El coraje y el dolor por las pérdidas, en algunas cifras

El dolor por la pérdida de un familiar en la guerra de Malvinas se esparció por todo el país. San Luis cuenta la muerte de algunos puntanos nativos y de otros que habían elegido la provincia como destino.

Ocho murieron en el ataque al crucero ARA General Belgrano, torpedeado por el submarino británico HMS Conqueror, la tarde del 2 de mayo de 1982: Antonio Hilario Laziar, cabo principal; César Julio Freites, cabo segundo; Mario Esteban Frola, cabo segundo; Mario Alberto Fúnez, cabo segundo; Rubén Oscar Godoy, cabo segundo; Osvaldo Martínez, cabo segundo; José Ernesto Pucheta, cabo primero, e Ibanor Navarro, cabo principal.

Tres de ellos eran puntanos por adopción. Pucheta había nacido en Machagay, Chaco, pero cuando tenía apenas un año su familia se radicó en Paso Grande, Departamento San Martín. Navarro era originario de San Rafael, Mendoza, y su viuda está radicada en Villa Mercedes. Y Osvaldo Francisco Martínez era nativo de Luján de Cuyo, Mendoza. Su viuda está radicada en San Luis.

Además, otros soldados vinculados con San Luis también aportaron su sacrificio en la lucha desde el aire. De la dotación de la V Brigada Aérea, con asiento en Villa Reynolds, cerca de Villa Mercedes, la Fuerza Aérea desplegó dos escuadrones, uno con 16 pilotos y otro con 18, en el conflicto del Atlántico Sur, señala el área de Relaciones Institucionales de la V Brigada.

Nueve de ellos cayeron en combate por defender la soberanía argentina en las islas, con sus aviones A-4B Skyhawk: el mayor Hugo Ángel del Valle Palaver, el capitán Oscar Manuel Bustos, el capitán Luciano Guadagnini, el capitán Fausto Gavazzi, el capitán Danilo Rubén Bolzán, el primer teniente Mario Víctor Nivoli, el primer teniente Jorge Rubén Ibarlucea, el primer teniente Juan José Arrarás y el teniente Alfredo Jorge Alberto Vázquez.

Ninguno era nacido en la provincia de San Luis. Pero en 2007, el Gobierno puntano declaró “Brigada Heroica” a la de Villa Reynolds e “Hijos dilectos de la provincia de San Luis” a sus nueve mártires.

“El personal militar caído en combate en el teatro de operaciones sur fue promovido al grado inmediato superior post mortem, conforme lo establece la Resolución 304/82, del 30 de agosto de 1982”, agregó la fuente de la Fuerza Aérea.

“En la provincia somos 104 los veteranos de guerra que cobramos la pensión que nos dio el gobierno provincial. Y más o menos, estimado, hay otros 40 veteranos que cobran la pensión en otra provincia y han venido a vivir a San Luis”, señala Ofaldo Lucero, presidente del Centro de Excombatientes “2 de Abril”.

A la pérdida de las vidas durante la guerra hay que agregar las de aquellos veteranos que volvieron al continente y no pudieron superar el estrés postraumático, la indiferencia de gran parte de la población y el abandono por parte del Estado argentino, y se vieron empujados a quitarse la vida. “Hay muchos veteranos que han muerto en la posguerra”, dice Ofaldo Lucero, con tristeza.