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Un pequeño espacio en el que se producen maravillas

Andrés Salomón elabora plantas, árboles y hace azafrán. Dejó Buenos Aires y se mudó a Cortaderas. Comercializa en la Feria Franca y en la de Pequeños y Medianos Productores.

Por María José Rodríguez
| 28 de mayo de 2022
Un vivero donde se prodice árboles y azadrán entre otras plantas. Fotos:Inés Cobarrubia.

 En el vivero Las Maravillas, de Villa de Merlo, Andrés Salomón produce plantas aromáticas, ornamentales para jardín, arbustos, enredaderas y árboles. Elabora fertilizantes orgánicos para huertas, lombricompuestos de abono orgánico de lombriz roja californiana, y biofertilizantes líquidos. Además hace azafrán en hebras y está asociado a  Azafrán Mediterráneo, que nuclea productores de varias provincias.

 

“Hace 16 años vivo en Carpintería. Nací en San Francisco, Córdoba, y luego estuve en Buenos Aires. Mudarnos a San Luis implicó un gran cambio de vida. Desde hace tres años iniciamos con este proyecto de producir plantas, lo hago junto a Marta Buongiorno, mi suegra”, cuenta Salomón.

 

A pleno. Andrés Salomón reside en Cortaderas, pero el vivero está en Villa de Merlo.

 

 

Al ingresar al vivero, que está instalado en el patio de la casa de Marta, todo es verde y colorido, salvo algunos rincones desde los que se asoma el otoño. Los espacios de trabajo están bien demarcados: dos canteros inmensos y un invernáculo.

 

“Dimos los primeros pasos en este proyecto porque necesitábamos trabajar, antes desarrollaba y comercializaba un biofertilizante que hacía mi papá. Empecé a ofrecerlo en viveros y en ferias, hasta que me di cuenta de que era poco lo que ofrecía, así que sumé cada vez más plantas. Actualmente estoy a pleno con este emprendimiento, hago plantas aromáticas y ornamentales, árboles, frutales y lo que van pidiendo. Me gustan todas las plantas”, afirmó.

 

 

 Dentro del invernáculo instaló un sistema de calefacción casero, a partir de un calefón reciclado. Así tiene la temperatura estable.

 

Aunque reconoce que lo que más le gusta es reproducir árboles.  “Estamos abocados a las especies nativas. Nos gusta asesorar y orientar a quienes se acercan interesados en plantarlos. Es importante explicarles que algunas especies son invasivas, para que puedan controlarlas. Nos piden ornamentales también, árboles con flores y frutales”, aseveró Salomón, y añadió que para no "pisarse" con los demás viveros busca innovar y orientar la producción a aquellas propuestas que no están muy difundidas, por ejemplo la elaboración de azafrán.

 

 

 

 

“Me metí con el azafrán porque es muy interesante, de a poquito voy creciendo y ampliando el lote. Es algo novedoso en la provincia, esto me permite moverme mejor que con las plantas, aunque le pongo más pilas al vivero. El azafrán se cultiva en dos épocas específicas del año y lleva mucho trabajo tanto en la siembra como en la cosecha, después casi que se hace solo”, explicó.

 

Sin parar. Durante los días de mucho frío Salomón trabaja dentro del invernáculo, esto le permite producir todo el año.

 

 

La producción de la flor de azafrán es muy peculiar. El alto precio de la especie en las góndolas de los supermercados se debe a que para conseguir un gramo se necesitan más de 150 flores. Además, el trabajo para obtenerlo es muy minucioso y artesanal, no se puede industrializar y tiene que cosecharse a mano. Para recolectar un kilo pueden llegar a necesitarse unas 40 horas de trabajo manual. En uno de los extremos de un cantero del vivero, Salomón trabaja sobre el cultivo.

 

“Es una planta de bulbos de invierno que se siembra en abril o mayo, a los treinta días florece y después cuando empiezan los calores se entrega, pierde la hoja y queda el bulbo, que es en lo que nosotros nos enfocamos. Además soy parte de la asociación Azafrán Mediterráneo, que está del otro lado de las sierras, en Córdoba, el único de San Luis soy yo. Hay otros productores en La Pampa y en San Juan. Estar asociados es muy beneficioso porque recibo asesoramiento y el trabajo y la producción son mucho más fáciles”, indicó.

 

 

Me metí con el azafrán porque es muy interesante. Se cultiva en dos épocas específicas del año y lleva mucho trabajo de campo. Andrés Salomón.

 

Para Salomón la actividad no para aunque haga frío. Dentro del invernadero instaló un sistema de calefacción: “Puse las tuberías y es un sistema casero, un circuito cerrado cuya fuente de agua caliente es un calefón reciclado. Esto mantiene una temperatura estable adentro y me permite producir plantas que no toleran el frío. Aunque no luchamos contra el clima, es algo difícil. Esta infraestructura pudimos construirla a través del Ministerio de Producción. Este es el tercer invierno desde que  arrancamos. Durante la pandemia pudimos levantarlo”, dijo.

 

Si bien la estrategia de comercialización del vivero se rige por el ritmo de las redes sociales, “vendemos en la Feria Franca, que es una vidriera impresionante, es un espacio que tiene cerca de 20 años en la Villa. Se arma todos los sábados de 9 a 13:30. Entre las calles El Ciprés y Becerra, frente a la plaza. Ahí llevo lo que van pidiendo, hay una tendencia que vamos siguiendo. Aunque ya tengo clientela definida, esta feria tiene mucho renombre y es hermosa porque hasta invitan a artistas locales. Pero además participamos en las ediciones de la Feria de Pequeños y Medianos Productores que organiza el Ministerio de Producción en Villa Mercedes. Llevamos un trailer chico con gran parte de la producción, pero además sumé los fertilizantes y el agua de lombriz”, especificó.

 

Salomón implementa el sistema de siembra, esquejes, acodos, todo tipo de proceso de reproducción. “Tengo mis plantas madres y vecinas que tienen jardines grandes y se ofrecen para realizar intercambios. De esta manera vamos obteniendo diversificación en los cultivos. Además tengo bulbos que busco en otros viveros o adquiero por internet. Tengo algunas aromáticas, el año pasado hice variedades para huertas. Busco además ofrecer lo que sea rentable para mí. Acá hay muchas personas que tienen huerta”, dijo, y contó que antes se dedicaba solamente a la jardinería y las parquizaciones, pero reconoció que tuvo que abandonar la actividad por su salud. Además junto con su pareja realizan otro emprendimiento durante la temporada turística.

 

El vivero Las Maravillas está incluido en el sitio online que tiene el Municipio destinado a promover a sus productores. Las instalaciones del espacio productivo están ubicadas en la calle Comechingones 333, en el centro de la Villa. En Facebook figura como vivero Las Maravillas, y en Instagram la cuenta es vivero_las_maravillas. Para comunicarse por WhatsApp el número es (011) 15 5793-4023.

 

Redacción / NTV

 

 

 

 

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