Baleó a un joven en un barrio y protagonizó un tiroteo en otro: fue preso

Franco Ezequiel Agüero fue trasladado, como tantas otras veces, a la Penitenciaría de San Luis. Esta vez fue por balear, junto a Raúl Guzmán, a un vecino del barrio El Criollo y por protagonizar seguidamente un tiroteo en el barrio San José, es decir, la otra punta de la ciudad, con otras personas con las cuales también tenían "cuentas que ajustar".

Ambos fueron imputados por "Lesiones leves calificadas por el uso de arma de fuego de uso civil", pero solo Agüero fue enviado preventivamente a la cárcel, por los próximos 30 días.

La medida de coerción, propuesta por la fiscal instructora Daniela Torres y aceptada por la jueza de Garantía Mirta Ucelay, se debió en gran medida a la cantidad de antecedentes que pesan sobre el hombre.

A fines de noviembre de 2020, el juez Leandro Estrada lo procesó y le dictó la prisión preventiva por asaltar a los tiros un local de venta de celulares. Y en marzo del año pasado, fue imputado y purgó un tiempo en la cárcel junto a otras cinco personas por el homicidio de Gastón Pastrán, un vecino del barrio San José.

Los hechos por los que regresó al Penal ocurrieron el domingo 15, en una fracción de minutos.

Según los datos recabados por los investigadores, ese día Agüero y Guzmán se dirigieron en moto hasta El Criollo. En el cruce de calles Centenario y Guido, balearon a un joven de apellido Portela. La víctima estaba a punto de entrar a la casa de su madre cuando el proyectil lo alcanzó en la espalda.

Después de eso, los imputados enrumbaron hacia el San José, donde se agredieron a los tiros con otro grupo. "Se ve que andaban ajustando cuentas por todos lados y terminaron heridos ahí", comentó una fuente policial.

Mientras eran atendidos en el Hospital Jardín del Sur, los policías de la Comisaría 36ª, que revisaban las cámaras de seguridad, notaron que quienes atacaron a Portela vestían las mismas ropas y circulaban en la misma moto que los dos heridos de bala que se habían tiroteado en otro vecindario. Eran Agüero y Guzmán.

Ese mismo domingo les dieron el alta médica, porque ninguno de los balazos que recibieron tocó algún órgano, y de inmediato fueron detenidos.

Redacción/MGE