Muchachos, volvimos a ganar

Quince días de competencia, unos 8.000 kilómetros recorridos, de los cuales más de la mitad fueron cronometrados, y 44 horas arriba de la moto. Kevin Benavides le dio otra victoria a la Argentina, un triunfo que quedará en los libros de historia del deporte motor porque se convirtió en el primer piloto de motos en consagrarse dos veces en el Rally Dakar con dos marcas distintas: en 2021 con Honda y en 2023 con KTM.

La última etapa del rally fue para el infarto. Benavides largó con solo 12 segundos de diferencia del líder Toby Price, una ventaja ínfima para esta competencia. La oportunidad estaba vigente y Kevin no se rindió. Ganó por 43 segundos, como si fuera una carrera en pista y no una travesía. 

Si el mítico rally ya es de por sí complejo, arriba de una moto lo es aún más. Mientras que otros pilotos van protegidos por la carrocería y el parabrisas, los que van en moto o cuatriciclos sufren todas las condiciones climáticas. Además, cada motociclista lleva unos 12 kilos de equipamiento arriba de su cuerpo entre los que están el sistema de airbag, que pesa entre tres y cuatro kilos, y tres litros de agua que cargan en la espalda.

En esta edición hay otro héroe y también lleva el apellido Benavides. Luciano, hermano de Kevin, fue el piloto que más etapas ganó, con tres victorias, y quedó sexto en la clasificación general de motos. A quienes seguimos el Dakar, esta dupla nos recuerda a los hermanos Marcos y Alejandro Patronelli, quienes supieron dejar la Bandera Argentina en lo más alto de esta competencia.

Todos los que disfrutamos de andar en moto, sin duda, admiramos a los Benavides y a todo aquel valiente que pilotee sobre una duna durante 14 etapas al rayo del sol. Muchachos, volvimos a ganar. Ahora solo resta esperar el próximo brindis de Año Nuevo que para los fierreros significa el inicio de otra edición de la carrera más dura del mundo: el Dakar.