicolás Ottavianelli, integrante de Turf; y este año arribó la afirmación más contundente de su carrera: “El amor es esto”.

Sobre el disco, el cantante, explicó: “Es una forma de decir tantas cosas, cada uno sabe dónde está y lo que es. Está en lo bueno, en lo malo, en lo prohibido, en lo legal y en todo lo que uno va recorriendo en el camino. Nos parecía que era, y es, nuestro momento de decirlo, de gritarlo y ahí está, nace la canción que le da nombre al disco y que se está convirtiendo en ícono de este último material”.

Aunque sus vínculos con el rock nacional son innegables, “Chicos…” se considera una banda más ligada al género pero internacional. Según Nicolás, sus mayores influencias son bandas de indie como “Arctic Monkeys”, “The Killers” y “Kings of Leon” aunque no son fundamentalistas de absolutamente nada sino que se dejan llevar por los sonidos.

“El secreto está en la banda, el poder compositivo, creativo y en sostenerse. Es difícil, sin recursos, poder grabar y empezar a armarse. y después recién ahí los shows te empiezan a dar un feedback. Pero creo que sí, si sos del interior por ahí es un poco más complejo, en Capital se dispara todo. Pero ahora con toda la explosión digital que hay, si sonás bien y si estás plantado es mucho más fácil que antes. Me gustaría también que haya mucho más recursos y apoyo a las bandas con horas de grabación, de estudio y de producción”, cerró.