Se llevó una moto ajena; fue condenado a 2 años

El anhelo de Franco Exequiel Díaz de quedar libre se desvaneció este lunes. La madrugada del 6 de febrero del año pasado robó una moto en pleno centro puntano, pero fue atrapado a pocas cuadras. Lo acusaron de “Robo calificado de vehículo dejado en vía pública en grado de tentativa” y su defensa había llegado a un acuerdo para una pena condicional en un juicio abreviado, pero resultó que, al presentar ese acuerdo, las partes se enteraron que tenía una condena anterior y ahora deberá cumplir con dos años de cárcel efectiva.

El viernes pasado, el acusado expuso que el dueño del rodado era su amigo y que él no le robó su moto, sino que el muchacho se la había prestado. Minutos más tarde se desdijo, admitió su autoría y aceptó lo que habían acordado la fiscal y sus defensores.

Tras reconocer el hecho, Díaz iba a cumplir una condena fuera de las celdas del Servicio Penitenciario, aunque una causa que pesaba previamente sobre él hizo que la fiscal Virginia Palacios reviera la sentencia y solicitara la condena en forma efectiva y no en suspenso.

El joven había robado el rodado de calle Junín, frente a las oficinas de Turismo, tras violentar el sistema de seguridad. Se la llevó a la par porque no la pudo encender.

Al circular en actitud sospechosa, agentes lo alcanzaron en Mitre y Junín, donde Díaz le estaba quitando la patente y algunos plásticos al vehículo. Al no poder acreditar que era de su propiedad fue detenido y luego, el damnificado, de apellido Andrada, realizó la denuncia.

El Tribunal Colegiado conformado por José Luis Flores y Jorge Sabaini Zapata avaló el acuerdo entre la fiscal Virginia Palacios y los abogados Guillermo Levingston y Gisela Galíndez, en el que mediaron y acordaron la sentencia, incluso con el cambio de último momento.

Sabaini Zapata aseguró que “está acreditado el hecho y también la participación en grado de autor de Díaz, ya que no solo fue reconocido e identificado en el lugar del hecho, sino que también fue encontrado por los policías que evitaron que se realice el ilícito por completo”, refirió.

En línea con su colega, Flores remarcó que “hay una contundencia probatoria que las partes han expresado y permiten tener por acreditado el suceso en cuanto a la materialidad y la responsabilidad aceptada por el mismo acusado”.

Sin sorprenderse y frustrado, desde el Servicio Penitenciario de manera remota, Díaz escuchó la sentencia y decidió no aportar ninguna otra palabra.

Redacción/ALG