Violencia doméstica: el 79% son adultas mayores

El 15 de junio se conmemoró el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a la Vejez, y pocas horas antes se conocieron los datos aportados en un informe de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia. Los números demostraron que el 79 por ciento de los casos de violencia doméstica durante 2021 fueron ejercidos contra adultas mayores de entre 60 y 74 años. El informe surgió a partir del incremento del total de denuncias recibidas ese año con respecto a 2020.

Los datos arrojaron que la mayoría de las mujeres recibieron maltrato por parte de sus hijos e hijas, proporción que se incrementó entre las afectadas mayores de 74 años.

 La oficina de violencia de género durante 2021 recibió un total de 804 denuncias de personas mayores afectadas por hechos de violencia doméstica; un 35 por ciento más que en 2020. Según el informe del organismo de la Corte, equivalen al 7% del total. El informe mostró también que en el total de los casos los principales agresores fueron varones y que el 71 por ciento de las personas denunciadas tenían entre 22 y 59 años. Por otro lado, seis de cada diez personas sufrieron violencia diaria o semanalmente.

"El maltrato a las personas mayores es un acto que causa daño y repercute a través de los años. Lo más común que se ve en estos casos es la falta de paciencia y afectividad de parte de sus hijos o hijas, pero también de quienes tienen la responsabilidad de cuidarlos, sean enfermeros o asistentes. La violencia física es un acto irreparable, pero también se debe pensar en la violencia psicológica y lo que atrae: desde problemas de salud, falta de autoestima, sentimiento de culpa y vulnerabilidad", expresó la licenciada en Psicología, María Laura Galleguillo.

Como respuestas a estas denuncias, la Justicia civil ordenó 2.226 medidas de protección, entre las que se incluyen el otorgamiento de 209 dispositivos de alerta; la disposición de 407 prohibiciones de acercamiento y 454 prohibiciones de contacto, y, en algunos casos, la exclusión del hogar de las personas denunciadas.

La licenciada observó que, más allá de la denuncia y las medidas de alerta, es importante que las personas afectadas no tengan miedo de hablar sobre el problema que surge dentro del hogar y busquen ayuda por diferentes medios.

"Es recomendable que asistan a un o una profesional que las ayude a desprenderse de los actos y las personas violentas. Puede ser una primera medida para que su autoestima y sus miedos queden de lado, y así, en segunda instancia, realizar la denuncia correspondiente para tomar otras medidas", agregó la especialista.