APAD se recupera luego del robo y los destrozos

La Asociación de Pro Ayuda al Discapacitado (APAD) se recupera con la colaboración de padres y ayudantes luego del robo y de los destrozos que sufrieron a comienzos de mes. La semana que viene piensan lanzar un bono contribución para cubrir las pérdidas, que calculan que superan los $250.000.

“Gracias a la colaboración de los padres y de gente amiga que se acercó, pudimos reparar el techo que rompieron para entrar. Ellos pusieron a disposición la mano de obra y trajeron materiales. Volvimos a tener clases, que las habíamos suspendido porque se habían llevado la bomba de agua; la pudimos reponer con una que nos facilitó una familia. Esta semana volvimos a tener la jornada doble con almuerzo y merienda”, mencionó la coordinadora Verónica Velázquez.

La mujer agregó que el Municipio brindó asistencia con el personal de una empresa de seguridad, que si bien por el momento es algo transitorio, están en tratativas para extenderlo. Una de las posibles opciones sería contar con personas de seguridad comunitaria en el predio.

"Volvimos a restaurar el sistema de monitoreo, con más cámaras de las que había. Queremos reforzar todo esto, porque no sabemos hasta dónde puede llegar esta gente, cada vez que pasa nos hacen mucho daño", expresó Velázquez.

La instalación eléctrica fue una de las cosas que más perjudicó en el lamentable episodio. Los que entraron arrancaron el cableado desde la caja hasta el ingreso del establecimiento y robaron hasta las llaves térmicas. Para reparar todo tuvieron que contratar y pagar a un electricista capacitado con el dinero previsto para comprar comida.

"La noticia nos cayó como un balde de agua fría. Yo llegué a la institución por un amigo que también ayudaba, hice mis prácticas del profesorado en Educación Física ahí. La semana pasada participé en los arreglos del techo y con la bomba de agua. Hoy (por ayer) tengo que ir a soldar una carretilla, siempre hay algo para hacer. Es lamentable lo que han hecho, roban una cosa y rompen mil", manifestó Lucas Pérez, un colaborador voluntario de treinta y dos años.

La coordinadora dijo que cambiaron la empresa encargada del monitoreo de las cámaras, ya que se demoraron una hora aproximadamente en dar aviso el día del robo.

Isabel Correa, la mamá de Franco Ponce, quien asiste al establecimiento desde hace dos años, acotó: "Les robaron hasta las cosas de la comida. Con un grupo de papás estamos aportando para que puedan asistir con normalidad. Es algo muy triste, porque ahí tienen sus talleres, carpintería, cocina, huerta. Les llevaron las máquinas, que hay que volver a comprar. Franco espera el momento para ir, le hace falta. Ellos se sienten felices de ver lo que se sube en las redes sociales", aseguró.

Redacción/MGE