En enero, unos 900 vehículos realizaron la revisión técnica

La planta de Revisión Técnica Vehicular (RTV) emplazada en el ingreso de Juana Koslay realizó la inspección de unos 900 vehículos durante el mes de enero. Aseguran que el 90 por ciento de los automovilistas que efectuaron la prueba fue porque planeaban irse de vacaciones a otras provincias en las que solicitan el comprobante.

La firma Safe Car trabaja en San Luis desde 2019 y es la encargada de hacer los controles y otorgar el certificado correspondiente para que los rodados puedan circular sin problemas por las rutas nacionales. Todavía en San Luis la inspección no es obligatoria.

El encargado de la empresa, Lucas Vabro, precisó que "durante el mes de enero se realizaron unas 900 revisiones y el 90 por ciento de las inspecciones fue para gente que viajaba a otras provincias donde piden la oblea. En varios distritos como Mendoza y Córdoba están solicitando la RTV, por eso vienen a nuestro taller para evitar alguna sanción".

En la firma aseguran que las y los puntanos ya tomaron conciencia de que es un requerimiento para transitar por las rutas del país. "La gente además de saber que es un requisito, entiende que con la inspección conocerá en qué condiciones tiene su vehículo y que es muy importante para su seguridad", destacó.

El taller está ubicado en la avenida Santos Ortíz y América, en la localidad de Juana Koslay, y funciona de lunes a viernes de 9 a 18 y los sábados de 9 a 13. En enero se revisaron 30 rodados en promedio por día. Atienden por orden de llegada.

El valor para los autos es de $2.500, para las furgonetas cuesta $2.900, el de las camionetas es de $3.200 y el de las motos $1.900, para todas las cilindradas. Afirman que se puede pagar en efectivo, con débito y tarjeta de crédito en una sola cuota.

Explicaron que a los vehículos cero kilómetro se les debe realizar el control recién a los tres años de antigüedad, una inspección que tiene una validez de dos años. A partir del quinto año de antigüedad del rodado la prueba es cada doce meses.

A los remises y taxis también se les realiza la verificación, pero en estas unidades es cada seis meses y abonan una tarifa de $1.900. "Lo tienen que hacer de manera semestral porque prestan un servicio público y transportan pasajeros", manifestó Vabro.

La verificación

Antes de la inspección del rodado, se toman los datos del propietario, de la tarjeta verde, del carnet de conducir y opcionalmente del seguro. "Se le brindan todas las condiciones de cómo deben viajar, de que tienen que llevar matafuego y balizas para señalizar en caso de que se les pinche un neumático, entre otros requerimientos", describió.

El rodado ingresa a una máquina donde se le controla la alineación, las luces delanteras y traseras. "Se revisa el auto por el interior, que esté en condiciones, que tenga el tablero, los cinturones de seguridad, los espejos retrovisores y los frenos", detalló.

Finalizada estas inspecciones,  el vehículo pasa a la fosa donde se le revisa el tren delantero y trasero, los dos ejes, amortiguadores y las cubiertas. "También se les controla a los rodados nafteros y gasoleros el tema de la contaminación de gases y el sonido", manifestó.

La verificación tiene una duración de quince minutos en promedio por coche y una vez terminada, si el auto está en óptimas condiciones, se le entrega al propietario la oblea de que está apto para circular por toda Argentina y países limítrofes.

"En caso que tenga algún desperfecto que arreglar, tiene treinta días para reparar la falla. Deberá volver al taller en donde se le hará un control en los desperfectos que tenía y no deberá pagar. Si está en condiciones, se le entregan los certificados", dijo.